Las arañas son uno de los grupos más conocidos de invertebrados. Actualmente gozan de una alta diversidad, pues se han descrito más de 45,700 especies. Con todo, no son el único grupo de arácnidos, pues según sus estudiosos, la clase Arachnida (a-rác-ni-da) contiene al menos 10 órdenes de los que, Aranae (las arañas verdaderas) son sólo un "pequeño" grupo. Todas ellas comparten la misma anatomía básica: un cefalotórax que contiene la cabeza y esas ocho patas bien reconocibles, seguida de un abdomen que alberga, entre otras cosas, los pulmones de la araña.
Anatomía interna de una araña. Trabajo modificado de Xvazquez.
Con todo y que las arañas son protagonistas de pesadillas, pocos fósiles se conocen de ellas. Principalmente porque, son de cuerpo blando y ese tipo de anatomía, rara vez fosiliza. Por ello, los científicos poco sabían de su origen (aunque ideas no faltaban). Aunque algo era seguro: aparecieron en algún punto del Carbonífero. Sólo que menos especializadas y definitivamente no eran gigantes como las mostraron en el documental de la BBC: "Paseando con monstruos", ya que ese bicho (el del documental) en realidad nunca fue una araña, sino un pedazo mal interpretado de "escorpión" marino.
La mítica araña "mesotelae" era en realidad el fósil mal interpretado de Megarachne, un escorpión marino. Imagen promocional, propiedad de la BBC.
El año pasado se describió un "eslabón perdido" de la historia evolutiva de las arañas. El fósil fue nombrado como: Idmonarachne brasieri y data del Carbonífero superior, de entre hace 299 y 305 millones de años de antigüedad. Y aunque no es una araña en el sentido estricto del nombre, se le acerca (y mucho). Lo maravilloso de este hallazgo es que el fósil está preservado en 3D, lo que permite estudiar mejor su anatomía. Gracias a este hecho, los científicos pudieron estudiar a detalle la araña y al llevar a cabo un análisis filogenético, resultó ser una "protoaraña", es decir, Idmonarachne representa al grupo más basal de arañas troncales conocidas a la fecha. Tras su estudio sabemos que las "protoarañas" ya tenían la forma clásica de una araña y la misma capacidad de inocular veneno a sus presas. Desafortunadamente la punta de la cola no se preservó y no se puede asegurar que este pequeñín haya producido la tan característica seda que fabrican las arañas. Sin embargo, los científicos apuestan a que es probable que sí haya producido dicha substancia.
Reconstrucciones en tomógrafo de Idmonarachne brasieri. Tomado de Garwood et al. 2016.
Gracias a hallazgos como estos podemos saber un poco más del origen de las arañas, que no fue gigante, sino modesto (de aproximadamente 1 cm de largo) y hace unos 300 millones de años, en lo que hoy es Europa. Sin duda que hallazgos como estos son recibidos con los (ocho) brazos abiertos.
Reconstrucción artística de Idmonarachne brasieri. Tomado de Garwood et al. 2016.
Fuente (artículo completo en el link):
Garwood, R. J., Dunlop, J. A., Selden, P. A., Spencer, A. R., Atwood, R. C., Vo, N. T., & Drakopoulos, M. (2016, March). Almost a spider: a 305-million-year-old fossil arachnid and spider origins. In Proc. R. Soc. B (Vol. 283, No. 1827, p. 20160125). The Royal Society.