A inicios de este año, se publicó en la
famosa revista Nature un artículo1, donde se describen fósiles de un
excelente grado de preservación, procedentes de China que son las pulgas más
grandes que se hayan encontrado hasta hoy.
Figura 1. Reconstrucción de una pulga de este estudio (Pseudopulex magnus).
Las pulgas son un grupo de insectos parásitos que se
alimentan principalmente de sangre, misma que obtienen perforando la piel de
sus huéspedes con un aparato bucal modificado a manera de punzón succionador.
Existen cerca de 1,900 especies de pulgas modernas, adaptadas a parasitar
mamíferos y aves (ambos de sangre caliente). La talla actual de estos hexápodos
va de 1 a 10mm de longitud total.
Figura 2. Pulga típica (Ctenocephalides
canis).
El registro fósil de las pulgas es obscuro y sus
orígenes inciertos. Las más antiguas se situaban en el período Cretácico
superior, hace unos 65 millones de años y son de aspecto moderno. Se han
encontrado fósiles de pulgas de hace 144 millones de años (Cretácico inferior),
pero su identidad no ha sido plenamente corroborada por los especialistas, por
lo que se sospecha que posiblemente no son representantes de este grupo de
insectos.
Figura 3. Tarwinia
australis, una supuesta pulga del Cretácico descrita en 1986.
El hallazgo de pulgas más antiguas y mucho más grandes
que las modernas, por parte del Dr. Michael Engel y sus colegas de la
Universidad de Kansas, en Lawrence ha suscitado exaltación entre los
paleoentomólogos, que ahora pueden estudiar la morfología primitiva de estas
pulgas e indagar más en el pasado y la historia natural de este grupo
biológico.
Figura 4. Dr. Michael S. Engel, paleoentomólogo coautor del
estudio.
Los hallazgos del Dr. Engel proceden de dos
localidades fosilíferas distintas, ubicadas en China. La primera data del Jurásico
medio, de hace 165Ma y se ubica en la provincia de Daohugou. La segunda
localidad es del Cretácico superior de hace 125Ma y se sitúa en la provincia de
Huangbanjigou. Las pulgas encontradas en estos sitios miden entre 8 y 21mm, talla
que supera con creces el promedio de las pulgas modernas.
Figura 5. Tamaño de
los fósiles pulgas del Mesozoico, sostenidos por el autor principal del
artículo, el Dr. Huang Diying.
Los investigadores encontraron además, que estas
pulgas son diferentes a las modernas en un aspecto crucial: no podían saltar.
El hecho de que estos chupa sangre prehistóricos no pudieran saltar de huésped
en huésped haría que su estrategia de diseminación fuera diferente a la de las
pulgas modernas, teniendo que emboscar a sus desprevenidos hospederos para
poder aferrarse a ellos. A este respecto, el Dr. Engel piensa que estos
insectos quizá se “escondían en la periferia y luego se arrastraban con
esfuerzos hacia el nuevo huésped para alimentarse por breves períodos de tiempo,
antes de aferrarse a otro nuevamente”.
Figura 6. Árbol de
relaciones de parentesco entre las pulgas del Mesozoico de este artículo y
otras pulgas e insectos.
Las pulgas están preservadas en caliza de una forma
espléndida, pero esto no nos dice nada sobre una cuestión importante: ¿a qué
tipo de organismo parasitaban estos gigantes? La respuesta podría ser meramente
especulativa, de no ser por el exquisito grado de preservación de las piezas
bucales, mismo que permite su estudio y la determinación del grupo de
organismos que, con mayor probabilidad parasitaron estos bichos. En este caso,
el Dr. Engel señaló que “las piezas bucales tienen una capacidad de penetración
dérmica demasiado alta para haber sido usadas en la piel de los mamíferos y
aves de la época”, aunque “realmente parecieran tan duras que están
especializadas para abrirse paso en piel muy gruesa, tal como la de los
dinosaurios”, a esto el Dr. Huang comenta: (estas) “pulgas antiguas tenían pelos
más duros, garras fuertes y sifones para chupar la sangre más largos,
permitiéndoles chupar la sangre de los dinosaurios”.
Figura 7. Pulgas gigantes
del Jurásico de Daohugou. a-f, taxón sin nombre, "A". g-i, Pseudopulex magnus. a) Individuo hembra,
espécimen 154244b. b) Acercamiento a los pelos de la pata de 154244b. c) Acercamiento
a la antena de 154244b. d) Acercamiento a las partes bucales de 154244b. e) Individuo
macho, espécimen 154245. f) Acercamiento a las piezas bucales, tórax y cabeza
de 154245. g) Individuo hembra, espécimen 154247ª. h) Acercamiento de la antena
de 154247ª. i) Acercamiento a las piezas bucales de 154247ª. Barra de escala en
a, e y g de 2mm. Barra de escala en d, f, h & i de 1mm. Barra de escala en b
y c de 500μm. La: Laciniae (parte del tubo que perfora en la piel del huésped);
Lp: palpos labiales (parte de la boca que ‘toca’ y censa la piel del huésped), Si:
sifón (parte que succiona la sangre del huésped).
El equipo de investigación concluyó que las pulgas
en realidad evolucionaron para alimentarse de dinosaurios y que, con el tiempo,
adoptarían como nuevos huéspedes a los sobrevivientes a la extinción en masa
K/T, donde perecieran sus antiguos hospederos. George Poinar, paleoentomólogo
de la Universidad Estatal de Oregón, quien no estuvo involucrado en el estudio,
comentó que la única forma en la que podremos estar realmente seguros es
encontrar fosilizada a una de estas pulgas en el acto de succión en la piel de
sus huéspedes. Como fuere, el hallazgo no deja de sorprender por su calidad y
clarificación de los orígenes de las pulgas, esos molestos bichos modernos.
Figura 8. Pulgas
gigantes del Cretácico de Huangbanjigou. a-d, taxón aún no nombrado, “C”. a) Individuo
macho, espécimen 154249a. b) Acercamiento a las partes bucales de 154249a. c) Acercamiento
a la genitalia de 154249a. d) Individuo hembra, espécimen 154250a. Barras de
escala en a y d de 2mm. Barra de escala en b y c de 1mm. Gc: Gonocoxito (placas
para aferrar a la hembra) y Gs: Gonostilo (estilete del macho para insertar
esperma en la hembra).
Literatura referida
1Huang, D., M. S. Engel, C. Cai, H. Wu & A. Nel.
2012. Diverse transitional
giant fleas from the Mesozoic era of China. Nature. 7388(483) 201-204pp.