Bienvenidos a otro tema de esta sección. Si deseas consultar los anteriores "
10 cosas que probablemente no sabías de..." puedes hacer clic en el siguiente
vínculo. Así que sin más, comencemos.
10. Paleontología no es lo mismo que arqueología.
Aunque
parezca obvio para los paleo entusiastas, para la inmensa mayoría de las personas no es el caso. Y es que muchas
confunden a la paleontología con la arqueología. En este blog escribí un tema al respecto, si gustas leerlo puedes hacer clic en el siguiente
enlace. El caso es que
no son ciencias iguales, tienen diferencias importantes. Por ejemplo, la
paleontología estudia
fósiles que solo en pocas ocasiones son humanos, mientras que la
arqueología se enfoca principalmente en
vestigios dejados por seres humanos. Un paleontólogo difícilmente sabrá algo de vasijas y otros elementos culturales, del mismo modo que un arqueólogo encontrará la tarea de describir una nueva especie de pez del Carbonífero como toda una odisea.
Hay excepciones y a veces estas ciencias
trabajan juntas, como en el caso de la
paleoantropología o la
zooarqueología. Finalmente, cabe mencionar que la arqueología pertenece al grupo de las
ciencias sociales y las
humanidades, mientras que la paleontología pertenece al campo de las
ciencias naturales y
exactas. Y cabe aclarar que
ninguna es mejor que la otra, ambas son muy importantes, pero no hay que confundirlas.
Ahora lo saben, el buen Indiana no buscaba fósiles, sino reliquias de civilizaciones humanas (olviden que lo de los aliens pasó alguna vez). Foto de Rob Young.
9. La paleontología no sólo estudia dinosaurios.
La mayoría de las personas que no están familiarizadas (y alguno que otro despistado) creen que los paleontólogos solo estudian dinosaurios. En más ocasiones de las que recuerdo me han preguntado "¿a qué te dedicas?" y cuando les comento que soy paleontólogo, inmediatamente me preguntan que cuántos dinosaurios he descubierto. Luego de refunfuñar un poco, me dedico a explicar que no todos los paleontólogos trabajamos con dinosaurios y si el tiempo me lo permite, procedo a explicar que los paleontólogos trabajan con más de un grupo biológico. Claro, en este punto ya perdí la atención de todos y generalmente estoy hablando solo... Lector, ¿lector? No, no te vayas, mira, ¡un dinosaurio malote y un súper paleontólogo!
Fotografía de The Conmunity - Pop Culture Geek from Los Angeles, CA, USA.
Y ya que estamos en ello, la paleontología no sólo estudia animales. Este blog es pecaminoso y casi siempre habla de animales, específicamente de vertebrados y deja de lado flagrantemente a muchos otros grupos como:
Bacterias y algas unicelulares, estudiadas por la Micropaleontología.
Plantas y afines, estudiadas por la Paleobotánica.
El polen y las esporas, estudiadas por la Palinología.
Invertebrados de todo tipo, estudiados por la Paleontología de invertebrados.
Grupos no tan populares entre los paleoaficionados. Arriba izquierda, estromatolito fotografiado por James St. John. Arriba derecha, diatomea (un tipo de alga) fósil por Dhzanette. Abajo izquierda, polen fósil de Aquilapollenites attenuatus por Antoine D. Bercovici. Abajo derecha, amonite de Portugal por LMCoelho. La verdad es que el autor de este blog los deja un poco de lado porque es un tremendo ignorante en estos temas.
Y no sólo la paleontología estudia más grupos biológicos, sino que tiene muchísimos campos de estudio que sobrepasan a la dinosaurología (el estudio formal de los dinosaurios). Tales como: la paleobiología, paleoecología, paleoclimatología, estudio del ADN antiguo (digámosle paleogenética a falta de un nombre formal), bioestratigrafía, etcétera etcétera. Así que ya lo sabe estimado lector, la paleontología se trata de mucho más que sólo dinosaurios. Pasemos ahora a el siguiente punto.
8. La paleontología se vale de otras ciencias.
Un hecho simple y bien conocido por los paleontólogos, pero un tanto desconocido por los aficionados y el público en general es que la paleontología se vale de otras ciencias. La creencia popular es que el paleontólogo sólo sabe de paleontología, pero eso no es cierto. La paleontología es una ciencia integrativa. Es decir, no es una ciencia desnuda que trabaja en solitario, sino que integra los conocimientos de otras ciencias (un tanto más básicas) para poder funcionar. Para ser paleontólogo profesional, uno debe aprender (no memorizar, eso de nada sirve) un montón de cosas, cosas de ciencias como: Geología, Estratigrafía, Sedimentología, Zoología, Botánica, Bacteriología, Micología, Ficología, Taxonomía, Sistemática, Anatomía comparada, Anatomía descriptiva, Estadística, Mecánica, Geoquímica, Química, Fisiología animal, Fisiología vegetal, Biogeografía, Climatología, Bioquímica, Biología molecular, Genética, Embriología, Embriología comparada, Evolución, Etología, Ecología y mucho, mucho más.
Con todo lo que un paleontólogo tiene que saber para poder ejercer bien su carrera, acaban siendo verdaderos gusanos de biblioteca, sus hogares casi siempre son monumentos al libro. Oh, y se tornan más guapos y sensuales, olvidé mencionarlo.
7. La mayoría de los paleontólogos se especializa en un grupo particular de organismos.
La era de los grandes sabelotodo (en el mejor de los sentidos y no como un ignorante resentido) llegó a su fin conforme la era de la comunicación se desenvolvió y con el creciente tsunami de conocimientos que se generaba. De tal forma que los últimos paleontólogos que lo supieron todo vivieron hasta finales de siglo XIX.
Joseph Leidy fue sin lugar a dudas el último paleontólogo que lo supo todo. Murió el 30 de abril de 1891 en Filadelfia, Pensilvania a la edad de 67. Un libro sobre su obra es este.
Hoy, nadie puede aspirar a saber un décimo de lo que supo Leidy. Y es que, la tendencia de ser experto en todo desapareció y abrió paso a la era de la especialización. Gracias a ello, los paleontólogos modernos saben mucho de poco. Es decir, son especialistas. El mismo paleontólogo que describe una nueva especie de hipopótamo no puede (por lo general) aspirar a describir (adecuadamente) la microestructura de la madera fósil de una benetita del Jurásico. El "pobre" se ha especializado. Pero ¿qué no nos enseña el registro fósil que la especialización conlleva a la extinción? En este caso no. La especialización permite que hayan más y más paleontólogos. De hecho hoy hay más paleontólogos que nunca antes y eso es muy bueno para la ciencia. Pero se vuelve un problema cuando tratas de buscar trabajo, pero venga, que no sacaré mis traumas por hoy (*seca sus lágrimas*).
6. Los organismos completos son la excepción.
A no ser que se trate de paleontólogos que estudien fósiles microscópicos, la colosal mayoría de los restos de organismos macroscópicos (los visibles a ojo desnudo) son fragmentarios. La imagen de los esqueletos completos fue propiciada en un inicio por los museos que tenían exposiciones con restos completos y/o restaurados para parecer completos.
Bellísimas exposiciones como esta generaron la idea que los fósiles se encontraban completos en el suelo, esperando a ser sacados.
El "tiro de gracia" se dio en 1993 con el evento más grande de popularización de la paleontología desde la era de los museos. ¿Qué pasó? Pues llegó la cinta Jurassic Park y mostró que excavar un dinosaurio es tan fácil que hasta con las manos se puede hacer. Y no sólo eso, sino que mostró que los restos aparecen siempre completos. Desde el "raptor" esquelético que se excava casi místicamente, hasta los "raptores" enterrados en el suelo y sólo visibles con un radar mágico, todos estaban enteritos.
Estas escenas no sólo contribuyeron a que yo fuera paleontólogo, también hicieron que recientemente un señor entrara en nuestro laboratorio y nos dijera "¿y para qué juntan puros pedacitos?" refiriéndose a nuestra colección paleontológica. Imagen propiedad de Universal Studios.
La "triste" realidad que cualquier paleontólogo de confianza puede constatar es que en campo, rara,
rarísima vez encuentras algo completo, articulado y posando. Claro,
hay excepciones (y si vienes a comentar que tú si has excavado así, te digo de una vez: te odio e ¡invítame a excavar!). Pero OJO, esos "
pedacitos" tan comunes no son inútiles, son valiosos y producen mucha información. Para aprender un poco más sobre estos "
trocitos de historia" puedes hacer clic en
este enlace.
5. Sin la paleontología la extinción hubiera sido un concepto más tardío.
Hoy casi todos sabemos qué es la extinción biológica, o por lo menos tenemos idea de qué va el asunto. Pero no siempre fue así. Hubo un tiempo "inocente", una era en la que la extinción era un fenómeno completamente desconocido. ¿Cómo? se preguntarán. Pues es que la gente no sabía de la existencia de los fósiles y por lo tanto, no sabían que habían tantos bicharrajos raros (y plantas) que ya no existían.
Imagina la cara de asombro de los pobres mineros que en 1770 desenterraron este monstruoso cráneo. ¿Qué habrán pensado? Hoy la gente piensa "¿cuánto me pagarán por él? pero en ese entonces seguro que pensaron que aún existían estas criaturas.
Pero además, no había pasado suficiente tiempo como para que las ilustres sociedades victorianas le dispararan a todos los bichos de una especie como para extinguirla a punta de plomo. Y finalmente, la idea generalizada de un creador perfecto que no podía permitir que el hombre (o cualquier otra fuerza que no fuera el mismo creador) exterminara su creación, era regla. Por ello, nadie sabía nada de la extinción.
"Mira Adán, un Aepycamelus en el fondo"... Pintura de Jan Breughel (II).
Eso fue hasta que llegaron los mugrosos científicos a arruinarlo todo. Encontraban cada vez más y más especies que no eran encontradas vivas por ningún lado. Incluso, se cuenta que cuando Darwin envió piel de perezoso gigante de Sudamérica a Inglaterra, la reina demandó que le mandaran uno de esos animalejos vivos. Fue entonces que se comenzó a sospechar que muchas especies se extinguían y jamás volvían a aparecer. ¿Entonces sin los fósiles jamás hubiéramos sabido que las especies se extinguen? No, pero de seguro nos hubiéramos tardado más en enterarnos y quizá hubiera sido luego de habernos cargado decenas de miles de especies. Este es el papel casi nunca reconocido a la paleontología por parte del conservacionismo moderno.
4. Hay más de una forma de volverse paleontólogo.
Sucede muy a menudo que quienes quieren estudiar para ser paleontólogos profesionales buscan la carrera de paleontología en su país y no la encuentran. Este es el caso particular de México y otros países de Centro y Sudamérica. Otros cuantos piensan que si uno no tiene escrito en el título "Señor Don Paleontólogo", su profesión no es válida. A mi me tocó un simpático personaje que me preguntó "¿y qué carrera estudiaste?", le dije "Biología" y procedió a decirme "entonces no eres paleontólogo", luego dije "si, porque en eso hice mi especialidad, verás, hay muchos tipos de..." *me interrumpe salvajemente* "NO, entonces NO eres paleontólogo".
Por más que quise hacer eso, no pude... no había mesas cerca.
Pero la realidad es que son pocos los países y las universidades hispanoamericanas que ofrecen la carrera como tal. ¿Significa eso el fin de los sueños y aspiraciones de muchos o que hay muchos falsos paleontólogos? Nop. Pues resulta que para ser paleontólogo hay más de un camino. Aparte del camino amarillo que lleva a un título con la palabra paleontología en él, existen dos rutas alternativas a Oz. La primera está llena de rocas y es: estudiar geología. Los paleontólogos que estudiaron esta ciencia terminan por lo general siendo paleontólogos de invertebrados. El otro camino está lleno de alimañas y es: estudiar biología. Los paleontólogos que se formaron como biólogos generalmente acaban siendo paleontólogos de vertebrados o de plantas. Y aunque muchos claman que una cosa es mejor que la otra, yo tengo que ser imparcial e informar que ninguno de esos paleontólogos es mejor que el otro, ambos tipos son necesarios para estudiar la vida del pasado.
Ya sea con piedras o con bichos, hay dos caminos generales para ser paleontólogo. El de los bichos produce a los más guapos claro...
Ahora un pequeño caso real en México:
La SEP (Secretaría de Educación Pública) por medio de la Dirección General de Profesiones (DGP) emite cédulas profesionales que son de carácter legal. Es decir, permiten que el profesionista ejerza de forma legal. Que un biólogo haga un inventario faunístico o que un médico haga una cirugía. Yo no puedo operar a nadie como biólogo que soy, pero ningún médico puede ser el curador de una colección de paleontología. Esto es un reconocimiento legal, no una limitación de funciones. De tal forma, un Licenciado en Biología puede ejercer dentro de sus facultades como Paleontólogo, Ornitólogo, Entomólogo, Malacólogo, Botánico, Micólogo, Bacteriólogo, etc. Este estatus legal NO es restrictivo hacia la academia. En la academia no hace ninguna diferencia que la cédula diga "Biólogo", "Geólogo" o "Paleontólogo", la academia no se lleva por estas disposiciones legales. De otro modo, no habría ningún zoólogo mexicano por ejemplo.
3. Los fósiles son más que sólo huesos.
Quizá una de las creencias más arraigadas en la sociedad acerca de los fósiles es que son "huesos viejos". Cuando pregunto qué otros tipos de fósiles conocen, casi siempre mencionan dientes, pero nada más. Hasta ahí llega el conocimiento de la mayoría sobre fósiles. Quizá sea culpa de los que divulgamos o no, pero existen más tipos de fósiles. Ahora, un pequeño listado en unas cuantas imágenes:
Tipos de fósiles 1. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, conchas (foto por Daderot), exoesqueletos (por Jason Boddy), impresiones vegetales (por Daderot), impresiones animales (por Daderot), madera petrificada (por Andrew Curtis), ámbar con inclusiones (por Kaldari).
Tipos de fósiles 2. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, huella (foto por Ballista), sendero de huellas o rastro (por Keith Burns), polen de Alnus speciipites (por U.S. Geological Survey), madriguera con todo y su constructor (por Claire H.), rastro de alimentación de trilobite (por Luis Fernández García) y diatomea fósil (por Hannes Grobe).
Tipos de fósiles 3. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, huevos (foto por Daderot), embrión (por 乌拉跨氪), plena cópula (por Klimov y Sidorchuk {2011} An enigmatic lineage of mites from Baltic amber shows a unique, possibly female-controlled, mating), esperma fósil (por Matzke-Karasz et al. {2014} Subcellular preservation in giant ostracod sperm from an early Miocene cave deposit in Australia), pluma (por Tommy "the paleobear") y pelo (por Daderot).
Tipos de fósiles 4. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, escamas de pez (foto por Ghedoghedo), escamas de reptil (por Paleopod), fósil preservado en alquitrán (por Kevmin), 'momia' congelada de ardilla (por Ryan Somma), vómito fósil de ictiosaurio (por Patrick Barth) y coprolito o excremento fósil (por Poozeum).
Estos no son todos los tipos de fósil que existen. Faltan los fósiles químicos, los urolitos (marcas de orina fósil) y muchos más. Si te interesa saber más al respecto, te recomiendo el artículo en la página número 13 de
este link.
2. Rara vez la paleontología brinda respuestas certeras y/o absolutas.
Lo fácil siempre seduce más que lo difícil y a este respecto, la paleontología es un monstruo horrendo antisensual que es anunciado como la supermodelo más guapa del mundo. Es decir, en los medios como documentales, revistas y páginas de internet se presentan "hechos" paleontológicos que son repetidos una y otra vez como verdades absolutas.
Imagen de la paleontología ante el público general y los fanboys. Algo hermoso, simplón y muy fácil de hacer, con respuestas simples como "claro que si amiguito" o "no, eso no pudo ser jamás pequeño(a) príncipe(princesa)".
Algunas de esas supuestas verdades incluyen éxitos como "es poco probable que Tyrannosaurus rex hubiera tenido plumas", "Deinonychus era un feroz depredador gregario", "Los dinosaurios eran de sangre caliente", "Anomalocaris era el depredador más temible de su tiempo", "Gastornis (alias Diatryma) era una feroz depredadora de caballos", "Liopleurodon medía 25 metros de largo", "Los humanos tienen 2 millones de años sobre la tierra", "Los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años", "Los humanos extinguieron a la megafauna del Pleistoceno", "Spinosaurus tenía las patas traseras largas", "Los dientes de sable rugían y eran gregarios", etc.
La paleontología real no es muy atractiva para el público general y los fanboys. La gente quiere cosas sencillas, respuestas absolutas y cero frases que empiecen con "posiblemente..." y prosigan con cosas aburridísimas como "por que...". Imagen de Toonverctors.com
Y es que odio romper su corazón, pero en realidad muchas de esas afirmaciones son falsas o bien, son de carácter muy, muy dudoso. La paleontología como toda ciencia, no presenta afirmaciones absolutas y sus descubrimientos son constantemente actualizados y reemplazados por nuevos conocimientos. El problema viene cuando se quiere una respuesta rápida a una pregunta "sencilla", pues muchas veces no existe respuesta a esa pregunta y para poder responderla se requieren ensayos que aún no se practican o que son difíciles de hacer. Y en la mayoría de las veces, la respuesta a las preguntas paleontológicas es "aún no se sabe". Esta es una de las caras menos atractivas de la paleontología, pero es su cara real. Desconocemos mucho. Pero como en toda ciencia, estamos trabajando para resolverlo. Pero vayamos al punto 1 que es quizá el más interesante.
1. La paleontología no inició como una ciencia.
Así es. Por difícil que parezca, la paleontología en sus humildes inicios no era una ciencia, era un hobby. Resulta que ni siquiera el término fósil tenía el significado moderno, que está limitado a restos orgánicos dejados por organismos pretéritos y se se conserva en el registro de rocas. Que va, antes un fósil era cualquier cosa que estuviera enterrada. El origen de la palabra fósil es francés, con la palabra "fossile" que derivaba a su vez del latín "fossilis", que significa "algo desenterrado". Y en los albores del siglo XVII un fósil podía ser una piedra con forma curiosa, un mineral, puntas de flecha, vestigios artesanales antiguos y de cuando en cuando, un fósil real.
Fósiles de ayer... las rocas con formas curiosas como de cabezas de pato (foto de portablerockart.blogspot.com), herramientas líticas (foto por Gerbil), minerales (foto de RRUFF Project) y elementos arquelógicos (foto por Heironymous Rowe) eran considerados fósiles. Y ahora una anécdota.. Resulta que aún hoy en muchos foros de internet, la gente cree que tienen fósiles muy interesantes, cuando en realidad sólo tienen una roca de forma curiosa, me tocó un personaje que se molestó con todos los que le dijeron que su roca pulida no era un embrión de pterosaurio.
Luego llegó don
Nicolás Steno y tomó las llamadas "
lenguas de piedra", las estudió y concluyó en 1667 que eran dientes de un
tiburón antiguo y no lenguas de piedra como se pensaba literalmente. Con este estudio y sus afirmaciones se llegó a la conclusión que la muchos de los así llamados fósiles,
eran en realidad antiguos organismos vivos. Fue entonces (aunque no de inmediato) cuando los "fósiles" de la imagen anterior, dejaron de ser llamados fósiles y el término quedó limitado a restos orgánicos pretéritos.
El buen Steno y la ilustración que usó para demostrar que las "lenguas de piedra" eran en realidad 'dientecillos' de un tiburón.
Pero aún y con el avance de Steno, la paleontología aún no había surgido como ciencia. Es más, la palabra aún no se inventaba... pasarían
¡155 años! para que se inventara el término. Éste surgió en
1822 en
francés (de nuevo) como "
Palæontologie" y fue inventado por
Henri Marie Ducrotay de Blainville, que era un zoólogo y anatónomo francés (y estudiante del inventor de la anatomía comparada, Georges Cuvier) que por aquel entonces fungía como editor de la revista "
Journal de Phisique"..
En esta página se plasmó por primera vez el uso de la palabra "paleontología". En el primer párrafo leemos: "Palæontologie. La gran preponderancia sobre el estudio de la Geología se mantiene en las ciencias naturales y se forma un tipo de escuela que permite el estudio de los cuerpos orgánicos fósiles para distinguir formaciones de sedimentos, teniendo una gran cantidad de trabajos en esta rama de la historia natural.".
Si lo leemos literal, la paleontología surge como una
rama de la geología, destinada a correlacionar estratos. Pero si continuamos con la lectura, veremos que Blanville menciona "
Vayamos primero a la segunda edición de las investigaciones del maestro Georges Cuvier, de las osamentas fósiles de cuadúperos vivíparos y ovíparos; que publicó en dos volúmenes"... Por lo que la paleontología no sólo trata de fósiles en estratos y su utilidad para relacionar los mismos, sino que el estudio mismo de los fósiles es parte de la paleontología. Y así es como ha sido desde entonces.
Blainville fue el señor que se inventó la palabra "paleontología", ésta se volvió extremadamente popular en Europa al poco tiempo de su invención en 1822.
Desde entonces, existen paleontólogos que se hacen preguntas sobre el pasado de la vida en el planeta y estudian los restos dejados por esos organismos, para tratar de responder a esos cuestionamientos y encontrar sentido al mundo vivo del pasado distante.