Este tema está relacionado a "El tarsero y la evolución de la visión a color" y sigue la mecánica del botón "quiero saber más", gracias a quienes votaron por este tema.
Es casi universalmente aceptado que los primates evolucionaron de ancestros nocturnos. El problema de esta hipótesis es que su fuente de evidencia es muy laxa y en realidad es casi sólo una conjetura. Suena lógico claro, pero no ha sido demostrado de forma fehaciente. Después de todo, nuestros ancestros mamiferianos vivieron durante millones de años a la sombra de los amos del Mesozoico: los dinosaurios.
Velociraptor persiguiendo a un mamífero. Reconstrucción por Daniel Eskridge.
Esta visión del primate nocturno parte de la observación de que muchos primates primitivos modernos como algunos lémures (quirogaleidos y lepilemúridos), aye-ayes, loríes y gálagos son nocturnos, así debieron de haber sido los ancestros de todos los primates. Esta observación fue rechazada por la evidencia, pues esta indica que al menos hace 50 millones de años, los ancestros de los tarseros eran primates diurnos a crepusculares que podían de hecho ver como los animales diurnos: a todo color. Este hallazgo se llevó a cabo estudiando los genes ligados a la génesis de células especiales que hacen que podamos ver los colores: los conos.
Primates primitivos modernos de vida nocturna. De izquierda a derecha: un quirogaleido (Cheirogaleus medius), un lepilemúrido (Lepilemur microdon), el aye-aye (Daubentonia madagascariensis), un loris (Loris lydekkerianus) y un gálago (Galago sp.).
Así que si alguien quería saber qué tipo de vida tenían los ancestros de los primates, podía ahora analizar los genes y saber esa respuesta inaccesible por ahora para el registro fósil. Un estudio así fue conducido este año, se llevó a cabo estudiando los genes de un pariente cercano a los primates, el colugo (Galeopterus variegatus). Si este animal de la noche tenía genes diurnos, eso significaría que el ancestro común entre colugos y primates veía bien durante el día y mal durante la noche, haciéndolo por tanto un habitante del día. El análisis concluyó que el colugo no tenía ni rastro de estos genes, haciendo muy posible que el ancestro de los primates fuera también un morador de las sombras nocturnas.
El Colugo (Galeopterus variegatus). Imagen tomada de Arkive.org.
Por ahora la evidencia apunta hacia ancestros de la noche, ya veremos qué nuevas noticias surgen a este respecto.
FUENTE PRINCIPAL:
Moritz, G. L., Lim, N. T. L., Neitz, M., Peichl, L., & Dominy, N. J. (2013). Expression and evolution of short wavelength sensitive opsins in colugos: A nocturnal lineage that informs debate on primate origins. Evolutionary Biology, 1-12.
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