En esta ocasión llega un tema relacionado al "paleoarte". Resulta que todos los paleofrikis del mundo hemos dibujado un bicho prehistórico alguna vez, pero en mis tiempos *voz de ancianito* no le decíamos "arte" a un simple dibujo hecho de forma amateur, respetábamos a los artistas. De cualquier forma, muchos de nosotros cometemos errores a la hora de reconstruir la vida del pasado. En este post presento mis obras de "paleoharte" con el objeto de ser usadas como una antiguía de lo que NO se debe hacer.
Número 1. ¿Nueva especie?
Este dibujo está basado en material nuevo de homínido recientemente descubierto en Kenia. Esta obra tiene dos consejos útiles: 1) Respetar la labor de los científicos y esperar a que sean ellos (y no el dibujante) quién determine si es o no una nueva especie. Aunque parezca difícil de creer, he visto dibujantes lo suficientemente atrevidos como para "nombrar" una nueva especie. 2) Jamás hay que reconstruir un bicho entero a partir de restos taaaaan fragmentarios como los que aparecen a la izquierda de mi mono. Esto es algo que muchísimos dibujantes hacen sin reparo alguno todo con tal de figurar primero en las búsquedas de google imágenes y ser "reconocidos". Las cosas apresuradas no son de calidad y ese reconocimiento puede no ser uno bueno.
Número 2. "Posesaurio rex".
Cuando somos iniciados y no estamos acostumbrados a las proporciones de un bicho está claro que necesitamos guía. La mayoría usamos esqueletos de referencia y ¡eso es una maravilla! Pero cuando San Scott Hartman y San Jaime Headden se vuelven no sólo nuestros únicos patronos, sino además lo único que hacemos, entonces si estamos en problemas. Esto porque jamás saldremos de dibujar poses unidimensionales basadas en el trabajo de ilustración de alguien más. Para subsanar esto, debemos empezar a trabajar con perspectivas y ver fotos de esqueletos de museos, mientras más y más practica tengamos, mejor. Y por amor al T. rex, no pongan esos horrendos filamentos desnudos en los brazos de los dinosaurios, no tienen fundamento científico sólido.
Número 3. Quimeras del infierno.
Dado el éxito de artistas como Roman Uchytel, Roman Yevseyev y Velizar Simeonovski. A muchos nos ha dado por incursionar en la manipulación en photoshop. Pero no a todos se nos da el hacerlo bien y a veces acabamos haciendo monstruos como este. Y no es que esté diciendo "no lo hagas", no. Lo que digo es: no lo publiques como si en realidad fuera una obra que representa con fidelidad a una criatura. Recordemos que lo que colgamos en internet muchas veces tiene un gran alcance y puede llegar a lugares que ni nos imaginamos. Practica, mira tutoriales en Youtube, pide asesoría, consejos y opiniones. Eso ayuda bastante.
Número 4. Yo primero.
Como dije en líneas más arriba, no siempre el primero es quien hace las cosas mejor. Y este Yi qi es prueba de ello (lo hice antes que casi toda la comunidad paleofriki, a los pocos minutos de que saliera el paper que describía al animal). El querer figurar primero como quién reconstruyó a un bicho no es algo de lo cual sentirse orgulloso, especialmente cuando se presenta un monstruo así al público. Y menos lo es cuando el dibujante coloca sus ideas (no contrastadas) en el dibujo. Acá yo puse una membrana "murcielagoide" porque leí en los medios que a este dinosaurio le decían el "batisaurio". También le dejé una cobertura de plumas muy absurda (al más puro estilo de un escamalover y autopsia de un T. rex), que incluye una cola absurda en todo sentido. Para rematar, le marqué las fenestras y le puse una podoteca (cobertura de escamas especializadas de las patas traseras) ¡en las manos! Y ¡ay como duele verle! Pobre dinosaurio.
Número 5. Ahorita no anatomía, ¡estoy trabajando!
Cuando uno hace dibujos personales por el gusto de hacerlos, la anatomía no importa un pepino. Pero cuando se publican y se busca reconocimiento por ello, lo menos que le debe el dibujante a su público (todo el que pueda ver la obra y no sólo sus amigos) es hacer algo que no apuñale los ojos como mi Eramoscorpius brucensis. Y es que, pasarse la anatomía por la parte distal del tracto digestivo propio tiene como consecuencia este tipo de obras espurias. Para mejorar como dibujante, recomiendo siempre (y de forma enérgica) el buscar asesoría profesional (de alguien que realmente sepa algo de los bichos y no de un amateur que se haga pasar por profesional [la paradoja del ciego guiando a otro ciego]) y documentarse lo más posible. Claro, todo esto con la premisa de "quiero mejorar como dibujante y ser reconocido en el futuro". Si lo haces por el hobby de hacerlo, no tengo absolutamente nada que decir de tus obras, son tuyas y tienes el derecho de ponerle fuego a la cola y alas al bicho.
Epílogo. Sonrisas permanentes en ballenas "asesinas".
Es bien sabido creído que todo lo que vivía en el pasado era malo y asesino. Bajo esta premisa y específicamente en ballenas fósiles odontocetas, he visto la imperiosa necesidad de dibujarlas con los dientes de fuera. Y es que, en los cráneos, los dientes se ven malignos. Pero ya en vida, no son visibles (a menos claro que el bicho abra la boca) y la apariencia feroz y asesina se pierde completamente (clic aquí para ver un ejemplo).
Eso es todo por hoy. Próximamente, usaré más "obras de arte" de mi horrendo sitio de FaceBook para poder ejemplificar más y más detalles a la hora de dibujar criaturas extintas.