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martes, 31 de marzo de 2015

¿Qué es un artículo científico?

Si eres un profesional de la ciencia, este tema te podrá parecer un tanto absurdo. Pffff, ¿quién no sabe qué es un artículo científico? Pero aunque no parezca, hay muchísimas personas entusiastas de la ciencia que curiosamente, no tienen claro qué es un artículo científico. A éste tipo de documento también se le llama "paper" (el peiper). Y entender qué es uno y qué no es uno ayuda bastante para informarse adecuadamente de paleontología (y por supuesto, de otras ciencias).

Ejemplo de la primer página de un artículo científico.

Personalmente, me di cuenta de ésto cuando en diferentes foros de debate se hacían afirmaciones extraordinarias -que como Sagan decía, requerían evidencias extraordinarias- y cuando solicitaba una fuente confiable es decir, un artículo científico, me colgaban links de artículos de divulgación (como los que integran la cuasitotalidad de artículos de este blog). Y no es que todos los artículos de divulgación sean malos o no confiables, es que éstos están sesgados y no son la fuente original. Además de que muchos sitios de divulgación no colocan sus fuentes, por lo que es prácticamente imposible verificar la información que proveen. Por ello y más, el artículo científico es más confiable.

Ejemplo de artículo de divulgación que a menudo se confunde con un artículo científico. Este es propiedad de Muy Interesante y es usado sólo como referencia, no pretende violar derechos de autor y/o de propiedad intelectual licenciada. Tomado de este sitio.

Pero no sólo por lo expuesto anteriormente es que uno puede confiar en un paper. Un artículo científico cubre una serie de requisitos para que califique como tal. Hay veces en las que muchos documentos "se hacen pasar" por artículos científicos, se les da el formato de uno de ellos e incluso se suben a redes sociales científicas como academia.eduresearchgate.net.

Primera página de mi glorioso paper. Para ver completo el mismo haz clic aquí. A los 10 primeros que me digan en los comentarios el título de las canciones les enviaré un libro de regalo.

Así que ya vieron, se puede "falsificar" un paper para que parezca uno real. Entonces ¿qué requiere un artículo científico para ser real?

1) Ser publicado por una revista científica real. Y no es que no haya disfrutado colaborar con el "Journal of Absurdity", pero ni esa, ni las revistas como Muy Interesante, Quo, National Geographic y muchas más del mismo corte, son revistas científicas. Publicar contenidos científicos (aunque sea casi por accidente como en Muy Interesante) no hace que tu revista sea científica. Para ello, la revista tiene que contar con una serie de requisitos como A) ser seriada (o contar con ISSN), B) contar con uno o más editores que sean científicos capacitados, C) debe contar con el proceso de revisión por pares, D) los revisores deben ser científicos del campo del que se pretende publicar y E) ser de fácil adquisición. Si quieres ahondar en qué es una revista científica, te recomiendo esta entrada donde hablo al respecto.

La revista Nature cuenta con las características de una revista científica; es una publicación seriada que tiene editores capaces que envían las sumisiones a revisores expertos que llevan a cabo el proceso de revisión por pares y es de fácil adquisición (aunque es cara).

2) Pasar por el proceso de revisión por pares. Este es quizá el asunto más importante de un artículo científico (después claro de aparecer en una revista científica), pues los artículos de divulgación no son revisados por nadie o en todo caso, son revisados por el editor de la revista quién, en la mayoría de los casos no es experto en el tema. La revisión por pares es un proceso en el que el editor envía a tres árbitros anónimos el artículo sometido a publicación. Estos tres jueces del apocalipsis pueden dejar el anonimato si gustan, pero eso si, no tienen que ser autores o coautores del paper ni deben tener conflictos de interés con el artículo que van a revisar. Estos tres científicos aplican con la mayor rigurosidad posible sus conocimientos y hacen correcciones al artículo. Pero sus poderes van más allá, no sólo señalan errores gramaticales, su papel más importante yace en señalar errores científicos de asociación, interpretación y/o conclusión. Sus comentarios no son enviados directamente al autor responsable del artículo sometido, sino que son mediados por el editor y en algunos casos, todo el proceso se vuelve disponible (como en ciertas revistas de medicina). Esta revisión es de central importancia, pues de ella desprende la decisión editorial de publicar o no el artículo. Con ello se garantiza el rigor de la publicación, su originalidad y su calidad. Si quieres saber más del proceso puedes descargar este artículo.

En la caricatura se lee "El proceso de revisión por pares, ¡Ronda final!".

Estas dos "simples" propiedades son lo que hace a un paper un paper. Y ¿por qué los científicos tienen en gran valía este tipo de documentos? Bueno, varias razones. La primera es que el artículo científico es la unidad de intercambio de información en la ciencia. Existen decenas de tipos diferentes de documentos científicos como tesis (disertaciones), resúmenes de congresos, reportes,  publicaciones especiales, libros, etc. Pero ninguno de ellos cuenta con el rigor de revisión de un artículo. Es por ello que éste documento es el sujeto de crítica y cita.

El artículo es el medio universal de comunicar resultados científicos. Ningún otro medio científico tiene su poder.

Y segundo, porque un artículo científico no es conocimiento escrito en piedra, es conocimiento sujeto a debate, refutación y discusión. La mayor parte del tiempo, el artículo científico es sujeto de crítica. De hecho, si el artículo no suscita debate, dudas o debate, no es un artículo muy valioso (pero no por ello inútil). De tal forma que al mismo tiempo que un artículo forma la unidad de conocimiento científico, es sujeto de debate, por ello es que es tan importante.

El debate en ciencia se da principalmente de forma escrita y en papers, no gritoneando como verduleros en pleno mercado. 

Con esto podemos notar que los artículos publicados por revistas como Muy Interesante, Quo, Scientific American, National Geographic o por sus sitios de internet NO son artículos científicos. Puesto que no cumplen con los requisitos de uno. Gracias a ello, los que hemos sido formados en ciencias siempre pedimos como fuente de información un artículo científico y generalmente no somos tan crédulos a lo que diga la nota de ciencia de Muy Interesante Kids. Eso explica nuestra "amargosidad"... nos formaron para pedir fuentes confiables.

Ejemplo de lo que pasa si sólo nos quedamos con la información de divulgación (y una mala por cierto)... A la izquierda, una captura de Muy Interesante y a la derecha la fuente original. En rojo señalo los errores, mentiras e inexactitudes, en azul señalo lo que no se puede saber así como así y lo que NO dice la fuente original. ¿Ven el riesgo de confiar en Muy Interesante?

Así que ahora lo saben estimados lectores, un artículo científico se publica en una revista científica (Science, Nature, Journal of Vertebrate Paleontology, Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana y similares) y pasa por el proceso de revisión por pares. Que no les den gato por liebre. Feliz día.



sábado, 28 de marzo de 2015

La paradoja del niño pavo

Para empezar, definamos. Un "niño pavo" es aquel individuo que a como de lugar, trata de usar argumentos, ideas, conceptos y gustos para defender el caduco modelo lagartijoide/cocodriliano de los dinosaurios haciéndolos pasar por evidencias. El nombre surge del personaje de la cinta de 1993 "Jurassic Park" dirigida por Steven Spielberg. Y se trata ni más ni menos, de una perfecta representación de lo que significa ser un niño pavo.

"Bah, mugrosos paleontólogos, creen que saben más de dinosaurios que yo". Actitud normal de niño pavo arrogante (aunque la mayor parte del tiempo es críptica). Imagen propiedad de Universal Studios.

El personaje de la cinta hace una aparición breve, pero memorable. Fue interpretado por el actor californiano Whit Hertford y sus líneas son las siguientes:

Niño — "That doesn't look very scary" (Eso no se ve muy aterrador... En referencia a la descripción de un "velociraptor" hecha por el Dr. Alan Grant).
Niño — "More like a six-foot turkey" ([se ve] más como un pavo de seis pies [1.8 metros]).
Dr. Alan Grant — ... "So, you know...try to show a little respect" ([Luego de mostrar su punto acerca de que la ferocidad no se relaciona con el aspecto] Así que, ya lo sabes... trata de mostrar un poco de respeto).
Niño — "Okay"

Whit Hertford en la actualidad. Foto por Valeria Klaine.

Si prestamos atención, hay cosas interesantes que rescatar de este diálogo. En primer lugar, en la novela original de Michael Crichton el niño pavo no existe. Éste personaje es totalmente un constructo de la cinta de Spielberg. En la novela original, el personaje puede llegar a ser comparable a Bob Morris de La Environmental Protection Agency (Agencia de Protección del Medio Ambiente). Este es el diálogo original entre el agente de la EPA y la Dra. Sattler:

—Parecen huesos de pollo —dijo Morris, atisbando dentro de los platos de cerámica. —Sí —dijo Ellie—. Son muy parecidos a los de pájaro. —¿Y qué pasa con ésos? —preguntó Morris, señalando, a través de la ventana de la casa rodante, montones de huesos grandes que estaban fuera, envueltos en plástico grueso. —Material rechazado —explicó Ellie—. Huesos demasiado fragmentados cuando los desenterramos. Antes los descartábamos, pero ahora los enviamos para que se les someta a ensayos genéticos.

Como pueden ver, la situación es muy diferente en el libro y en la cinta. En la película se desenvuelve una situación mucho más dramática, protagonizada por el Dr. Grant; mientras que en la novela, la situación es más relajada y está conducida por la Dra. Sattler. Entonces ¿qué trató de mostrar Spielberg?

Es Laura Dern en su papel de Ellie Sattler y no Alan Grant quién en el libro hace la analogía de las aves con los dinosaurios. Imagen propiedad de Universal Studios.

Casi todos hoy piensan que Spielberg era un antiprogresista por la forma en la que representó a los dinosaurios. Pero no es así. En realidad, este director fue visionario y mostró dinosaurios adelantados a su época. Pero hoy, son dinosaurios caducos, pues la ciencia ha avanzado y nos ha mostrado criaturas muy distintas. Si aún no sabes cuán distintas, te invito a leer "Top 10: errores de Jurassic Park" y un análisis más detallado de la cinta en "El legado de Jurassic Park". El punto es que Spielberg mostraba a Alan Grant como un héroe desde el principio.

Sam Neil en su papel del Dr. Alan Grant. Imagen propiedad de Universal Studios.

Ahora, cabe aclarar un poco las posturas. El niño pavo es en realidad un voluntario en la excavación y está ahí por gusto, pero no es su trabajo. Mientras que el Dr. Grant está ahí porque es su trabajo y junto con la Dra. Sattler, son los únicos paleontólogos en el sitio (según el guión y la novela). Aunque están acompañados de sus estudiantes. Y qué esperamos ¿que el niño o que Grant sepa más de dinosaurios? Exacto.

"Por favor, yo sé más de dinosaurios porque llevo estudiándolos toda mi vida"... Él tiene 8 años, y los libros que lee fueron escritos por paleontólogos. Aún así, cree saber más. Imagen propiedad de Universal Studios.

Ahora veamos a los personajes más allá del velo y descifremos qué representan. El niño representa el fanatismo, la pasión sin ojo crítico y el dogma. ¿Por qué? Simple, él defiende una visión de antes de los 80's y de principios de los 60's, el modelo lagartijoide de los dinosaurios, donde no eran animales reales, sino monstruos de pesadilla, asesinos implacables sin nada mejor que hacer que "verse aterradores". E increíblemente, muchos niños pavo modernos no gustan de los nuevos descubrimientos porque "no se ven aterradores" ¿encuentras el paralelismo?

"Maldición, me están descubriendo". Imagen propiedad de Universal Studios.

Esta visión cambió cuando John Ostrom y sus estudiantes iniciaron el periodo conocido en paleontología como "renacimiento de los dinosaurios". Durante dicho período, el modelo lagartijoide de los dinosaurios pereció y abrió paso a la edad de los dinosaurios ágiles, vivos, de sangre caliente y que eran animales reales. Y por la edad de Grant en la cinta, es claro que él forma parte de esos estudiantes formados en los 60-70's que incluyen a los famosos Jack Horner y Bob Bakker. De tal forma que, la visión de Grant es una visión actualizada y que muestra el espíritu de la ciencia siempre cambiante. Grant no sólo es un paleontólogo que salvará a dos niños de las garras (y hocicos) de feroces dinosaurios (aunque uno de ellos también es un niño pavo), también es un avatar de la ciencia, un héroe en todo sentido.

"Mira niño, esto es lo que en realidad sabes de paleontología y de dinosaurios". Imagen propiedad de Universal Studios.

Pero ¿dónde está la paradoja? La paradoja es que el héroe de la cinta esl el Dr. Grant pero aún así, los fanboys jurassicparkianos se ponen del lado del niño pavo. ¿Cómo le hicieron los fanboys para entender tan mal esta escena y ponerse del lado del niño que no sabe nada de dinosaurios? Es lo que me resulta intrigante y al mismo tiempo, desconcertante. Y es que, no todos los días ves que el conjunto de fans de una cinta se pone de lado de un personaje insignificante usado para probar la valía del héroe.

La paradoja del niño pavo es increíble... y tan inverosímil para mí como este triángulo de Penrose.

Imagina que de la audiencia de Star Wars existieran niños que se volvieran fans de Greedo. O que para El Señor de los Anillos se volvieran fanáticos de Lurtz. O para Harry Potter se formaran legiones de fans amando al maravilloso Dudley Dursley. Si tuviste que buscar estos nombres en internet, imagínate lo que representa ahora el niño pavo... el pobre es menos famoso que los raptores, incluso, ni siquiera saben su nombre ¿o sí? Pues no podemos saberlo, porque ni siquiera tiene uno... simplemente es el "Volunteer Boy".

"Mira niño, hasta esta garra aparece más veces que tu en la película". Imagen propiedad de Universal Studios.

Y la analogía a las aves no cambia en la mente de Grant, de hecho el buen Spielberg arroja la bola dos veces más con Grant. Una cuando dice "Miren cómo giran. Cambiando uniformemente de dirección. Como una bandada de aves evitando a un depredador" en referencia a la manada de Gallimimus cuando los observan en campo abierto. Y una vez más cuando dice "Mira como come ... Te apuesto a que nunca verás a las aves de la misma forma de nuevo" en referencia al T. rex que acaba de atrapar y devorar a un Gallimimus.

"Deal with it niño pavo... las aves y los dinosaurios son parientes aunque casi nos haya matado uno". Imagen original propiedad de Universal Studios.

Para Spielberg está claro, Grant tiene razón, las aves y los dinosaurios son parientes cercanos y mucho de lo que vemos en los dinosaurios está hoy en las aves. Esa es una visión que colocó a Spielberg como un genial director de Ciencia Ficción, la capacidad de ajustarse a lo nuevo y hacer declaraciones atrevidas que resultaron correctas.

Spielberg en el pentágono allá por 1999.

Pero qué pasa cuando los más malos de los malos, los lagartijoides raptores casi matan a nuestro héroe, su pareja y sus nuevos amiguitos. ¿Acaso Grant cambia de parecer? No. Y Spielberg nos deja caer en la penúltima escena a un Dr. Grant calmado, que mira por la ventana y reafirma que las aves son dinosaurios modificados, pues el último dinosaurio de la película no es la T. rex como muchos creen, en realidad es un humilde pelícano occidental.

El último dinosaurio de la cinta es un pelícano occidental, que como icono reafirma la postura de Grant para con las aves y los dinosaurios. Imagen propiedad de Universal Studios.

Así que ahí lo tienen... la mayoría de los fans obsesivos de JP tienen como héroe no al Dr. Grant ni a la poderosa T. rex o a los raptores, sino a un niño engreído e ignorante, que siguen como modelo de vida (incluso cuando dicen que quieren ser paleontólogos). Y ahí yace la desconcertante paradoja del niño pavo.


sábado, 21 de marzo de 2015

Taxonario 1: Familia Antilocapridae

En esta ocasión mis queridos lectores, me enorgullezco de presentar el primer híbrido de video/documental/charla del blog, se trata ni más ni menos que del proyecto que he decidido llamar "El taxonario" (como un juego de palabras entre seminario y taxón). Éste proyecto consiste en abordar desde la perspectiva paleontológica, a un grupo biológico.

El "simplón" logo del taxonario inicia humilde, sin bichos... poco a poco se irá llenando.

Para ello, hace su debut en esta serie de videos, la familia Antilocapridae, la del berrendo (Antilocapra americana). Y te aseguro que en el video verás cosas que seguramente no sabías de estos animales maravillosos que NO son antílopes, sino berrendos. Así que sin más, les presento el video.


Si este video te gustó, compártelo, dale like y suscríbete al canal del blog.

El logo del taxonario crece un video a la vez.

Por ahora, eso es todo, espero haya sido de su agrado.




sábado, 14 de marzo de 2015

Lo bueno y lo malo 3

Bienvenidos de nuevo a esta sección de crítica constructiva al paleoarte. Si no sabes de qué va el asunto, te recomiendo pasearte por la parte 1 y parte 2 de este tipo de entradas. Así que sin más, analicemos la siguiente obra.

Artista: Davide Bonadonna.

Obra:

¿Qué especie(s) estamos viendo?: El protagonista de la obra es un pollo de Tyrannosaurus rex, del Cretácico tardío de Norteamérica. A la izquierda vemos una lagartija que por su anatomía pertenece a la familia Corytophanidae (integrada hoy por los por los géneros Basiliscus, Corytophanes y Laemanctus). Al fondo, angiospermas indeterminadas.

Lo bueno:
  • Es una de las pocas representaciones de crías de tiranosaurio donde el bebé no parece una copia fiel del adulto ni un deforme. Da gusto ver este tipo de representaciones que no se guían por lo que apareció en la cinta "El mundo perdido" de Jurassic Park. Y no es que su T. rex bebé fuera malo, sino que hoy sabemos que quizá no eran así.
  • El pequeñuelo aparece cubierto de plumas. También es una de las escasas representaciones de crías de tirano cubiertas con plumaje. Y según lo que exploramos en el tema "Las plumas del dinosaurio", la evidencia apunta fuertemente hacia una cobertura de plumas en estos dinosaurios.
  • El bebé aparece con una pancita hinchada. Y este detalle puede escapar fácilmente, pero se trata de su saco vitelino (o saco de yema) que el pequeño aún usa como fuente primaria de alimento, tal y como si fuera un crío de arcosauromorfo (en estos enlaces podemos ver fotos de aves, crocodílidos y tortugas con sacos vitelinos).
  • El paisaje es muy bueno y no hace pensar en escenas peliculescas donde el nido se ubica en la boca del infierno o algo por el estilo. La ambientación nos lleva (o lo hace conmigo al menos) a un paraje que pudo hacer existido durante el Cretácico tardío de Norteamérica.


Lo malo:
  • El lagarto coritofánido es totalmente hipotético. En la Formación geológica Hell Creek (que es donde podemos encontrar restos de T. rex) no se ha descubierto ningún miembro de esta familia. En cambio, sí se han descubierto varanoides, miembros de la familia extinta Polyglyphanodontia, téidos (familia Teiidae), potenciales escíncidos (familia Scincidae), potenciales helodermátidos (familia Helodermatidae), xenosáuridos (familia Xenosauridae) y serpientes. Así que como ven, hay mucho de dónde elegir, no había por qué inventarse un lagartijo que no existía en la zona (o que no sabemos de su existencia).
  • El bebé tiene detalles como las manos pronadas (con las palmas hacia abajo) y un patrón que recuerda mucho a la "moda mohicana" de emplumar dinosaurios porque "esa es la forma correcta" (que por supuesto no está respaldada por evidencia fósil alguna, sino por creencias personales). Eso le da cierto toque "retro" (no confundir con vintage), pero ya no está acorde a lo que sabemos.


Conclusión:

La obra me parece muy interesante y explora algunos aspectos poco tocados en el tema "bebé T. rex" como el saco de yema y las plumas. Con todo, me parece que una actualización o un remake sería genial no sólo porque el artista ha progresado mucho con su estilo, sino porque hay datos biológicos que se pueden mejorar.



“Esta publicación participa en el XI Carnaval de Geología alojado por Educandonaturaleza


sábado, 7 de marzo de 2015

10 cosas que probablemente no sabías de: la paleontología y los paleontólogos

Bienvenidos a otro tema de esta sección. Si deseas consultar los anteriores "10 cosas que probablemente no sabías de..." puedes hacer clic en el siguiente vínculo. Así que sin más, comencemos.

10. Paleontología no es lo mismo que arqueología.

Aunque parezca obvio para los paleo entusiastas, para la inmensa mayoría de las personas no es el caso. Y es que muchas confunden a la paleontología con la arqueología. En este blog escribí un tema al respecto, si gustas leerlo puedes hacer clic en el siguiente enlace. El caso es que no son ciencias iguales, tienen diferencias importantes. Por ejemplo, la paleontología estudia fósiles que solo en pocas ocasiones son humanos, mientras que la arqueología se enfoca principalmente en vestigios dejados por seres humanos. Un paleontólogo difícilmente sabrá algo de vasijas y otros elementos culturales, del mismo modo que un arqueólogo encontrará la tarea de describir una nueva especie de pez del Carbonífero como toda una odisea. Hay excepciones y a veces estas ciencias trabajan juntas, como en el caso de la paleoantropología o la zooarqueología. Finalmente, cabe mencionar que la arqueología pertenece al grupo de las ciencias sociales y las humanidades, mientras que la paleontología pertenece al campo de las ciencias naturales y exactas. Y cabe aclarar que ninguna es mejor que la otra, ambas son muy importantes, pero no hay que confundirlas.

Ahora lo saben, el buen Indiana no buscaba fósiles, sino reliquias de civilizaciones humanas (olviden que lo de los aliens pasó alguna vez). Foto de Rob Young.


9. La paleontología no sólo estudia dinosaurios.

La mayoría de las personas que no están familiarizadas (y alguno que otro despistado) creen que los paleontólogos solo estudian dinosaurios. En más ocasiones de las que recuerdo me han preguntado "¿a qué te dedicas?" y cuando les comento que soy paleontólogo, inmediatamente me preguntan que cuántos dinosaurios he descubierto. Luego de refunfuñar un poco, me dedico a explicar que no todos los paleontólogos trabajamos con dinosaurios y si el tiempo me lo permite, procedo a explicar que los paleontólogos trabajan con más de un grupo biológico. Claro, en este punto ya perdí la atención de todos y generalmente estoy hablando solo... Lector, ¿lector? No, no te vayas, mira, ¡un dinosaurio malote y un súper paleontólogo!

Fotografía de The Conmunity - Pop Culture Geek from Los Angeles, CA, USA.

Y ya que estamos en ello, la paleontología no sólo estudia animales. Este blog es pecaminoso y casi siempre habla de animales, específicamente de vertebrados y deja de lado flagrantemente a muchos otros grupos como:

Bacterias y algas unicelulares, estudiadas por la Micropaleontología.
Plantas y afines, estudiadas por la Paleobotánica.
El polen y las esporas, estudiadas por la Palinología.
Invertebrados de todo tipo, estudiados por la Paleontología de invertebrados.

Grupos no tan populares entre los paleoaficionados. Arriba izquierda, estromatolito fotografiado por James St. John. Arriba derecha, diatomea (un tipo de alga) fósil por Dhzanette. Abajo izquierda, polen fósil de Aquilapollenites attenuatus por Antoine D. Bercovici. Abajo derecha, amonite de Portugal por LMCoelho. La verdad es que el autor de este blog los deja un poco de lado porque es un tremendo ignorante en estos temas.

Y no sólo la paleontología estudia más grupos biológicos, sino que tiene muchísimos campos de estudio que sobrepasan a la dinosaurología (el estudio formal de los dinosaurios). Tales como: la paleobiología, paleoecología, paleoclimatología, estudio del ADN antiguo (digámosle paleogenética a falta de un nombre formal), bioestratigrafía, etcétera etcétera. Así que ya lo sabe estimado lector, la paleontología se trata de mucho más que sólo dinosaurios. Pasemos ahora a el siguiente punto.

8. La paleontología se vale de otras ciencias.

Un hecho simple y bien conocido por los paleontólogos, pero un tanto desconocido por los aficionados y el público en general es que la paleontología se vale de otras ciencias. La creencia popular es que el paleontólogo sólo sabe de paleontología, pero eso no es cierto. La paleontología es una ciencia integrativa. Es decir, no es una ciencia desnuda que trabaja en solitario, sino que integra los conocimientos de otras ciencias (un tanto más básicas) para poder funcionar. Para ser paleontólogo profesional, uno debe aprender (no memorizar, eso de nada sirve) un montón de cosas, cosas de ciencias como: Geología, Estratigrafía, Sedimentología, Zoología, Botánica, Bacteriología, Micología, Ficología, Taxonomía, Sistemática, Anatomía comparada, Anatomía descriptiva, Estadística, Mecánica, Geoquímica, Química, Fisiología animal, Fisiología vegetal, Biogeografía, Climatología, Bioquímica, Biología molecular, Genética, Embriología, Embriología comparada, Evolución, Etología, Ecología y mucho, mucho más.

Con todo lo que un paleontólogo tiene que saber para poder ejercer bien su carrera, acaban siendo verdaderos gusanos de biblioteca, sus hogares casi siempre son monumentos al libro. Oh, y se tornan más guapos y sensuales, olvidé mencionarlo.

7. La mayoría de los paleontólogos se especializa en un grupo particular de organismos.

La era de los grandes sabelotodo (en el mejor de los sentidos y no como un ignorante resentido) llegó a su fin conforme la era de la comunicación se desenvolvió y con el creciente tsunami de conocimientos que se generaba. De tal forma que los últimos paleontólogos que lo supieron todo vivieron hasta finales de siglo XIX.

Joseph Leidy fue sin lugar a dudas el último paleontólogo que lo supo todo. Murió el 30 de abril de 1891 en Filadelfia, Pensilvania a la edad de 67. Un libro sobre su obra es este.

Hoy, nadie puede aspirar a saber un décimo de lo que supo Leidy. Y es que, la tendencia de ser experto en todo desapareció y abrió paso a la era de la especialización. Gracias a ello, los paleontólogos modernos saben mucho de poco. Es decir, son especialistas. El mismo paleontólogo que describe una nueva especie de hipopótamo no puede (por lo general) aspirar a describir (adecuadamente) la microestructura de la madera fósil de una benetita del Jurásico. El "pobre" se ha especializado. Pero ¿qué no nos enseña el registro fósil que la especialización conlleva a la extinción? En este caso no. La especialización permite que hayan más y más paleontólogos. De hecho hoy hay más paleontólogos que nunca antes y eso es muy bueno para la ciencia. Pero se vuelve un problema cuando tratas de buscar trabajo, pero venga, que no sacaré mis traumas por hoy (*seca sus lágrimas*).

6. Los organismos completos son la excepción.

A no ser que se trate de paleontólogos que estudien fósiles microscópicos, la colosal mayoría de los restos de organismos macroscópicos (los visibles a ojo desnudo) son fragmentarios. La imagen de los esqueletos completos fue propiciada en un inicio por los museos que tenían exposiciones con restos completos y/o restaurados para parecer completos.

Bellísimas exposiciones como esta generaron la idea que los fósiles se encontraban completos en el suelo, esperando a ser sacados.

El "tiro de gracia" se dio en 1993 con el evento más grande de popularización de la paleontología desde la era de los museos. ¿Qué pasó? Pues llegó la cinta Jurassic Park y mostró que excavar un dinosaurio es tan fácil que hasta con las manos se puede hacer. Y no sólo eso, sino que mostró que los restos aparecen siempre completos. Desde el "raptor" esquelético que se excava casi místicamente, hasta los "raptores" enterrados en el suelo y sólo visibles con un radar mágico, todos estaban enteritos.

Estas escenas no sólo contribuyeron a que yo fuera paleontólogo, también hicieron que recientemente un señor entrara en nuestro laboratorio y nos dijera "¿y para qué juntan puros pedacitos?" refiriéndose a nuestra colección paleontológica. Imagen propiedad de Universal Studios.

La "triste" realidad que cualquier paleontólogo de confianza puede constatar es que en campo, rara, rarísima vez encuentras algo completo, articulado y posando. Claro, hay excepciones (y si vienes a comentar que tú si has excavado así, te digo de una vez: te odio e ¡invítame a excavar!). Pero OJO, esos "pedacitos" tan comunes no son inútiles, son valiosos y producen mucha información. Para aprender un poco más sobre estos "trocitos de historia" puedes hacer clic en este enlace.

5. Sin la paleontología la extinción hubiera sido un concepto más tardío.

Hoy casi todos sabemos qué es la extinción biológica, o por lo menos tenemos idea de qué va el asunto. Pero no siempre fue así. Hubo un tiempo "inocente", una era en la que la extinción era un fenómeno completamente desconocido. ¿Cómo? se preguntarán. Pues es que la gente no sabía de la existencia de los fósiles y por lo tanto, no sabían que habían tantos bicharrajos raros (y plantas) que ya no existían.

Imagina la cara de asombro de los pobres mineros que en 1770 desenterraron este monstruoso cráneo. ¿Qué habrán pensado? Hoy la gente piensa "¿cuánto me pagarán por él? pero en ese entonces seguro que pensaron que aún existían estas criaturas.

Pero además, no había pasado suficiente tiempo como para que las ilustres sociedades victorianas le dispararan a todos los bichos de una especie como para extinguirla a punta de plomo. Y finalmente, la idea generalizada de un creador perfecto que no podía permitir que el hombre (o cualquier otra fuerza que no fuera el mismo creador) exterminara su creación, era regla. Por ello, nadie sabía nada de la extinción.

"Mira Adán, un Aepycamelus en el fondo"... Pintura de Jan Breughel (II).

Eso fue hasta que llegaron los mugrosos científicos a arruinarlo todo. Encontraban cada vez más y más especies que no eran encontradas vivas por ningún lado. Incluso, se cuenta que cuando Darwin envió piel de perezoso gigante de Sudamérica a Inglaterra, la reina demandó que le mandaran uno de esos animalejos vivos. Fue entonces que se comenzó a sospechar que muchas especies se extinguían y jamás volvían a aparecer. ¿Entonces sin los fósiles jamás hubiéramos sabido que las especies se extinguen? No, pero de seguro nos hubiéramos tardado más en enterarnos y quizá hubiera sido luego de habernos cargado decenas de miles de especies. Este es el papel casi nunca reconocido a la paleontología por parte del conservacionismo moderno.

4. Hay más de una forma de volverse paleontólogo.

Sucede muy a menudo que quienes quieren estudiar para ser paleontólogos profesionales buscan la carrera de paleontología en su país y no la encuentran. Este es el caso particular de México y otros países de Centro y Sudamérica. Otros cuantos piensan que si uno no tiene escrito en el título "Señor Don Paleontólogo", su profesión no es válida. A mi me tocó un simpático personaje que me preguntó "¿y qué carrera estudiaste?", le dije "Biología" y procedió a decirme "entonces no eres paleontólogo", luego dije "si, porque en eso hice mi especialidad, verás, hay muchos tipos de..." *me interrumpe salvajemente* "NO, entonces NO eres paleontólogo".

Por más que quise hacer eso, no pude... no había mesas cerca.

Pero la realidad es que son pocos los países y las universidades hispanoamericanas que ofrecen la carrera como tal. ¿Significa eso el fin de los sueños y aspiraciones de muchos o que hay muchos falsos paleontólogos? Nop. Pues resulta que para ser paleontólogo hay más de un camino. Aparte del camino amarillo que lleva a un título con la palabra paleontología en él, existen dos rutas alternativas a Oz. La primera está llena de rocas y es: estudiar geología. Los paleontólogos que estudiaron esta ciencia terminan por lo general siendo paleontólogos de invertebrados. El otro camino está lleno de alimañas y es: estudiar biología. Los paleontólogos que se formaron como biólogos generalmente acaban siendo paleontólogos de vertebrados o de plantas. Y aunque muchos claman que una cosa es mejor que la otra, yo tengo que ser imparcial e informar que ninguno de esos paleontólogos es mejor que el otro, ambos tipos son necesarios para estudiar la vida del pasado.

Ya sea con piedras o con bichos, hay dos caminos generales para ser paleontólogo. El de los bichos produce a los más guapos claro...

Ahora un pequeño caso real en México:
La SEP (Secretaría de Educación Pública) por medio de la Dirección General de Profesiones (DGP) emite cédulas profesionales que son de carácter legal. Es decir, permiten que el profesionista ejerza de forma legal. Que un biólogo haga un inventario faunístico o que un médico haga una cirugía. Yo no puedo operar a nadie como biólogo que soy, pero ningún médico puede ser el curador de una colección de paleontología. Esto es un reconocimiento legal, no una limitación de funciones. De tal forma, un Licenciado en Biología puede ejercer dentro de sus facultades como Paleontólogo, Ornitólogo, Entomólogo, Malacólogo, Botánico, Micólogo, Bacteriólogo, etc. Este estatus legal NO es restrictivo hacia la academia. En la academia no hace ninguna diferencia que la cédula diga "Biólogo", "Geólogo" o "Paleontólogo", la academia no se lleva por estas disposiciones legales. De otro modo, no habría ningún zoólogo mexicano por ejemplo.

3. Los fósiles son más que sólo huesos.

Quizá una de las creencias más arraigadas en la sociedad acerca de los fósiles es que son "huesos viejos". Cuando pregunto qué otros tipos de fósiles conocen, casi siempre mencionan dientes, pero nada más. Hasta ahí llega el conocimiento de la mayoría sobre fósiles. Quizá sea culpa de los que divulgamos o no, pero existen más tipos de fósiles. Ahora, un pequeño listado en unas cuantas imágenes:

Tipos de fósiles 1. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, conchas (foto por Daderot), exoesqueletos (por Jason Boddy), impresiones vegetales (por Daderot), impresiones animales (por Daderot), madera petrificada (por Andrew Curtis), ámbar con inclusiones (por Kaldari).

Tipos de fósiles 2. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, huella (foto por Ballista), sendero de huellas o rastro (por Keith Burns), polen de Alnus speciipites (por U.S. Geological Survey), madriguera con todo y su constructor (por Claire H.), rastro de alimentación de trilobite (por Luis Fernández García) y diatomea fósil (por Hannes Grobe).

Tipos de fósiles 3. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, huevos (foto por Daderot), embrión (por 乌拉跨氪), plena cópula (por Klimov y Sidorchuk {2011} An enigmatic lineage of mites from Baltic amber shows a unique, possibly female-controlled, mating), esperma fósil (por Matzke-Karasz et al. {2014} Subcellular preservation in giant ostracod sperm from an early Miocene cave deposit in Australia), pluma (por Tommy "the paleobear") y pelo (por Daderot).

Tipos de fósiles 4. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, escamas de pez (foto por Ghedoghedo), escamas de reptil (por Paleopod), fósil preservado en alquitrán (por Kevmin), 'momia' congelada de ardilla (por Ryan Somma), vómito fósil de ictiosaurio (por Patrick Barth) y coprolito o excremento fósil (por Poozeum).

Estos no son todos los tipos de fósil que existen. Faltan los fósiles químicos, los urolitos (marcas de orina fósil) y muchos más. Si te interesa saber más al respecto, te recomiendo el artículo en la página número 13 de este link.

2. Rara vez la paleontología brinda respuestas certeras y/o absolutas.

Lo fácil siempre seduce más que lo difícil y a este respecto, la paleontología es un monstruo horrendo antisensual que es anunciado como la supermodelo más guapa del mundo. Es decir, en los medios como documentales, revistas y páginas de internet se presentan "hechos" paleontológicos que son repetidos una y otra vez como verdades absolutas.

Imagen de la paleontología ante el público general y los fanboys. Algo hermoso, simplón y muy fácil de hacer, con respuestas simples como "claro que si amiguito" o "no, eso no pudo ser jamás pequeño(a) príncipe(princesa)".

Algunas de esas supuestas verdades incluyen éxitos como "es poco probable que Tyrannosaurus rex hubiera tenido plumas", "Deinonychus era un feroz depredador gregario", "Los dinosaurios eran de sangre caliente", "Anomalocaris era el depredador más temible de su tiempo", "Gastornis (alias Diatryma) era una feroz depredadora de caballos", "Liopleurodon medía 25 metros de largo", "Los humanos tienen 2 millones de años sobre la tierra", "Los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años", "Los humanos extinguieron a la megafauna del Pleistoceno", "Spinosaurus tenía las patas traseras largas", "Los dientes de sable rugían y eran gregarios", etc.

La paleontología real no es muy atractiva para el público general y los fanboys. La gente quiere cosas sencillas, respuestas absolutas y cero frases que empiecen con "posiblemente..." y prosigan con cosas aburridísimas como "por que...". Imagen de Toonverctors.com

Y es que odio romper su corazón, pero en realidad muchas de esas afirmaciones son falsas o bien, son de carácter muy, muy dudoso. La paleontología como toda ciencia, no presenta afirmaciones absolutas y sus descubrimientos son constantemente actualizados y reemplazados por nuevos conocimientos. El problema viene cuando se quiere una respuesta rápida a una pregunta "sencilla", pues muchas veces no existe respuesta a esa pregunta y para poder responderla se requieren ensayos que aún no se practican o que son difíciles de hacer. Y en la mayoría de las veces, la respuesta a las preguntas paleontológicas es "aún no se sabe". Esta es una de las caras menos atractivas de la paleontología, pero es su cara real. Desconocemos mucho. Pero como en toda ciencia, estamos trabajando para resolverlo. Pero vayamos al punto 1 que es quizá el más interesante.

1. La paleontología no inició como una ciencia.

Así es. Por difícil que parezca, la paleontología en sus humildes inicios no era una ciencia, era un hobby. Resulta que ni siquiera el término fósil tenía el significado moderno, que está limitado a restos orgánicos dejados por organismos pretéritos y se se conserva en el registro de rocas. Que va, antes un fósil era cualquier cosa que estuviera enterrada. El origen de la palabra fósil es francés, con la palabra "fossile" que derivaba a su vez del latín "fossilis", que significa "algo desenterrado". Y en los albores del siglo XVII un fósil podía ser una piedra con forma curiosa, un mineral, puntas de flecha, vestigios artesanales antiguos y de cuando en cuando, un fósil real.

Fósiles de ayer... las rocas con formas curiosas como de cabezas de pato (foto de portablerockart.blogspot.com), herramientas líticas (foto por Gerbil), minerales (foto de RRUFF Project) y elementos arquelógicos (foto por Heironymous Rowe) eran considerados fósiles. Y ahora una anécdota.. Resulta que aún hoy en muchos foros de internet, la gente cree que tienen fósiles muy interesantes, cuando en realidad sólo tienen una roca de forma curiosa, me tocó un personaje que se molestó con todos los que le dijeron que su roca pulida no era un embrión de pterosaurio.

Luego llegó don Nicolás Steno y tomó las llamadas "lenguas de piedra", las estudió y concluyó en 1667 que eran dientes de un tiburón antiguo y no lenguas de piedra como se pensaba literalmente. Con este estudio y sus afirmaciones se llegó a la conclusión que la muchos de los así llamados fósiles, eran en realidad antiguos organismos vivos. Fue entonces (aunque no de inmediato) cuando los "fósiles" de la imagen anterior, dejaron de ser llamados fósiles y el término quedó limitado a restos orgánicos pretéritos.

El buen Steno y la ilustración que usó para demostrar que las "lenguas de piedra" eran en realidad 'dientecillos' de un tiburón.

Pero aún y con el avance de Steno, la paleontología aún no había surgido como ciencia. Es más, la palabra aún no se inventaba... pasarían ¡155 años! para que se inventara el término. Éste surgió en 1822 en francés (de nuevo) como "Palæontologie" y fue inventado por Henri Marie Ducrotay de Blainville, que era un zoólogo y anatónomo francés (y estudiante del inventor de la anatomía comparada, Georges Cuvier) que por aquel entonces fungía como editor de la revista "Journal de Phisique"..

En esta página se plasmó por primera vez el uso de la palabra "paleontología". En el primer párrafo leemos: "Palæontologie. La gran preponderancia sobre el estudio de la Geología  se mantiene en las ciencias naturales y se forma un tipo de escuela que permite el estudio de los cuerpos orgánicos fósiles para distinguir formaciones de sedimentos, teniendo una gran cantidad de trabajos en esta rama de la historia natural.". 

Si lo leemos literal, la paleontología surge como una rama de la geología, destinada a correlacionar estratos. Pero si continuamos con la lectura, veremos que Blanville menciona "Vayamos primero a la segunda edición de las investigaciones del maestro Georges Cuvier, de las osamentas fósiles de cuadúperos vivíparos y ovíparos; que publicó en dos volúmenes"... Por lo que la paleontología no sólo trata de fósiles en estratos y su utilidad para relacionar los mismos, sino que el estudio mismo de los fósiles es parte de la paleontología. Y así es como ha sido desde entonces.

Blainville fue el señor que se inventó la palabra "paleontología", ésta se volvió extremadamente popular en Europa al poco tiempo de su invención en 1822.

Desde entonces, existen paleontólogos que se hacen preguntas sobre el pasado de la vida en el planeta y estudian los restos dejados por esos organismos, para tratar de responder a esos cuestionamientos y encontrar sentido al mundo vivo del pasado distante.


“Esta publicación participa en el XI Carnaval de Geología alojado por Educandonaturaleza


lunes, 2 de marzo de 2015

¿Cómo se dice? Primera parte

Esta nota corta está enfocada a un asunto simple. Cuando castellanizamos nombres científicos tenemos problemas, no nos entendemos. La idea es que este tema pueda ayudar con ello. Claro, no falta el súper genio que dice "los nombres comunes no sirven para nada, déjenlos en paz, bah, tema inútil"... Pero resulta que casi toda la gente se comunica con esos nombres, por lo que considero que SI son importantes. Así que empecemos.

Etiquetar cosas con nombres es una propiedad muy interesante, pues nos permite comunicarnos con otros seres humanos.

Existen diferentes reglas de nomenclatura de nombres científicos, dependiendo del grupo biológico. En este tema me enfocaré a la nomenclatura zoológica (una disculpa a mis lectores botánicos, les prometo una entrega especial de plantas). En fin. Tenemos siete rangos clásicos: regnum (reino), phylum (filo), classis (clase), ordo (orden), familia, genus (género) y species (especie). Nos enfocaremos a los más inclusivos con ejemplos.

"Caballo" ¿qué significa eso?

Especie: Equus grevyi
Nombre común: Cebra de Grevy.

Equus grevyi. Foto por "Mara 1".


Género: Equus.
Nombre común: Caballo.

Todos estos son miembros del género Equus, por lo que técnicamente, son caballos. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, Equus ferus caballus por Dana Boomer, Equus ferus przewalskii por Jairo S. Feris Delgado, Equus africanus por Miraceti, Equus hemionus por Alexxx 1979, Equus kiang por J. Patrick Fischer, Equus quagga burchellii por Hans Willewaert, Equus grevyi por Rainbirder, Equus zebra por Mountjoy, Equus occidentalis por Ed Bierman, Equus conversidens por Levi bernardo, Equus scotti por Gidley, James Williams y Equus simplicidens por Daderot.


Subgénero: (Equus).
Nombre común: Caballos verdaderos.

Los caballos verdaderos son aquellos que pertenecen al subgénero Equus, algunos no reconocen los subgéneros hoy en día. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, Equus ferus caballus por Mikel Ortega, Equus ferus ferus por eurowildlife.org, Equus ferus przewalskii por Salvosam y Equus lambei por Simon Fraser University.

Tribu: Equini.
Nombre común: Equinis.

Los equinis son miembros de la tribu Equini. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, Astrohippus por Marc Marcuson, Dinohippus por Stephen Quinn, Equus ferus caballus por Hans Pama, Hippidion principale por Robert Bruce Horsfall, Onohippidium munizi por Camila Bernardes, Fernando Sicuro, Leonardo Avilla y André Pinheiro y Pliohippus por Jay Matternes.


Subfamilia: Equinae.
Nombre común: Equinos.

Los equinos comprenden a los equinis y a los hiparioninis. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, Merychippus por Roman Yevseyev, Hipparion por Heinrich Harder, Hippotherium primigenium de autor desconocido, Neohipparion whitneyi por Robert Bruce Horsfall, Equus ferus caballus por Eponimm e Hippidion por Mehdi the Paleo-lover.

Familia: Equidae.
Nombre común: Équidos.

Los équidos son los miembros de la familia Equidae. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, Eohippus por Charles R. Knight, Sifrhippus en el Naturhistoriska Riksmuseet de Suecia, foto de Eduard Solà, Equus ferus przewalskii por GerardM, Propalaeotherium de la BBC, Anchitherium del Museo Americano de Historia Natural y Mesohippus por Heinrich Harder.

Así que ahora, cuando se refiera a un miembro de la familia Equidae, eso es un équido. Si se refiere a un miembro de la subfamilia Equinae, eso es un equino. Si quiere referirse a un miembro de la tribu Equini, eso es un equini. Cuando hablamos de caballos verdaderos, estamos hablando del subgénero Equus (los otros podrían ser asnos o cebras). Si hablamos de un caballo, estamos refiriéndonos a cualquier miembro (vivo o extinto) del género Equus. Y si queremos hablar en específico de un Equus particular, usaremos el nombre común que está asociado a esa especie o subespecie. Así que si vamos a castellanizar un nombre científico, no lo hagamos a ciegas (i.e. caballo = Equidae), hagámoslo con sentido (i.e. si Equus significa literalmente "caballo", entonces esos son los caballos).