¿Sabías que existieron varias especies de osos marinos?
Esta es la segunda parte de la serie ¿sabías que? con osos, para ver la primera parte (que trata de las especies de osos modernos) puede hacer clic aquí.
Los osos son criaturas del orden Carnivora y pertenecen a esa clasificación por la posesión de dientes carnasiales y no por su dieta, pues la suya es muy variada e incluye hojas, raíces, frutos, moluscos, insectos, peces, mamíferos, aves, reptiles y otros artículos alimenticios. En su mayoría son omnívoros generalistas y cuentan con pocas excepciones modernas como el oso polar, que se alimenta principalmente de carne y el oso panda que se alimenta casi exclusivamente de bambú.
Cráneo de Oso pardo (Ursus arctos) mostrando los dientes carnasiales: el premolar cuarto de la mandíbula superior y el molar primero de la mandíbula inferior. Réplica de cráneo tomado de Skullsunlimited.com
Los osos aparecieron hace 38 millones de años y pronto adquirieron sus dotes generalistas, mismos que les han permitido sobrevivir a distintas extinciones, tanto locales como globales. Los osos que se han convertido en especialistas, normalmente tuvieron gran éxito durante el auge de su artículo alimenticio, pero pronto se vieron sobrepasados por su incapacidad de adaptarse a cambios repentinos. Algo semejante sucede hoy con los osos polares y los pandas.
Osos especialistas que atraviesan el peligro de extinción por su especialización, el oso polar (izquierda) y el oso panda (derecha).
Hace tiempo, existió una subfamilia de úrsidos norteamericanos que era bastante distinta a la imagen arquetípica que tenemos de los osos, se denomina Amphicynodontinae (an-fi-ci-no-don-ti-ne) y todos sus integrantes están extintos. Su forma corporal se parecía más a la de un mapache o a la de un pada rojo que a la de un úrsido actual. Es más probable que tuviesen una cola larga en un cuerpo alargado y sostenido por patas cortas. Esta subfamilia constaba de tres géneros: Parictis, Allocyon y Kolponomos. Existió desde el Eoceno tardío, hace 37.2 Ma y se extinguió durante el Mioceno medio, hace 13.6 Ma y se trata del grupo de osos más primitivo de todos.
La forma corporal de los primeros osos era similar a la que presentan los actuales mapaches (izquierda) y pandas rojos (derecha).
Uno de sus miembros, Kolponomos era un género de oso marino. ¿Qué tiene de especial si hoy tenemos al oso polar que es casi exclusivamente marino? Bueno, que su forma corporal era en esencia distinta, pues más se asemejaba a una nutria-oso gigante que a un zancón y colicorto oso polar. Constaba de dos especies: Kolponomos clallamensis y Kolponomos newportensis, ambos de alrededor de 20 Ma de antigüedad.
Kolponomos vivió en la costa noroeste de Norteamérica en un ambiente de tipo costero templado a tropical. El estudio su cráneo y dentadura ha revelado que este oso vivía de una dieta basada en moluscos y crustáceos, un nicho trófico ocupado en la misma parte del mundo, pero en otro tiempo por la actual nutria marina.
Algunas de las evidencias que sugieren que este oso prehistórico pasaba la vida como una nutria son: tenía los ojos al frente de la cara, una adaptación que le permitiría calcular distancias muy bien para enfocar a la presa potencial bajo el agua; tenía los caninos superiores e incisivos terceros superiores gruesos y apretados en el frente de la mandíbula, lo que le permitiría colectar organismos que se aferraran a la roca; poseía además musculatura desarrollada en el cuello, lo que soporta la idea de una criatura que arrancaba presas de las rocas y finalmente, tenía un hocico dirigido hacia abajo, con las narinas lejos de los dientes, una adaptación que le evitaría raspar la nariz contra el substrato mientras tomaba a sus presas.
La idea de Kolponomos como un oso marino que más parecía nutria y que usaba el mismo espacio y nicho que usa la nutria marina actual supone una gran sorpresa, pues revela que en el ámbito evolutivo, una especie llenará el hueco dejado por una especie extinta y que esta cumplirá con los requisitos que el medio le imponga, tal es el caso de la nutria que llegó a parecerse a este oso extinto. Es pues bajo esta restricción de formas que encontraremos especies y grupos de especies emparentadas a organismos que poco o nada tienen que ver con el modo de vida extraño de sus ancestros y que sorpresivamente parecen otra cosa.
Una cuestión que no puede faltar es la gran controversia que Kolponomos suscita. Cuando fue descrito por el paleontólogo estadounidense Ruben Arthur Stirton en 1960, fue identificado como un mapache. En 1994, Richard H. Tedford y colaboradores concluyeron que este bicho era una especie de vínculo entre los osos y los pinípedos (animales como lobos marinos, focas y morsas). Y finalmente, Hunt en 1998 lo incluyó dentro de la familia de los osos (Ursidae), como parte de una subfamilia primitiva (Amphicynodontinae). Cual sea su ubicación dentro del grupo de los Ursoideos, Kolponomos no deja de ser un bicho interesante.
La evolución siempre nos da y seguirá dando sorpresas mientras más estudiemos las extrañezas que ha producido a lo largo de los eones.
FUENTES:
Tedford, R. H., Barnes, L. G., & Ray, C. E. (1994). The early Miocene littoral ursoid carnivoran Kolponomos: systematics and mode of life. In Proceedings of the San Diego Society of Natural History (Vol. 29, pp. 11-32).
Hunt R, M. (1998) Ursidae. In: CM Janis, KM Scott, LL Jacobs (eds.) Evolution of Tertiary Mammals of North America. Cambridge University Press, New York, pp 174–195.
Berta, A., Sumich, J. L., & Kovacs, K. M. (2005). Marine mammals: evolutionary biology. Access Online via Elsevier.
Reconstrucción antigua de Kolponomos, el oso marino de ilustrador desconocido. Aquí, el artista lo reconstruye como un oso ligeramente distinto en el rostro a los osos modernos.
Kolponomos vivió en la costa noroeste de Norteamérica en un ambiente de tipo costero templado a tropical. El estudio su cráneo y dentadura ha revelado que este oso vivía de una dieta basada en moluscos y crustáceos, un nicho trófico ocupado en la misma parte del mundo, pero en otro tiempo por la actual nutria marina.
Reconstrucción "herética" de Kolponomos newportensis por el artista Roman Yevseyev. En realidad se trata de la mejor reconstrucción de esta especie, pues la evidencia muestra que de hecho era más semejante a una nutria que a un oso.
Algunas de las evidencias que sugieren que este oso prehistórico pasaba la vida como una nutria son: tenía los ojos al frente de la cara, una adaptación que le permitiría calcular distancias muy bien para enfocar a la presa potencial bajo el agua; tenía los caninos superiores e incisivos terceros superiores gruesos y apretados en el frente de la mandíbula, lo que le permitiría colectar organismos que se aferraran a la roca; poseía además musculatura desarrollada en el cuello, lo que soporta la idea de una criatura que arrancaba presas de las rocas y finalmente, tenía un hocico dirigido hacia abajo, con las narinas lejos de los dientes, una adaptación que le evitaría raspar la nariz contra el substrato mientras tomaba a sus presas.
Cráneo de Kolponomos. Arriba izquierda, cráneo en vista palatal; se aprecian el incisivo tercero (en rosa) y el canino (en naranja). Abajo, izquierda, cráneo en vista rostral; se aprecia que los ojos miraban hacia el frente del rostro; los puntos negros representan la ubicación de las pupilas del animal. Derecha, cráneo y mandíbula donde se aprecia una mandíbula corta y poderosa cuyos dientes planos están adaptados a triturar invertebrados marinos. El cráneo en vista palatal y rostral, así como la mandíbula, pertenecen a Kolponomos newportensis (USNM 215070). El cráneo en vista lateral pertenece a Kolponomos clallamensis (LACM 131148).
La idea de Kolponomos como un oso marino que más parecía nutria y que usaba el mismo espacio y nicho que usa la nutria marina actual supone una gran sorpresa, pues revela que en el ámbito evolutivo, una especie llenará el hueco dejado por una especie extinta y que esta cumplirá con los requisitos que el medio le imponga, tal es el caso de la nutria que llegó a parecerse a este oso extinto. Es pues bajo esta restricción de formas que encontraremos especies y grupos de especies emparentadas a organismos que poco o nada tienen que ver con el modo de vida extraño de sus ancestros y que sorpresivamente parecen otra cosa.
Restauración del cráneo de Kolponomos newportensis por el artista Roman Yevseyev.
Una cuestión que no puede faltar es la gran controversia que Kolponomos suscita. Cuando fue descrito por el paleontólogo estadounidense Ruben Arthur Stirton en 1960, fue identificado como un mapache. En 1994, Richard H. Tedford y colaboradores concluyeron que este bicho era una especie de vínculo entre los osos y los pinípedos (animales como lobos marinos, focas y morsas). Y finalmente, Hunt en 1998 lo incluyó dentro de la familia de los osos (Ursidae), como parte de una subfamilia primitiva (Amphicynodontinae). Cual sea su ubicación dentro del grupo de los Ursoideos, Kolponomos no deja de ser un bicho interesante.
Stirton y la posición propuesta en 1994 para Kolponomos, entre los osos verdaderos y los pinípedos.
La evolución siempre nos da y seguirá dando sorpresas mientras más estudiemos las extrañezas que ha producido a lo largo de los eones.
FUENTES:
Tedford, R. H., Barnes, L. G., & Ray, C. E. (1994). The early Miocene littoral ursoid carnivoran Kolponomos: systematics and mode of life. In Proceedings of the San Diego Society of Natural History (Vol. 29, pp. 11-32).
Hunt R, M. (1998) Ursidae. In: CM Janis, KM Scott, LL Jacobs (eds.) Evolution of Tertiary Mammals of North America. Cambridge University Press, New York, pp 174–195.
Berta, A., Sumich, J. L., & Kovacs, K. M. (2005). Marine mammals: evolutionary biology. Access Online via Elsevier.