Terminó el 2012 sin apocalipsis mayas y
de una forma notable para quienes disfrutamos del mundo fantástico creado por
J. R. R. Tolkien, pues llegó a las salas de cine la primera parte de la obra
del autor, el Hobbit, publicada en 1937. Esta adaptación de la obra de Tolkien resulta
ser la primera parte de una precuela fílmica de la trilogía de Peter Jackson:
el Señor de los Anillos, basada en la novela que Tolkien escribiera en 1954.
Figura
1. Izquierda, cartel publicitario de “El Hobbit, un viaje inesperado”, primera
parte de una trilogía de cintas dirigidas por Peter Jackson. En medio, J. R. R.
Tolkien, autor de el Hobbit, El Señor de los Anillos, El Simarilión y otras
muchas más. Derecha, portada de la novela “El Hobbit”, ilustrada por Alan Lee.
Con todo el furor de los fanáticos por
la Tierra Media y sus habitantes, los científicos no se hicieron esperar y a
finales de 2012 nombraron una nueva especie en honor a uno de los malévolos
personajes más populares del universo de Tolkien, estamos hablando del
nigromante, el señor de Dol Guldur, el obscuro Maiar Sauron, el único y
verdadero Señor de los Anillos.
Figura
2. Izquierda, Sauron, ilustrado por John Howe. En medio, Sauron en la película
La Comunidad del Anillo. Derecha, Sauron en la película El Retorno del Rey.
Así es, hay un nuevo dinosaurio en el
vecindario y su nombre científico es Sauroniops
pachytholus, que significa “Ojo de Sauron de domo grueso”. Y se basa en un
fragmento muy reducido de hueso de la parte superior del cráneo que revela que
se trata de un dinosaurio terópodo (carnívoros de dos patas) de la familia Carcharodontosauridae,
compuesta por depredadores gigantes relativamente primitivos oriundos del oeste
de Gondwana (hoy África y Sudamérica).
Figura
3. Reconstrucción de Sauroniops
pachytholus por el artista Robinson Kunz.
A diferencia de Sauron, este nuevo
dinosaurio no procede de Mordor, sino de la Formación Ifezouane, en la región
sureste de Taouz, en la provincia de Errachidia, de la región de Meknès-Tafilalet,
en nueva Mordor Marruecos. Esta
formación está datada como correspondiente a
la tercera edad al Cenomaniense, que forma parte de la parte final del
Cretácico tardío, entre hace 99.6 y 93.5 millones de años atrás.
Figura
4. Ubicación geográfica actual (arriba) y pretérita (abajo) del yacimiento
donde se encontraron los restos de Sauroniops.
El holotipo (espécimen de museo que se
elige como el representante de toda la especie) del ‘Ojo de Sauron’ es el MPM 2594,
del “Museo Paleontologico di Montevarchi”, Arezzo, Italia y se trata de un
hueso frontal casi completo con fragmentos de otros huesos.
Figura
5. Holotipo de Sauroniops.
El frontal tiene características
particulares según los autores del estudio*, entre las que destacan: (1) una
prominencia en forma de domo en la esquina lateral delantera de la parte de
arriba del hueso frontal; (2) presencia de una lámina vertical que separa el
hueso prefrontal del hueso lacrimal; (3) superficie de articulación del
prefrontal en forma de trapecio que no forma parte de la fosa orbital; (4) superficie
de articulación del hueso frontal en forma de proyecciones restringidas a la
parte delantera inferior del hueso; (5) faceta articular del hueso lacrimal
agigantada y en forma de ‘D’ y (6) superficie superior del hueso frontal en
forma de silla de montar.
Figura
6. Características más notables del holotipo de Sauroniops. Modificado de Cau et
al. 2012.
Después de una descripción bastante
compleja de los huesos que componen el fragmento de techo de cráneo, los
autores hicieron un análisis de relaciones de parentesco entre este dinosaurio
y los terópodos más representativos. Dicho análisis mostró que Sauroniops es un carcarodontosaurio muy
primitivo y que está cercanamente emparentado a Eocarcharia dinops, un
dinosaurio del Cretácico inferior de África que es hasta hoy el
carcarodontosaurio más primitivo conocido.
Figura
7. Eocarcharia dinops, el pariente más cercano a Sauroniops. Ilustración de Vladimir Nikolov.
El análisis filogenético muestra valores
de consistencia y retención muy bajos (Índice de consistencia= 0.3886, Índice
de retención= 0.5196; ambos en una escala de 0 a 1), lo que indica que en
realidad son pocos los caracteres útiles (informativos) para reconstruir la
filogenia y que probablemente algunos de ellos sean semejantes entre sí por
evolución convergente (i.e. las
características en el hueso frontal son muy pocas o bien estas aparecieron en
diversos grupos sin relación de parentesco cercana de forma totalmente
independiente). Aunado a esto, los valores que apoyan la hipótesis de
parentesco entre Eocarcharia + Sauroniops y el de este conjunto con el
resto de carcarodontosaurios es muy bajo (con un valor de 3, indicado en rojo en la siguiente figura).
Figura
8. Análisis filogenético presentado en la descripción de Sauroniops*.
Los bajos valores en la recontrucción
filogenética eran de esperarse por lo fragmentario del material recuperado de Sauroniops. Su estatus como especie
válida está vigente, sin embargo hará falta encontrar más restos de este
dinosaurio para corroborar lo que los datos nos dicen acerca de su parentesco
con otros carcarodontosaurios y para saber más acerca del aspecto que tuvo este
depredador de la tierra media africana.
Literatura recomendada
Cau, A., F. M. Dalla-Vecchia y M.
Fabbri. 2012. A thick-skulled theropod
(Dinosauria, Saurischia) from the Upper Cretaceous of Moroco with implications
for Carcharodontosaurid cranial evolution. Cretaceous Research. 1-10pp.
Cau, A., F. M. Dalla-Vecchia y M.
Fabbri. 2012. Evidence of a new
carcharodontosaurid from the Upper Cretaceous of Morocco. Acta
Palaeontologica Polonica 57(3): 661-665pp.