sábado, 1 de agosto de 2009

Darwin antes del Beagle


Charles Robert Darwin nació el 12 de Febrero de 1809 en la casa "The Mount", cerca de Shrewsbury, en el condado Inglés de Shropshire. Fue el segundo hijo varón del médico Robert Waring Darwin y de Susanah Wedgwood, fue nieto del célebre médico y naturalista Erasmus Darwin. Charles fue bautizado el 15 de Noviembre de 1809 en la iglesia del Saint Chad. La educación religiosa temprana de Darwin le fue proporcionada en la Capilla Unitaria, donde era llevado por su madre hasta su muerte en 1817. Al año siguiente, en 1918, Darwin ingresó a la escuela del Dr. Samuel Butler –padre- en Shrewsbury donde viviría y estudiaría durante 7 años. A pesar de que la escuela no estaba lejos de su casa, el padre de Charles insistió en que su hijo debía vivir en la escuela, Darwin solo visitaría a su familia en las festividades. El mismo Charles Darwin escribiría después que la estancia en la escuela del Dr. Butler fue una de las experiencias más desagradables de su vida, esto quizá motivado por Samuel Butler –hijo-, quien fuera uno de los críticos de la prensa más aguerridos de la teoría de la Selección Natural de Darwin.
Al terminar su estancia en la escuela de Butler, el 22 de Octubre de 1825 Darwin ingresa a la Universidad de Edimburgo para estudiar medicina; allí conoce al Dr. Robert Edmond Grant, quien como naturalista, zoólogo de invertebrados y “transmutacionalista” influenciaría a Darwin para que este iniciara estudios serios en invertebrados marinos –percebes en particular- y además lo introduciría a las ideas de transmutación o como lo conocemos hoy en día, evolución; bajo el concepto evolutivo de Geoffroy Saint-Hilaire, quien proponía que los organismos cambiaban influidos por el ambiente –lo cual era contrario a la idea de Jean-Baptiste Lamarck quien estaba convencido que los hábitos y no el ambiente eran los responsables de dicho cambio-. En 1827, Darwin deserta de la carrera de médico debido a que no soportaba ver sufrir a los pacientes durante las cirugías –que por aquel entonces se practicaban sin anestesia-.
Ese mismo año, el 15 de Octubre de 1827 es aceptado en el Christ College (Cambridge), donde asistiría desde Junio de 1828. Contrario a la tan popular leyenda mítica sobre las convicciones religioso-profesionales de Darwin, este no estudió para convertirse en pastor de la iglesia Anglicana, sino que estudió una licenciatura en artes (Bachelor of Arts), un equivalente en la actualidad a una Licenciatura en Biología, pero en aquel entonces era para convertirse en naturalista –que era el término usado-. La confusión sobre la profesión de Darwin se manifiesta principalmente debido a que la Licenciatura en Artes podía permitir a un estudiante hacer una especie de ‘postgrado’para entonces convertirse en pastor; sin embargo en los diarios de Darwin, este no manifiesta ningún interés en convertirse en pastor. En 1829 Darwin conoce al entomólogo Frederick William Hope con quien forma una relación de maestro y amigo. Gracias a esta amistad Darwin se interesa por los escarabajos al punto de llegar a introducir algunos a su boca como el mismo lo relata: “…un día, mientras arrancaba cortezas viejas de árboles, vi dos raros escarabajos y tomé uno con cada mano; entonces vi a un tercero de otra clase, que no me podía permitir perder, así que metí en la boca el que sostenía con la mano derecha. Pero ¡ay!, expulsó un fluido intensamente ácido que me quemó la lengua, por lo que me vi forzado a escupirlo, perdiendo este escarabajo, y también el tercero…”.
Durante su estancia en Cambridge, conoce al profesor John Stevens Henslow, quien impartía clases de Botánica y Geología en el colegio, al poco tiempo y gracias a su relación, Darwin sería conocido como “el que camina junto a Henslow”. El 22 de Enero de 1831, Charles aprueba sus exámenes de graduación sin honores y recibe el título “Bachelor of Arts B. A.” (Licenciado en Artes). Darwin le comenta a su hermana Catherine que el dinero empleado durante su graduación fue “un desperdicio”.
Ese mismo año conoce al geólogo Adam Sedgwick, con quien continúa su formación como naturalista e inicia estudios serios en geología. En 1831, al regresar de una expedición geológica con Sedgwick, Darwin recibe una carta del profesor Henslow, donde le comunica que ha sido recomendado por el mismo para que forme parte de la tripulación de un barco que dará la vuelta al mundo, aquí un fragmento de la carta de Henslow:
Considero que eres la persona mejor calificada que conozco que puede manejar esta situación –quisiera declarar que esta no es la suposición de que eres un naturalista finalizado, pero estás ampliamente calificado para colectar, observar y notar cualquier cosa que valga la pena notar en Historia Natural. Peacock tiene la tarea de encontrar un a alguien y si no puede encontrar a un hombre dispuesto a tomar el cargo, la oportunidad estará probablemente perdida-. El capitán FitzRoy desea a un hombre (según entiendo) que sea más un acompañante que un simple colector y no tomará a cualquier buen naturalista que no esté recomendado como un caballero. …Nunca ha habido una oportunidad tan fina para el entusiasmo y el espíritu de un hombre. …No pongas más dudas modestas o miedos acerca de tus propias descalificaciones porque te aseguro que tu mismo estás pensando que eres el hombre que ellos buscan
El joven Darwin de 22 años acepta después de algunas dudas la propuesta y se lo comenta a su padre, -en realidad le pide permiso y dinero, puesto que Darwin era un caballero y los viáticos de su viaje tendrían que ser pagados por el mismo, o mejor dicho, por su padre-. El padre de Darwin se niega a acceder a dicha “locura”, sin embargo y gracias a la insistencia de Charles, el Dr. Robert Waring accede sólo si una persona de buena reputación recomienda que su hijo realice dicha empresa, afortunadamente para Darwin, su tío Josiah Wedgwood II intercede a su favor y así Darwin consigue el permiso y los fondos de su familia para viajar por el mundo.
Una vez arreglados los pormenores con su familia, el capitán de la expedición Robert FitzRoy envía una carta a Darwin para entrevistarse con él, debido a que tenía que conocer a su invitado de honor –y compañero de camarote- ya que la Marina Británica no accedió a pagar salario para un naturalista puesto que la misión de la expedición no era la ciencia. El Vicealmirante FitzRoy era un fiel creyente de la biblia –como la mayoría en su tiempo- y quería encontrar evidencias científicas que apoyasen la idea de que el diluvio universal había tenido lugar, por ello que necesitara de un geólogo. Darwin estuvo a punto de no ser aceptado por FitzRoy debido a que este último creía que el aspecto físico de una persona denotaba su carácter, especialmente la nariz y la forma de la cabeza; después de evaluar al joven Charles, FitzRoy concluyó que era de carácter débil y que no estaba apto para viajar por el mar. Para suerte de Darwin FitzRoy terminó por aceptarlo como parte de la tripulación y no solo eso sino que obsequia a Darwin una copia del primer volumen del libro de Charles Lyell “Prncipios de Geología”, dicho libro sería una fuerte influencia en Darwin puesto que en sus páginas descubriría que la tierra no es estática, sino que cambia al paso del tiempo, descubriría además que los principios que operaron en el pasado remoto, aún lo hacen hoy; ambas ideas que extrapolaría majestuosamente al mundo biológico en su obra máxima de 1859.
Después de todo esto y no antes de ciertos contratiempos con el zarpe del bergantín, finalmente el 27 de Diciembre de 1831 el H.M.S. Beagle (His Majesty Ship –El Barco de su Majestad-) zarpó del puerto de Davenport, Plymouth. La tripulación del Beagle constaba de 65 + 9 almas, entre ellos FitzRoy, Darwin, el pintor oficial Augustus Earle (quien sería reemplazado después por Conrad Martens), el misionero Richard Matthews y tres Fueguinos. Antes de finalizar el año, Darwin inicia los manuscritos que formarían parte de los diarios del Beagle. Así pues, un joven Darwin mostraría las cualidades aprendidas con sus maestros y amigos durante su viaje.

Taxonomía y un tipo llamado Linneo


La taxonomía es la ciencia encargada del ordenamiento sistemático, arreglo y clasificación de las distintas formas de vida existentes en el planeta. El hombre que hizo de la sistematización de esta necesidad de arreglar en jerarquias a los distintos organismos del globo una ciencia formal fue Carl Linnaeus (Carlos Linneo en español), también conocido como Carl von Linné. Esta formalización científica tomó lugar en su obra de 1735: "Systema naturae, sive regna tria naturae systematice proposita per secundum classes, ordines, genera, & species, cum characteribus, differentiis, synonymis, locis" ("Sistema natural, en tres reinos de la naturaleza, según clases, órdenes, géneros y especies, con características, diferencias, sinónimos, lugares").
Portada de la primera edición de Systema Naturae
Aunque con antelación varios naturalistas ya habían comenzado a esbozar las reglas de nomenclatura de las especies de plantas y animales, particularmente de Andrea Cesalpino, a quien Linneo no solo menciona en sus escritos, sino que sigue algunas de sus sugerencias. Otros por ejemplo donde se sabe que ya se había estado usando la nomenclatura binomial, es el caso del fósil descrito en 1699 por Edward Lhuyd, Rutellum implicatum. Este fósil fue reconocido posteriormente como perteneciente a un dinosaurio saurópodo y es el dinosaurio nombrado más viejo (36 años antes de Systema naturae).
Retrato de Linneo por Alexander Roslin
Por lo anterior y por muchos otros ejemplos sabemos que Linneo fue un gran compilador, aunque muchos otros naturalistas de la época también lo fueron, tal es el caso de Darwin, Owen y muchos otros más; sin embargo si propuso conceptos, reglas y una nomenclatura tan clara que de inmediato fue aceptada. La realidad es que como el mismo lo dijo, intentaba clasificar y poner orden a la creación para poder entender la mente del creador. Entre sus muchos aportes propuso el nombre genérico y el epíteto específico de nuestra propia especie en la décima edición de su obra Systema naturae, publicada en 1758. Así surgió el nombre que tanto nos enorgullece y que quizá demuestre la verdadera naturaleza humana: el egocentrismo.
Hombre de Vitruvio por Leonardo da Vinci
Así es como llegamos a ser conocidos como Homo sapiens, el Hombre pensante. Aunque ni fuimos los únicos hombres, ni somos los únicos pensantes; esto es: existieron otras especies del género Homo y hoy existe evidencia suficientemente fuerte para considerar a animales como los grandes simios, paquidermos, cetáceos e incluso algunos cánidos como pensantes (la lista parece ampliarse conforme más se avanzan las investigaciones). En fin, no debatiré la naturaleza pensante del hombre.
Izquierda: Le penseur (El Pensador) por Auguste Rodin. Derecha: Affe mit Schädel (Mono con Cráneo) por Hugo Rheinhold
En taxonomía, cuando se designa una nueva especie, se designa un tipo; esto es, el representante físico de toda la especie. Se saben de otras formas de tipos como: sintipos, paratipos, leptotipos, etc. Sin embargo lo interesante del asunto es que la única especie descrita a la cual nunca le fue asignada ningún tipo fue... adivinaron, el Homo sapiens. A este respecto, Linneo escribió la siguiente frase: "Homo nosce te ipsum" ("Hombre conócete a ti mismo"), derivada de la latinización de la máxima griega "γνῶθι σεαυτόν" ("gnōthi seauton"): "Nosce te ipsum" ("Conócete a ti mismo"). Muchas son las razones que pudo haber tenido para hacerlo, algunas de ellas pueden ser impedimentos religiosos o morales o quizá simplemente entedió la gran diversidad de nuestra propia especie y la consecuente imposibilidad de hallar un ejemplar tipo único. Como fuere, el tipo del hombre no fue designado -hasta entonces-.
La máxima griega original del templo de Delfos "γνῶθι σεαυτόν" recreada en este pórtico
El candidato más mencionado para ser el espécimen tipo de la especie humana fue Edward Drinker Cope, paleontólogo norteamericano de finales del siglo XIX, infortunadamente se trata de un rumor común en la Academy of Natural Sciences (Academia de Ciencias Naturales), de la cual Cope fue miembro distinguido. Dicho rumor se halla acentuado en el libro de 1991: Hunting Dinosaurs (Cazando Dinosaurios) de Louie Psihoyos y John Knoebber donde se asegura que Cope donó su esqueleto y cerebro a la ciencia para ser designado el espécimen tipo. Desgraciadamente para los restos terrenales de Cope, otro humano ya había sido nominado a tener dicho honor. Bien, ¿si el tipo de la especie humana no era Cope, entonces quién?
Fotografía del paleontólogo Edward Drinker Cope
En 1959, con motivo del 200 anversario de la décima publicación de Systema naturae, el botánico y taxónomo William Thomas Stearn, en su artículo "The Background of Linnaeus’s Contributions to the Nomenclature and Methods of Systematic Biology" ("El trasfondo de las contribuciones de Linneo a la nomenclatura y métodos de la Biología Sistemática"), publicado en la revista Systematic Zoology, sugirió lo siguiente:
"By a coincidence quite unplanned the Society’s tenth anniversary has come in the same year as the 200th anniversary of the publication in 1758 of the first volume of the tenth edition of Linnaeu’s Systema Naturae, which is the internationally accepted starting-point of modern scientific zoological nomenclature. In that volume, published when Linnaeus was fifty-one, he first gave binomial names to all the species of animals known to him, nearly 4,400, including man. Since nomenclatorial purposes the specimen most carefully studied and recorded by the author is to be accepted as the type, clearly Linnaeus himself, who was much addicted to autobiography, must stand as the type of his Homo sapiens! This conclusion he would have regarded as satisfactory and just. As himself said, “Homo nosce Te ipsum”."
"Por una coincidencia no planificada, el décimo aniversario de la Sociedad ha caido en el mismo año que el 200 aniversario de la publicación en 1758 del primer volúmen de la décima edición de la obra de Linneo Systema Naturae, que es aceptada internacionalmente como el punto de partida de la nomenclatura zoológica científica moderna. En dicho volúmen, publicado cuando Linneo tenía cincuenta y un años de edad, fue el primero en dar nombres binomiales a todas las especies de animales conocidas para el, cerca de 4,400, incluyendo al hombre. Dado que por motivos de nomenclatura el espécimen más cuidadosamente estudiado y registrado por el autor -de la especie- debe de ser aceptado como el tipo, claramente -este es- el mismo Linneo , quien era adicto a las autobiografías el que ¡debe ser el tipo para su Homo sapiens! Esta conclusión es la que el mismo hubiera sostenido como satisfactoria y justa. Como el mismo dijo, "Hombre, conócete a ti mismo"."
Fotografía de William Thomas Stearn
Después de considerar esto, se llegó al acuerdo de que el buen Linneo debía ser aceptado para ser designado como el espécimen tipo de la descripción que el mismo hiciera 200 años antes. Hoy en día los restos de Linneo descansan en la Catedral de Uppsala en Suecia, se trata pues del tipo más importante de todos que no descansa en una gaveta de museo.
La tumba de Carl von Linné, el digno representante de la especie humana
Literatura recomendada:
The Background of Linnaeus’s Contributions to the Nomenclature and Methods of Systematic Biology. W. T. Stearn. Systematic Zoology, Vol. 8, No. 1 (Mar., 1959), pp. 4-22.
Cazadores de dragones. Historia del descubrimiento e investigación de los dinosaurios. José Luis Sanz García, 2007. ISBN: 978-84-344-5316-6. Editorial Ariel, Barcelona, 350 pp.