Uno de los ejemplos más clásicos sobre evolución es la de las aves. Desde mediados de siglo XIX se ha sostenido que las aves descienden de reptiles y aunque fue en esta fecha cuando se propuso que los recién descubiertos dinosaurios podían ser sus ancestros, esta hipótesis no ganó evidencias sino hasta casi un siglo después, convirtiéndose en la teoría más plausible de su origen. Cada año que pasa se descubre algo nuevo sobre los dinosaurios que hace que la línea entre lo que es un ave y lo que es un dinosaurio sea más y más difusa.
Thomas Henry Huxley fue el primero en señalar claramente un vínculo entre dinosaurios y aves.
Aunque hoy podemos nombrar muchas similitudes y diferencias entre un gorrión doméstico y un tiranosaurio, una de las adaptaciones clave de las aves el el desproporcionado tamaño de sus miembros delanteros. Si exceptuamos dinosaurios poco relacionados con las aves como los T. rex y los no carnívoros, veremos que la mayoría de los dinosaurios en la línea evolutiva de las aves tienen los brazos cortos. Un grupo parece romper la regla, los maniraptores (Eumaniraptora). Y surge la pregunta ¿las aves alargaron sus brazos para volar?
Ejemplo de tamaño de miembros delanteros en un dinosaurio no maniraptoriforme (Acrocanthosaurus atokensis, izquierda), un maniraptoriforme (Deinonychus antirrhopus, en medio) y Archaeopteryx, la primer presunta ave (derecha). Los dinosaurios mostrados NO representan una evolución lineal ni relaciones de ancestro-descendiente. Ilustraciones de Scott Hartman.
Solemos pensar así, pero un equipo de investigadores ha respondido la pregunta y la respuesta no es convencional. Al parecer, las aves tienen los brazos largos que tienen porque es un efecto producido por la evolución de sus pequeños tamaños corporales, un efecto alométrico. En otras palabras, el linaje aviano adquirió esos brazotes por hacerse enano. Esto implica que las aves desarrollaron miembros delanteros largos mucho antes que el vuelo activo, por lo que este último podría ser resultado de aprovechar la adaptación preexistente de los miembros largos.
Adaptaciones al vuelo desarrolladas previamente en los dinosaurios.
Esta no es la primer adaptación relacionada al vuelo que aparece antes que el vuelo mismo, los huesos ligeros, los sacos de aire, las plumas e incluso las alas fueron adaptaciones preexistentes que fueron aprovechadas para elevar a los dinosaurios a los cielos.
FUENTE PRIMARIA:
Dececchi, T. A., y Larsson, H. C. (2013). Body And Limb Size Dissociation At The Origin Of Birds: Uncoupling Allometric Constraints Across A Macroevolutionary Transition. Evolution. 67(9): 2741-2752pp.
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