domingo, 22 de enero de 2012
Video musical sobre Evolución
Hola que tal, en esta ocasión me place el anunciar que el proyecto Symphony of Science ha editado un nuevo video que es el primero sobre evolución en general. Lo he traducido y subtitulado, espero les guste.
miércoles, 11 de enero de 2012
Los primeros dinosaurios (Eoraptor & Eodromaeus)
Cuando se habla de la antigüedad de los dinosaurios –y particularmente sobre el más antiguo conocido- generalmente hacemos referencia automática al pequeño Eoraptor lunensis, un dinosaurio de 1m de longitud descubierto en 1991 por Ricardo Martínez, miembro de la expedición paleontológica organizada en conjunto por la Universidad de Chicago y el Museo de Ciencias Naturales de San Juan al Parque provincial de Ischigualasto, mejor conocido como el Valle de la Luna, ubicado en la provincia de San Juan, al oeste de Argentina. El pequeño dinosaurio descrito por Sereno, Forster, Rogers y Monetta en 1993 fue datado en unos 228 a 216.5Ma, esto implica que vivió durante el Triásico superior (Carniense) en el suroeste de Pangea.
Figura 1. Eoraptor lunenesis (reconstrucción de Conty, mapa de http://jan.ucc.nau.edu/, fotografía de Eamezaga)
En el artículo donde se le describe (Sereno et al. 1993) se menciona que es un dinosaurio muy similar a lo que los paleontólogos esperaban fuera el ancestro común de todos los dinosaurios (nunca se afirma que este lo sea), que posee heterodoncia (no tiene todos los dientes idénticos en tamaño y forma) y que está cercanamente relacionado a los terópodos (dinosaurios típicamente carnívoros como el T-rex) debido a varias características, siendo la más notable la posesión de unas manos con tres dedos funcionales.
Figura 2. Eoraptor como la base del árbol de los dinosaurios terópodos (ilustración de Sues et al. 2011).
Al poco tiempo de la publicación de este artículo, varios paleontólogos comenzaron a sospechar de Eoraptor. La heterodoncia que presenta tiende hacia la herbivoría; si prestamos atención al cráneo veremos que al frente del hocico se sitúan unos dientes con aspecto aplanado y aparentemente poco afilados que más corresponden a la dentición de un herbívoro primitivo que a la de un carnívoro, ¿por qué? Simple, sabemos que los dinosaurios evolucionaron de ancestros carnívoros y se esperaría que los dinosaurios que modificaran su dieta hacia la herbivoría presentaran dientes con adaptaciones hacia este tipo de dieta y no conservaran los bordes serrados o la forma curva de los dientes, típicamente usados por los carnívoros para desgarrar la carne de las presas. Cuando se mira el cráneo de frente, advertimos que los ojos están situados lateralmente (como en una vaca) más que frontalmente (como en un lobo) y el cráneo en sí mismo es alto (como en un conejo) más que bajo (como en un gato); esto sugiere que era más una presa que un depredador activo (los ojos a los lados ayudan a cubrir más campo de visión, mientras que los ojos situados al frente sirven para calcular distancias y velocidades con mayor precisión).
Figura 3. Cráneo de Eoraptor (tomado de Martinez et al. 2011).
Estas observaciones no hicieron mella en la posición taxonómica “oficial” de Eoraptor, aunque el paleontólogo Fernando Novas y el autor principal de la descripción de este animalito –Paul Sereno-, propusieron que este no debería ser clasificado como terópodo –grupo al que pertenecen las aves y el tiranosaurio, por ejemplo- sino como dinosaurio basal (pariente en igual grado tanto de terópodos como de sauropodomorfos [cuellos largos] como de Ornitisquios [dinosaurios como Triceratops, Stegosaurus, Iguanodon, etc.]). Hoy en día la sugerencia que Eoraptor podría no ser un terópodo parece recobrar fuerza debido al hallazgo de un nuevo dinosaurio en la misma zona en la que se halló a este dinosaurio.
Figura 4. El recién llegado con Paul Sereno, uno de los autores del artículo donde se le publica.
El recién llegado que inundó la prensa a principios de 2011 con titulares un tanto confusos y sensacionalistas, fue descrito bajo el nombre de Eodromaeus murphi, un dinosaurio carnívoro de 1m de longitud que posee una serie de características tan distintivas para los terópodos que hicieron que Eoraptor cambiase su posición taxonómica, situándose ahora como un prosaurópodo basal (grupo de “cuellos largos” ancestrales).
Figura 5. Eodromaeus murphi (ilustración de Todd Marshall).
Enumeremos las características de Eodromaeus contrastándolas con las de su coetáneo Eoraptor (esto quizá clarifique la clasificación anteriormente descrita). El carnívoro basal (E. murphi) descrito por Martínez et al. (2011) presenta un cráneo bajo y alargado (los prosaurópodos tenían un cráneo alto y más o menos compacto); posee una fenestra anteorbitaria (hueco entre las órbitas oculares y las narinas) larga y con una fosa accesoria (anatomía típica de dinosaurios carnívoros pero ausente en prosaurópodos); los dientes están separados por placas óseas (adaptación para resistir la tensión durante las mordidas a presas móviles), están aplanados lateralmente (como un cuchillo), presentan bordees aserrados con 9 dentículos por mm (los de Eoraptor tienen menos dentículos y son un poco más cónicos) y los más grandes se sitúan en el punto de mayor tensión mandibular, directamente detrás de los dientes más frontales (que es lo esperado para un depredador).
Figura 6. Cráneo de Eodromaeus (tomado de Martinez et al. 2011).
En lo que respecta a otras características, Eodromaeus posee huecos en las vértebras que albergaban sacos de aire (como en las aves y muchos otros terópodos más no así en prosaurópodos), la cola es más larga (lo que sugiere que era de hábitos corredores) y posee vértebras con mayor cinesia (capacidad de movimiento, que junto con la cola larga apuntan a una cola que servía de contrapeso mientras el animal corría); la escápula (homóplato) es alargada (como sucede en carnívoros, los prosaurópodos poseen escápulas más robustas), el húmero exhibe una cresta deltopectoral desarrollada (que brinda anclaje para los músculos del brazo encargados del forcejeo), posee un olecranon (codo óseo) alargado (que ayudaría en rápidos y fuertes movimientos del brazo hacia abajo, pero reduciría la movilidad para acciones como caminar con ella), la mano es alargada y con dedos relativamente esbeltos (como en los dinosaurios carnívoros); la pelvis (íleon) es más alargada en sentido posterior y el pubis posee un pequeño pie púbico (ambas son zonas de anclaje muscular para una mejor y más potente carrera, algo típico de un carnívoro), finalmente, posee una tibia (hueso de la pantorrilla) más largo que el fémur (hueso del muslo), lo que sugiere que era un animal adaptado a la carrera.
Figura 7. Esqueleto de Eodromaeus (tomado de Martinez et al. 2011).
Como podemos ver, Eodromaeus parece estar mucho mejor adaptado a un estilo de vida carnívoro que su contemporáneo Eoraptor; sin embargo, estos dinosaurios NO representan los primeros terópodos y prosaurópodos, sino que simplemente poseen la morfología que debieron de haber tenido los ancestros de estos dos grupos (son pues los miembros más antiguos –descubiertos hasta hoy- de la base de estos grupos). La importancia del hallazgo de Eodromaeus radica en que clarifica no sólo la posición taxonómica de Eoraptor en el árbol evolutivo de los dinosaurios sino que además modifica la forma de la base de dicho árbol. El pertinente estudio filogenético (análisis de las relaciones de parentesco entre las especies) del artículo donde se describe a Eodromaeus revela aspectos interesantes y posiciona a los herrerasáuridos –carnívoros coetáneos- como los terópodos más primitivos. Sin duda, hallazgos posteriores ayudarán a clarificar la posición de estos saurios en el gran árbol familiar de los dinosaurios.
Figura 8. Relaciones evolutivas planteadas en este nuevo estudio (Martinez et al. 2011).
Literatura recomendada
Martinez, R. N., P. C. Sereno, O. A. Alcober, C. E. Colombi, P. R. Renne, I. P. Montañez, B. S. Currie. 2011. A basal dinosaur form the dawn of the dinosaur era in southwestern Pangea. Science. 331: 206-210pp.
Sereno, P. C., & F. E. Novas. 1993. The skull and neck of the basal theropod Herrerasaurus ischigualastensis. Journal of Vertebrate Paleontology 13:451-476.
Holtz, T. R. Jr. & K. Padian. 1995. Definition and diagnosis of Theropoda and related taxa. Journal of Vertebrate Paleontology. 15(3): 35pp.
Cráneo de Eoraptor en 3D (se necesita tener instalado Quick Time Player)
Reconstruyendo a Eodromaeus (YouTube)
Paul Sereno hablando de Eodromaeus (se recomienda activar los subtítulos [cc], hacer clic en 'traducir' y seleccionar idioma)
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