¿Quién ganaría una batalla épica entre estos dos mega vegetarianos? Nah, la verdad es que este tema no se trata de esa cuestión. La cosa es esta, yo trabajo con bisontes fósiles y a menudo me topo con un asunto escabroso... El nombre común de los bisontes a veces es "búfalos". Mi "confusión" empezó desde niño, cuando mis padres eran ávidos consumidores de una salsa que lleva por nombre "búfalo". Pero resulta que ¡el logo es un bisonte! Y como este, hay decenas de casos. Sin saberlo, varios años después acabaría trabajando con los fósiles de los parientes extintos de estos peludos... entonces surgió la pregunta ¿qué nombre es correcto?
La "malévola" salsa que 'difama' a los bisontes del mundo.
Ya en un tema pasado abordé la problemática de los nombres comunes. Entonces ¿por qué hablar ahora de los bisontes? Pues porque son mis pequeñines y me importan. Además de que seguido me preguntan si son bisontes o búfalos, revelando que el malentendido está muy difundido en la sociedad no científica.
Brian se transforma en un "búfalo" tras un viaje en el tiempo que salió mal (les entregan armas de fuego a los nativos estadounidenses). Imagen propiedad de Fox.
Para explorar esto hay que revisar la historia del descubrimiento y nombramiento de estas criaturas. Pues resulta que los bisontes se descubrieron un tiempo después del descubrimiento de américa. Algún informado sabrá que en el viejo mundo también hay bisontes (Bison bonasus), pero a estas criaturas les decían "wisent", que viene del germano "wisunt" o "wisant". Su nombre surgió en el siglo XIX debido a que su nombre original desapareció en la edad media al tiempo que su rango de distribución lo hacía y la especie casi se extingue (por lo que nadie los veía ni nombraba). Y que les dijeran bisontes fue producto de que se reconoció que eran parientes de aquellos del nuevo mundo y de la casualidad tremenda que en inglés "bison" y "wisent" son palabrejas muy similares en pronunciación (jeje vaya cosas).
Bisontes eurasiáticos (Bison bonasus) en una granja de reintroducción ubicada en el macizo Altái. Fotografía de Alexandr frolov.
Así que examinemos ahora al norteamericano. Resulta que bisonte es una palabra de origen griego que significa "similar a un buey" y fue usada para estos animales a partir de 1774. Por otro lado, la palabra búfalo (aplicada a los bisontes americanos) es de origen francés (bœufs) y significa "buey". La diferencia es que esta palabra que surgió con los maestros peleteros de Francia al trabajar con pieles de bisontes en 1625. A primera vista pareciera que entonces búfalo es la palabra indicada, pero analicemos a mayor detalle.
Una casual pila de cráneos de bisontes de las matanzas de 1870's en Estados Unidos. Los cráneos se usarían como fertilizante y las manadas se eliminaron para abrir paso a las domésticas vacas. Imagen propiedad de la "Burton Historical Collection", de la Biblitoeca Pública de Detroit.
A diferencia de los nombres científicos, los nombres comunes no tienen prioridad temporal, sino prioridad de congruencia y uso. En este sentido, los únicos que tienen derecho de seguir llamando búfalo al bisonte norteamericano son los estadounidenses (y sólo en su idioma). Aunque hay discrepancia entre ellos, pero mi objetivo es para con las personas de habla hispana (pues en los herederos de las lenguas romances está la respuesta, ya verán por qué).
Un búfalo participa en una molesta turba que persigue a Steve Anita Smith por una venganza mal planeada. Imagen propiedad de Fox.
Siguiendo con el análisis de la palabra "búfalo", el American Heritage Dictionary nos dice que la palabra se usó por primera vez en Europa, durante la antigüedad tardía (entre los siglos IV y VIII) para designar al recién introducido bóvido asiático Bubalus bubalis (conocido hoy como búfalo de agua). Dado que este evento precede al uso de la palabra francesa de siglo XVII, entonces el "dueño original del nombre" es el Bubalus bubalis. Veamos a mayor detalle ésto.
Búfalos de agua arando en Camboya. Fotografía de NeuCeu.
La historia de la palabra surge con el griego "boubalos" (donde se usó para designar antílopes), luego se trasladada al latín clásico "būbalus" (y se usa para designar antílopes y uros), se convierte en latín vulgar como "būfalus" (siendo usada para el búfalo de agua [Bubalus bubalis] introducido desde Asia) y de ahí se translada a tres idiomas: al italiano como "buffalo" y al portugués y español como "búfalo" (siendo usada aún únicamente para el bóvido asiático doméstico). Luego, los angloparlantes robaron tomaron prestada la palabra y la aplicaron sin más al bisonte americano (no conocían a su primo europeo), esto en el siglo XVII. De nuevo, el primero al que se le llamó búfalo es al búfalo de agua.
De esta manera, los angloparlantes crearon un "problema" de nombre común. Uno que no existía en español. De tal forma, los hispanoparlantes estamos replicando un meme incorrecto con el nombre si usamos la palabra búfalo para designar al bisonte americano. De hecho, desde una perspectiva científica, los naturalistas no estadounidenses que estudiaron al bisonte americano, no lo nombraron como búfalo. Tal es el caso que Linneo, el autor de su nombre científico, lo bautizó como Bos bison. Nombre que después cambiaría a Bison bison (pues estaba en griego y no designaba al bóvido asiático, conocido desde mucho antes como búfalo). Y es precisamente lo que muestran los estudios filogenéticos, que Bos y Bison son géneros hermanos y son lejanos al género Bubalus. De tal forma, algunos aún usan el nombre de 1758 "Bos" bison, para designar al animal.
Curiosamente, los otros miembros del género Bubalus no se denominan búfalos (excepto por el ancestro silvestre del búfalo, Bubalus arnee, denominado "búfalo de agua silvestre"), pues se llaman según los nombres locales (recordemos que la palabra búfalo nació en Grecia). De tal forma, B. depressicornis se conoce como "anoa de tierras bajas". B. quarlesi es el "anoa de montaña" y B. mindorensis es el "tamaraw".
De tal forma, el nombre correcto de la especie Bison bison en castellano debe ser bisonte. Y ahora un resumen en imágenes:
Así que ya lo sabe estimado lector. Si escucha a alguien diciéndole búfalo a un bello Bison bison, puede mostrarle este artículo o contarle la historia.
Y ¿qué tiene que ver esto con la geología? Pues que los bisontes son marcadores bioestratigráficos importantísimos en la Norteamérica continental no beringiana. Cuando uno de ellos se encuentra en asociación con otros bichos del Pleistoceno, sabes que estás en un estrato de la edad de mamíferos conocida como Rancholabreano. Y al saberlo, sabes también que tu estrato (si no está reelaborado o retrabajado) tiene entre 160,000 y 9,500 años de antigüedad. Quizá parezca poco a primera vista, pero este fósil índice (Bison spp.) es el megamamífero más importante en la estratigrafía del Pleistoceno tardío de Norteamérica y ahorra costosos estudios radiométricos para fechar y supone un gran utilidad, pues a veces no hay nada qué fechar (no hay rocas volcánicas o los huesos carecen de colágeno para hacer pruebas de radiocarbono).
Un búfalo en Tailandia, fotografía de Da.
De esta manera, los angloparlantes crearon un "problema" de nombre común. Uno que no existía en español. De tal forma, los hispanoparlantes estamos replicando un meme incorrecto con el nombre si usamos la palabra búfalo para designar al bisonte americano. De hecho, desde una perspectiva científica, los naturalistas no estadounidenses que estudiaron al bisonte americano, no lo nombraron como búfalo. Tal es el caso que Linneo, el autor de su nombre científico, lo bautizó como Bos bison. Nombre que después cambiaría a Bison bison (pues estaba en griego y no designaba al bóvido asiático, conocido desde mucho antes como búfalo). Y es precisamente lo que muestran los estudios filogenéticos, que Bos y Bison son géneros hermanos y son lejanos al género Bubalus. De tal forma, algunos aún usan el nombre de 1758 "Bos" bison, para designar al animal.
El majestuoso bisonte. Fotografía de Katsrcool.
Curiosamente, los otros miembros del género Bubalus no se denominan búfalos (excepto por el ancestro silvestre del búfalo, Bubalus arnee, denominado "búfalo de agua silvestre"), pues se llaman según los nombres locales (recordemos que la palabra búfalo nació en Grecia). De tal forma, B. depressicornis se conoce como "anoa de tierras bajas". B. quarlesi es el "anoa de montaña" y B. mindorensis es el "tamaraw".
De tal forma, el nombre correcto de la especie Bison bison en castellano debe ser bisonte. Y ahora un resumen en imágenes:
Cómo el nombre de bisonte llegó a Bison bonasus.
Cómo el nombre de búfalo llegó a Bubalus bubalis.
Cómo el nombre de búfalo llegó a Bison bison... El malentendido es creer que el Buffalo (en italiano) es lo mismo que el Bœufs (francés). El error ha sido replicado por los hispanoparlantes que copian el Buffalo (inglés) y lo equiparan con el búfalo (castellano) que siempre fue un referente a Bubalus bubalis. Por otro lado, los académicos angloparlantes han reconocido este error y comienzan a llamar al búfalo (pronunciado "bóffalo") como bison (pronunciado "baison").
¡Que los bisontes lleguen a su corazón!
Y ¿qué tiene que ver esto con la geología? Pues que los bisontes son marcadores bioestratigráficos importantísimos en la Norteamérica continental no beringiana. Cuando uno de ellos se encuentra en asociación con otros bichos del Pleistoceno, sabes que estás en un estrato de la edad de mamíferos conocida como Rancholabreano. Y al saberlo, sabes también que tu estrato (si no está reelaborado o retrabajado) tiene entre 160,000 y 9,500 años de antigüedad. Quizá parezca poco a primera vista, pero este fósil índice (Bison spp.) es el megamamífero más importante en la estratigrafía del Pleistoceno tardío de Norteamérica y ahorra costosos estudios radiométricos para fechar y supone un gran utilidad, pues a veces no hay nada qué fechar (no hay rocas volcánicas o los huesos carecen de colágeno para hacer pruebas de radiocarbono).