Vivimos en la era de la información, de eso nadie tiene dudas. Con las herramientas adecuadas, cualquier persona sobre la faz de la tierra puede acceder a casi cualquier tipo de conocimiento, desde una receta de cocina tradicional mongola, hasta los fundamentos de la teoría de cuerdas. Ahora ya ni el lenguaje resulta ser una barrera infranqueable, pues los traductores nos ofrecen la posibilidad de entender un texto en cantonés o en inglés.
"Pequeño" esquema representativo de Internet basado en la información obtenida del sitio opte.org. Imagen propiedad de The Opte Project.
Y sin embargo, somos los seres humanos más perezosos vivos. La mayoría de nosotros no tomará un libro ni por accidente o no leerá más allá de lo que los profesores nos "obliguen" a leer. Afortunada o desafortunadamente, leer está de moda. Eres un chico o chica cool si te has recetado los libros que engendraron varias franquicias cinematográficas o de TV.
Algunos libros que está de moda leer. Portada del Señor de los Anillos de Editorial Minotauro. Portada de Harry Potter de Editorial Salamandra. Portada de Canción de Hielo y fuego de Editorial Gigamesh. Usados con fines educativos, derechos de autor reservados de cada casa editorial.
Cualquier visitante del pasado (y ni siquiera tan remoto) quedaría impactado al ver que cualquier persona puede expresar lo que le de la gana en casi cualquier parte del mundo (e incluso
fuera de él) por medio del internet. Y aquí destacan las
redes sociales. Podemos encontrar de todo, YOLOs en FaceBook, poderosas reflexiones intelectuales en Twitter, impactantes fotos de comida y café en Instagram, videos de personas cuasimatándose en YouTube, cosas relacionadas al trabajo de nerds y empleados en LinkedIn, obesos pensamientos frikis en Blogger, fotos del rancho más recóndito de la tierra en Flickr, estados de empleados de Google en Google+, etc. Y es que estas redes sociales
son tan buenas o malas como sus usuarios. La información que por ellas fluye puede resultar realmente importante o ser simple y llana basura, pues igual se comparten avances para la especie que mentadas de madre. Pero centrándonos en el tema paleofriki (que de eso es este blog). ¿Qué es lo que lee y comparte el paleofriki ordinario?
Algunas redes sociales populares. Crédito de la imagen de culturiarte.com
La mayoría de nosotros comparte, da like, twitea (o cualquier término equivalente) información que resulta del agrado propio, una imagen, un artículo de divulgación, una frase, etc. En el caso del paleofriki, lo hacemos con información de este campo o similares. Pero debemos tener cuidado. La inmensa mayoría de esos contenidos no son generados por las personas que los comparten sino que, son interpretaciones de fuentes primarias (en el mejor de los casos). Todos somos humanos (hasta ahora) y como tales, metemos la pata. Ahora imagine que esa metida de pata se perpetúa una y otra vez porque es compartida sin el menor reparo. Suena fantástico, pero es la triste realidad.
Palaeos, la historia de la vida en la tierra es uno de esos "cochinos" sitios que son hechos por un gordo friki. Y ni se diga de su filial en FaceBook "Paleontología de Vertebrados".
¿Qué tiene de malo informarse de fuentes secundarias, terciarias, cuaternarias, etcétera? Casi nada, sólo tres salvos detalles. El primero es que tal cual funciona el juego del teléfono descompuesto (escarrachado, rotomalogrado o como se llame en tu país), la información se va alterando más y más. ¿Confiaría usted en el testigo de un crimen que en realidad no vio nada, sino que le contó el amigo de un amigo? No se preocupe, las cortes tampoco confían en él. Entre más baja la información y se altera, menos fiel nos llega y en esta línea de transmisión pueden producirse errores muy serios. Consideremos un ejemplo. Una cadena de noticias se informa del hallazgo de un nuevo dinosaurio, entrevista al paleontólogo y éste dice que "de cariño le pusimos la gallina del infierno, pero no es que fuera una gallina, sino que tiene un pico sin dientes que nos recuerda a una y dado que la formación geológica donde se descubrió el animal lleva por nombre Hell Creek, el apodo cuadra". Al poco tiempo, otros medios se percatan que la noticia es importante y "pegajosa", pero ya no pueden (o no quieren) entrevistar al paleontólogo, por ello y por razones de espacio deciden acortar a "El Dr. Fulanito dice que se descubrió a la gallina del infierno, un dinosaurio emparentado con las aves". Otros medios de información deciden propagar la interesante noticia y anuncian "Científicos descubren al ancestro de las gallinas, la gallina del infierno". El científico jamás dijo que era una gallina o un ancestro, pero (y como decimos en México) se corrió el chisme. Este burdo ejemplo es real y sólo uno de millares que pululan la red.
El pobre Anzu wyliei ni era una gallina, ni vivió en el infierno. Paleoarte de Elijah Shandsheight.
Otro problema de obtener información no de la fuente principal es la interpretación y el sesgo del difusor. Este problema nace cuando quien difunde no tiene el entrenamiento requerido o la mentalidad crítica suficiente como para delinear un perfil claro y no sesgado de la información. Y no estoy diciendo que hay que ser experto en mecánica cuántica o en el Gran Colisionador de Hadrones como para darse cuenta que la "partícula de Dios" lleva un nombre alegórico y que no crea nada, sino que hace que la materia interaccione con el Campo de Higgs para ganar una pequeña parte de su masa. Los prejuicios afectan a la ciencia, sólo vaya a una página de biología en un contexto creacionista, a una de vacunas donde se dice que causan autismo, a una de astronomía y física planetaria bajo la premisa de "la tierra es inmóvil y el centro del universo", etc. El prejuicio es malvado y nos regresa a una era precientífica (unos polvosos 300 años o más, al obscurantismo).
Modelo de la colisión entre dos protones que resulta en el "nacimiento" del Bosón de Higgs (así es, no se llama partícula de Dios. Crédito de la imagen: Lucas Taylor.
El factor final es la ignorancia. Esta temible palabra es motivo de trifulcas a muerte cuando se saca a colación en un debate, pero no debiera de ser así. Todos somos ignorantes, en mayor o menor medida, pero más ignorante es el que no sabe que es ignorante y peor es el sujeto que sabe que es ignorante pero pretende y aparenta no serlo. ¿Cómo afecta la ignorancia? Simple, propaga datos erróneos o se entromete en una línea argumental, haciendo del discurso algo vano, fútil y vacío. Nadie debería argumentar sin elementos. Pero como el monito desnudo y peleonero que somos, nos encanta "debatir" por "debatir" (entrecomillo debatir, porque eso no es un debate, es una pelea de vecinas). Mi hábitat es FaceBook (y Blogger) y le sorprendería ver la cantidad de páginas que siembran ignorancia disfrazada de ciencia y específicamente de Paleontología, como si ponerle a una página así, la convirtiera mágicamente en ciencia.
"Paleontología de vertebrados", nuestra filial, NO es una página de ciencia (y para el caso tampoco esta). Es una página de DIVULGACIÓN de la ciencia, que es muy diferente. Sólo si se compartieran puros artículos científicos, informes técnicos y libros con arbitraje sería tal cosa.
Dentro del paleofrikismo hay muchas cosas de moda y una de esas es ser un "científico", que significa tener opiniones dentro de asuntos científicos. Lamentablemente, eso no es ser un científico, eso es ser un fanboy de la ciencia. Un científico tampoco lo es en automático porque estudió una carrera científica. Un Científico (con C capital) es aquel individuo cuya filosofía es la científica y que se hace preguntas científicas. ¿Qué tipo de filosofía? Para no hacer otro tema, las nombro: realismo (las cosas y fenómenos existen independientemente del observador), empirismo (sólo lo que se demuestra y no lo que se piensa forma el conocimiento), materialismo (el universo existe y da origen a sus elementos [i.e. las ideas no generan al universo]), naturalismo (la naturaleza es todo lo que existe [i.e. lo sobrenatural no existe]), escepticismo (dudar de aquello que no dispone de evidencias), etc. No es necesario publicar artículos científicos para ser científico (aunque ayuda muchísimo y culmina la labor científica), ni hacer descubrimientos o inventos (la mayoría de estos elementos fueron encontrados y fabricados por no científicos y aún lo hacen).
Científico no es aquel que usa batas y mira a través de microscopios. Imagen de uso libre y de autor desconocido.
¡Maldito elitista! Me podrán decir, pero nada más lejos de la realidad. Si presta atención, no estoy diciendo que sólo alguien con título universitario y publicaciones o reconocimiento internacional es un científico. Vaya, muchos niños lo son hasta que los transformamos. Pero ¿de qué sirve ser científico? De mucho, pues estamos entrenados para ver errores en el proceso de generación de la ciencia (Método Científico), tenemos cualidades y aptitudes que nos permiten ver más allá del velo, de tal forma que somos capaces de distinguir una conjetura u opinión de un hecho. Y es este el punto al que quería llegar. Si usted puede hacer esto, sostiene las filosofías que mencioné como propias y es capaz de hacerse preguntas capaces de ser respondidas por la ciencia, entonces FELICIDADES, es usted un científico.
Método científico explicado de forma simple. Imagen de autor desconocido, fuente original: https://www.facebook.com/hiperciencia
Si usted anda buscando ciencia, búsquela de manos de aquellos que tienen formación científica. ¿Dejaría que un amante de la cirugía le operara del corazón si no es un médico entrenado? Yo tampoco. Ahora que si lo que busca son opiniones, la red tiene de sobra y más las redes sociales. Pero lo importante es no perder el foco. Por más "experiencia" que tenga alguien que no es paleontólogo, difícilmente le podrá resolver dudas paleontológicas serias. Distingamos pues entre el "yo creo que..." y el "yo sé que..." (o su gemelo más modesto "se sabe que..."). En este blog se hace la distinción entre opinión y hechos (pues el autor vive con eso presente), por ello los artículos que son de opinión, tienen dicha etiqueta (como este).
Y no estoy diciendo que lo demás no sirva NO. Sino que es altamente probable que usted esté recibiendo información con alguno de estos elementos perjudiciales a la transmisión de información fiel (teléfono descompuesto, sesgo, ignorancia, conjeturas, opiniones).
Espero que este tema no los orille a dejarme en los comentarios amenazas de muerte, sino que los haga cuestionarse la información que reciben. Porque recuerden que:
La ciencia no se basa en las certezas absolutas, sino en las dudas, pues todo conocimiento es temporal y el motor de la ciencia son las preguntas.
ANEXO.
¿Cómo saber si el sitio donde me informo es malo?
1. Se llama
algología (paleontología, zoología, cosmología, etc.), pero contiene
errores básicos (sobre hechos científicos) u
opiniones (un sitio con opiniones del orden "yo creo que los dinosaurios eran...", no es un sitio de ciencia, aunque su creador/administrador clame lo contrario o trate de disfrazar sus opiniones con palabrería científica).
2. Su creador y autor de los artículos (sean textos, imágenes, videos, etc.)
no tiene formación científica y es un
fanboy (no dije título universitario, dije formación; muchos popularizadores de la ciencia no son científicos o son científicos de otros campos.). Desconfíe si quién publica es un fanático, el fanatismo no tiene cabida en la ciencia.
3. Se
desechan las críticas o peor,
se ignoran aún cuando se acompañan de evidencia procedente del mundo de la ciencia (como artículos científicos, libros arbitrados, etc.). ¿Qué caso tiene un sitio de ciencia que no está abierto a más ciencia y a evidencias contrarias a lo que se informa? La negación de los hechos no tiene cabida en la ciencia, no se escogen los "hechos bonitos".
4. Los contenidos tienen
discursos políticos ocultos. La ciencia no es una empresa de unos cuantos, es un esfuerzo planetario de millones de hombres y mujeres a lo largo de la historia, cuya única intención es conocer un poco más del Universo en el que vivimos. Desconfíe plenamente si el sitio contiene
algoismos (nacionalismo, creacionismo, geocentrismo, etc.).
5. Los contenidos
no tienen referencias y fuentes que se puedan verificar. Este es quizá el asunto más delicado, pues si un documento no tiene fuentes, la información contenida en él puede ser falsa (de forma total o parcial). ¿Cómo saber qué partes son verdaderas y cuáles falsas si uno no es científico? No se puede.
6. El sitio está
cargado de certezas. La ciencia no funciona a base de certezas, sino de dudas. Ésta es el motor de la ciencia, pues plantea nuevas preguntas. No confunda el consenso científico (que es temporal, uno tiene que darlo por hecho si está leyendo ciencia) con la certeza inamobible de las "leyes" (que dicho sea de paso, los autores de estos sitios no entienden y creen que una ley es superior a una teoría [ver punto 1, errores básicos]).