lunes, 30 de septiembre de 2013

Notas cortas: Nuevos restos de Lufengpithecus

Lufengpithecus es un género de grandes simios que vivieron durante el Mioceno tardío, hace unos 8 millones de años en lo que hoy es el sudeste asiático. Tradicionalmente, estos simios son clasificados en la subfamilia Ponginae, que incluye a los actuales orangutanes Pongo pygmaeus, el orangután de Borneo y Pongo abelii, el orangután de Sumatra.

Los orangutanes Pongo pygmaeus (izquierda) y Pongo abelii (derecha), supuestos parientes de Lufengpithecus.

Este mes se publicó en el Boletín Chino de Ciencias el hallazgo, descubrimiento y descripción del cráneo de un juvenil de la especie Lufengpithecus lufengensis. Este hallazgo tuvo lugar en la provincia de Yunnan, específicamente en la localidad de Shuitangba. El cráneo representa el segundo cráneo de primate del Mioceno Eurasiático conocido y se compone de la parte frontal (rostro) del animal.

El cráneo del estudio, con número de colección ZT 299.

El estudio de este y otros elementos de Lufengpithecus han contribuido a descartar la idea que estos primates son una especie de orangután antiguo y en su lugar se consolida la noción de que, en realidad representan una radiación adaptativa de grandes simios no emparentados cercanamente a ningún linaje de simios actual.

Cráneo de un Lufengpithecus adulto.

Esta nueva hipótesis concuerda con los cambios geológicos y bióticos que ocurrieron en el sudeste asiático durante el Mioceno medio y tardío, lo que supone que Asia fue en su momento centro de origen de algunos grupos de simios.

FUENTE:
Ji, X., Jablonski, N. G., Su, D. F., Deng, C., Flynn, L. J., You, Y., & Kelley, J. Juvenile hominoid cranium from the terminal Miocene of Yunnan, China. Chinese Science Bulletin, 1-9pp.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Notas cortas: Los peces no existen

Este tema está relacionado a "Los artiodáctilos no existen", gracias a todos los que hicieron clic en el botón "quiero saber más".

Los humanos somos criaturas con el instinto natural de clasificación. Esta capacidad que hoy usamos para separar la ropa blanca de la de color antes de meterla a la lavadora sirvió a nuestros distantes ancestros africanos para separar a los depredadores de las presas y a las plantas comestibles de las medicinales. Esta capacidad de clasificar se usó para discriminar a ciertos organismos vivos de otros. En la Grecia clásica se distinguieron los animales de las plantas, durante el renacimiento se distinguieron los animales con vértebras de los que no las tenían y cuando el máximo exponente de la clasificación biológica, Carlos Lineo publicó su "Sistema natural" en 1735, la clasificación se hizo más rica a la vez que universal. Aún hoy seguimos creando categorías de clasificación, casi ¡300 años después!

Carlos Lineo por Alexander Roslin.

Nuestro interés por clasificar y el descubrimiento de que todas las formas de vida en la tierra están emparentadas nos llevó a buscar una forma natural de clasificar. Decidimos entonces que teníamos que agrupar a los organismos según su parentesco y al hacerlo, notamos que muchas criaturas semejantes en realidad habían adquirido esa apariencia de forma independiente. Creamos términos para referirnos a agrupaciones naturales (grupos monofiléticos), grupos que tenían parientes adoptados (grupos polifiléticos) y clasificaciones donde expulsamos de la familia a uno o más miembros (grupos parafiléticos). Según esta visión, sólo los grupos monofiléticos (todos los descendientes de un mismo ancestro) son válidos y existen de forma real.

Ejemplo de un grupo monofilético (izquierda), polifilético (al centro) y parafilético (derecha). En el grupo monofilético todos los miembros descienden de un único ancestro común. En el grupo polifilético los bichos descienden de uno o más ancestros diferentes. En el grupo parafilético se excluye a un miembro del grupo (la comadreja que en este caso es un carniforme, pero ha sido ignorada). Ilustraciones de Kawasaki Satoshi.

Los peces son un grupo que no es natural. Esta agrupación nació de Lineo bajo la clase "Pisces" y describía a cualquier animal con vértebras que tuviera un cuerpo fusiforme con aletas, que respirara por branquias y que viviera en el agua. De inmediato notaremos que estas características conforman un saco gigantesco donde podemos arrojar criaturas tan disimiles como una lamprea, una carpa o un tiburón. Cuando vemos el registro fósil notamos que existen muchísimas criaturas más que caben en el saco. Pero, ¿es este saco natural? Desgraciadamente no, pues excluye a los descendientes más avanzados de los peces: los peces con cuatro patitas, también llamados tetrápodos, un grupo que nos incluye. Dado que usted y yo no parecemos peces y fuimos excluidos de este grupo VIP sin razón válida, debemos declarar que "los peces no existen", o mejor dicho "no son un grupo válido".

El grupo "peces" no es natural, debido a que no incluye a los vertebrados con cuatro patas, descendientes de antiguos peces. 1) Vertebrados, 2) Mixinos, 3) Vertebrados con mandíbulas, 4) Condrictios, 5) Osteictios y 6) Tetrápodos. Ilustraciones de Kawasaki Satoshi.

Así que ya lo sabe estimado lector, los peces son otro grupo que no existe como tal y sólo son un gran saco donde metemos a todos los "peceformes".

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Notas cortas: Las ballenas misteriosas

Este tema se encuentra relacionado a "Ballenas enanas, ¿fósiles vivientes?", gracias a quienes hicieron clic en el botón "quiero saber más".

Las ballenas pertenecen a un grupo de mamíferos denominados cetáceos. Los podemos dividir en dos grandes grupos que atienden a la presencia o ausencia de dientes: las ballenas con dientes u odontocetos y las ballenas sin dientes o misticetos. En el primer grupo encontramos a los cachalotes, orcas, delfines y marsopas, mientras que en el segundo encontramos a la ballena azul, a los rorcuales y a las ballenas jorobadas.

Ballenas del mundo de autor desconocido.

Este grupo de mamíferos marinos evolucionó de ancestros terrestres y anfibios de hace unos 55 millones de años (Eoceno temprano). Y su evolución es uno de los casos más impresionantes y mejor documentados de la Paleontología. Cabe destacar que aunque a algunos les parezcan peces, estos animales son mamíferos, pues reúnen las características de nuestro grupo biológico: un metabolismo de sangre caliente, tres huecesillos en el oído medio, un único hueso en la mandíbula inferior y finalmente el hecho de parir vivas a las crías y amamantarlas.

Reconstrucción ilustrativa de la evolución de las ballenas. De izquierda a derecha y del frente hacia atrás: Indohyus, Pakicetus, Ambulocetus, Kutchicetus, Rodhocetus, Protocetus, Durodon, Basilosaurus, Aetiocetus, Cetotherium, Mammalodon y Balaenoptera (género de la ballena azul). Reconstrucción de la artista Lauren Anderson.

Los misticetos contienen sólo 15 especies, mientras que los odontocetos agrupan a cerca de 73 especies. Si bien podríamos pensar que los odontocetos sólo contienen delfines y una que otra rareza como las orcas o los cachalotes, en realidad guardan entre sus filas a una familia de animales misteriosos que se avistan muy rara vez y son poco estudiados: los zifios (familia Ziphiidae). Conocemos sólo 21 especies de estas criaturas, aunque se cree que pudieran haber más. Su principal característica es que tienen hocicos largos y esbeltos, lo que les dio el nombre de "ballenas nariz de espada" además, en la mandíbula inferior poseen un par de dientes que son más grandes que los demás y que semejan colmillos.

Zifos vivientes por el artista Chen Yu.

Este grupo virtualmente desconocido alberga además un titán de 13 metros de largo, una longitud que supera con creces a la de la orca más grande registrada. Su estudio es sin duda, interesante.

FUENTE PRINCIPAL:
Perrin, W. F., Würsig, B. G., & Thewissen, J. G. M. (Eds.). (2002). Encyclopedia of Marine Mammals. Gulf Professional Publishing.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Notas cortas: Los ojos de la noche

Este tema está relacionado a "El tarsero y la evolución de la visión a color" y sigue la mecánica del botón "quiero saber más", gracias a quienes votaron por este tema.

Es casi universalmente aceptado que los primates evolucionaron de ancestros nocturnos. El problema de esta hipótesis es que su fuente de evidencia es muy laxa y en realidad es casi sólo una conjetura. Suena lógico claro, pero no ha sido demostrado de forma fehaciente. Después de todo, nuestros ancestros mamiferianos vivieron durante millones de años a la sombra de los amos del Mesozoico: los dinosaurios.

Velociraptor persiguiendo a un mamífero. Reconstrucción por Daniel Eskridge.

Esta visión del primate nocturno parte de la observación de que muchos primates primitivos modernos como algunos lémures (quirogaleidos y lepilemúridos), aye-ayes, loríes y gálagos son nocturnos, así debieron de haber sido los ancestros de todos los primates. Esta observación fue rechazada por la evidencia, pues esta indica que al menos hace 50 millones de años, los ancestros de los tarseros eran primates diurnos a crepusculares que podían de hecho ver como los animales diurnos: a todo color. Este hallazgo se llevó a cabo estudiando los genes ligados a la génesis de células especiales que hacen que podamos ver los colores: los conos.

Primates primitivos modernos de vida nocturna. De izquierda a derecha: un quirogaleido (Cheirogaleus medius), un lepilemúrido (Lepilemur microdon), el aye-aye (Daubentonia madagascariensis), un loris (Loris lydekkerianus) y un gálago (Galago sp.).

Así que si alguien quería saber qué tipo de vida tenían los ancestros de los primates, podía ahora analizar los genes y saber esa respuesta inaccesible por ahora para el registro fósil. Un estudio así fue conducido este año, se llevó a cabo estudiando los genes de un pariente cercano a los primates, el colugo (Galeopterus variegatus). Si este animal de la noche tenía genes diurnos, eso significaría que el ancestro común entre colugos y primates veía bien durante el día y mal durante la noche, haciéndolo por tanto un habitante del día. El análisis concluyó que el colugo no tenía ni rastro de estos genes, haciendo muy posible que el ancestro de los primates fuera también un morador de las sombras nocturnas.

El Colugo (Galeopterus variegatus). Imagen tomada de Arkive.org.

Por ahora la evidencia apunta hacia ancestros de la noche, ya veremos qué nuevas noticias surgen a este respecto.

FUENTE PRINCIPAL:
Moritz, G. L., Lim, N. T. L., Neitz, M., Peichl, L., & Dominy, N. J. (2013). Expression and evolution of short wavelength sensitive opsins in colugos: A nocturnal lineage that informs debate on primate origins. Evolutionary Biology, 1-12.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Notas cortas: El dodo blanco, historia de una terrible confusión

Este tema está relacionado a "las extinciones de aves en el Pacífico causadas por el hombre", gracias a los lectores que votaron en el botón "quiero saber más".

El dodo es una de las aves extintas en tiempos históricos más popular. Ya sea debido por su historia natural y/o aspecto físico o porque fue incluida en la cultura pop de la Inglaterra victoriana, el dodo ha reclamado un lugar perenne en el imaginario popular. Aparece como un personaje en la novela de  1865 de Lewis Carroll "Alicia en el país de las maravillas", en el escudo de armas de la República de Mauricio (la isla donde habitaba) y en la moneda de este país; es un personaje popular en películas y series como "La era de Hielo" y "Primeval" e incluso es icono de mercadeo.

El dodo en la cultura pop. Izquierda, ilustración de John Tenniel de 1865 del dodo y Alicia. Al centro arriba, escudo de la República de Mauricio. Al centro en medio y abajo, billete y moneda de la república de Mauricio con dodos. Derecha arriba, los dodos de la película "La Era de hielo". Derecha abajo, los dodos de la serie "Primeval".

El dodo (Raphus cucullatus) no estaba solo en su género, pues existía otra especie de dodo, el mítico dodo blanco (Raphus solitarius), también llamado solitario de Reunión (una isla Francesa ubicada a 200 Km al oeste de Mauricio). El primero en mencionar al ave fue el inglés John Tatton que en 1625 lo mencionó como un ave blanca y solitaria. En 1646 el holandés Willem Ysbrandtszoon Bontekoe mencionó la presencia de dodos en Reunión, pero no mencionó nada del color. En 1699 el francés M. Carré describió al ave como solitaria y difícil de mantener en cautiverio. Finalmente, el francés Bertrand-François Mahé de La Bourdonnais envió supuestos dodos de Reunión a Francia en 1740, pero como se cree que para esta fecha el ave ya estaba extinta, quizá haya enviado otra ave no voladora: el solitario de Rodríguez (Pezophaps solitaria) un primo del dodo que vivía a 560 Km al este de Mauricio.

Primer pintura de un dodo blanco por Pieter Withoos. Este tipo de pinturas se volvió popular en el siglo XIX y avivó el mito del dodo de Reunión.

Desde 1770 y hasta la década de 1970, casi nadie había trabajado directamente con restos de esta ave y su estudio se basaba en relatos e interpretaciones, pero durante este período algo era claro: se trataba de un dodo diferente al de Mauricio. Esta visión comenzó a cambiar en 1974 con el estudio de subfósiles de Reunión. La evidencia no apuntaba hacia un ave columbiforme (el grupo al que pertenece el dodo y las palomas), sino hacia aves del orden Ciconiiformes (que agrupa cigueñas), pero en 1994 se comprobó que en realidad eran restos de algún tipo de ibis descrito desde 1987, año en el que se propuso que quizá estos ibises eran en realidad los restos del "dodo blanco". Fue hasta 1995 que esta propuesta se consideró y evaluó, llegando a la conclusión de que en realidad nunca existió un dodo blanco, sino un ibis no volador, el ibis de Reunión (Threskiornis solitarius).

Reconstrucción actual del ibis de Reunión (Threskiornis solitarius) por el artista Michael B. H..

Aún hoy la idea del dodo blanco sigue arraigada y en algunos museos del mundo como el Museo de Historia Natural de Londres sigue exhibiendo esta ave mítica bajo el disfraz de un dodo. Esperemos que el ibis blanco recupere su identidad como el habitante original de Reunión.

FUENTE PRINCIPAL:
Hume, J. P., & Cheke, A. S. (2004). The white dodo of Réunion Island: unravelling a scientific and historical myth. Archives of natural history, 31(1), 57-79.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Notas cortas: Confirman la existencia del volcán más grande del planeta

Este tema está relacionado a "Supervolcanes causaron la extinción del Triásico tardío", gracias a todos los que hicieron clic en el botón "quiero saber más".

Los volcanes son uno de las estructuras geológicas más interesantes, pues además de haber cautivado la imaginación del hombre desde tiempos inmemoriales, representan una de las pocas oportunidades que tenemos para apreciar el poder del planeta además de observar sus entrañas. Estos edificios tienen varias formas y dependiendo de ellas se clasifican en estratovolcanes (conos altos formados por acumulación de lava y otros materiales de erupciones sucesivas), conos de escoria (conos moderadamente altos que se forman por acumulación de materiales en una chimenea volcánica), calderas (edificios de bajo relieve, generalmente enormes y que son producto del colapso del cono al rededor de la o las chimeneas) y volcanes en escudo (gigantescas moles de gran extensión que se forman por erupciones sucesivas y que acumulan materiales en una gran área).

Ejemplos de volcanes. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: un estratovolcán, el monte Fuji en Japón; un volcán de cono de escoria, el Paricutín, en Michoacán, México; una caldera, Aniakchak en Alaska, EUA y un volcán en escudo, el Mauna Kea en Hawái, EUA.

Sea cual sea su forma, un volcán eyectará tarde o temprano materiales del interior de la tierra. Estos materiales pueden ser gases (fumarolas), cenizas, piroclastos y lava. La fuerza de sus erupciones y las propiedades de los materiales expulsados por un volcán dependen en gran medida de la zona del manto que alimenta la cámara magmática, de la configuración del volcán y de su ubicación. Esta última puede ser continental expuesta, cubierta o bien, submarina.

Principales tipos de erupción volcánica. Arriba, erupción Plineana o Vesubiana. Abajo izquierda, flujo de lava. Abajo derecha, arco de lava.

Este mes se publicó la confirmación de la existencia del volcán único más grande del planeta, se ubica en una región del Océano Pacífico llamada Plataforma oceánica Shatsky, ubicada a unos 1,850 Km del este de Tokio, Japón. El volcán ha sido llamado Macizo Tamu, se encuentra a más de 1,900 metros de profundidad y su talla es mucho mayor a la del Mauna Loa de Hawái que tiene un largo máximo de 120 Km. El Tamu mide 450 por 650 Km y esto lo ubica cercano a las dimensiones del volcán más grande del sistema solar, el Monte Olimpo en Marte, que posee más de 500 Km de diámetro. Los científicos han confirmado mediante estudios de perfiles sísmicos y muestras de roca que el coloso ha vertido principalmente rocas de tipo basálticas y que la última vez que hizo erupción fue hace al menos 140 millones de años.

El nuevo monstruo descubierto: el Macizo de Tamu.

FUENTE PRINCIPAL:
Sager, W. W., Zhang, J., Korenaga, J., Sano, T., Koppers, A. A., Widdowson, M., & Mahoney, J. J. (2013). An immense shield volcano within the Shatsky Rise oceanic plateau, northwest Pacific Ocean. Nature Geoscience. doi:10.1038/ngeo1934


Otras dimensiones

Mauna Loa
Área: 5271 Km2
Altura desde el suelo oceánico: 9.17 Km


Macizo Tamu
Área: 260,000 Km2
Altura desde el suelo oceánico: 4.46 Km


Monte Olimpo
Área: 296,000 Km2
Altura desde el suelo marciano: 21 Km


martes, 17 de septiembre de 2013

Notas cortas: Descubren la bacteria más pequeña del mundo

Este tema está relacionado a "Bacterias en la fosa de las Marianas", gracias a quienes hicieron clic en el botón "quiero saber más".

Las bacterias son de las criaturas más simples de la tierra, pero también son de las más interesantes. Han poblado este planeta desde hace al menos 3,500 millones de años y son sin duda el grupo biológico que guarda mayor importancia, pues de ellas surgieron los eucariontes y sus características mitocondrias y cloroplastos además de que sin ellas, la vida simplemente no existiría. Su diversidad es también asombrosa, pues ostentan la mayor de la tierra, aunque nos puedan resultar todas iguales, en realidad le dan forma a gran parte del gran árbol de la vida, del que nosotros sólo ocupamos una minúscula ramita.

Versión simplificada del árbol de la vida. En azul el dominio Bacteria, en verde el Archaea y en rojo el Eukaryota, donde nos situamos. Tomado de Wikipedia.

Las bacterias viven en todos los rincones del planeta, en desiertos cálidos, en la cima de los glaciares más inhóspitos, en lagos cubiertos por hielo desde hace millones de años e incluso en la profundidad del abismo oceánico. Algunas de ellas toleran radiación que nos aniquilaría y con toda seguridad existen especies que pueden habitar en el espacio por cierto tiempo o de forma permanente en otros planetas. A pesar de ser microscópicas, su diversidad de formas va más allá de lo que el ojo humano permite vislumbrar, existen bacterias en forma de esfera, de bastón, de espiral, de pequeñas "comas", etcétera.

Diversidad de formas bacterianas. Tomado de Wikipedia.

Su rango de tallas es extenso, existe una especie (Thiomargarita namibiensis) que incluso es visible sin ayuda de microscopios. Si bien, la mayoría son pequeñitas (entre  0.5 y 5 μm [micrómetros]), este mes se acaba de anunciar una nueva especie que es más pequeña de lo habitual y se ha ganado el récord de la más pequeña. Su nombre es Actinomarina minuta, habita en la zona fótica de los cinturones templado y tropical de los océanos del mundo y mide apenas 0.292 μm de diámetro, lo que la convierte en la célula de vida libre más pequeña que se ha descrito. Los autores de su estudio creen que esta pigmea tiene forma esférica y si esto fuera cierto, tendría un volumen de ~0.013 μm3. El récord previo lo tenía la bacteria Pelagibacter ubique con un volumen de entre 0.019 y 0.039 μm3.

Detección por fluorescencia de Prochlorococcus (puntos rojos grandes) y Actinomarina minuta (señalado con flechas). La barra de escala es de 10 micrómetros. Modificado de Ghai et al. 2013.

Para hacernos una idea de su tamaño, una bacteria grande "estándar" mide un poco más que el cromosoma sexual X humano y un poco menos que un glóbulo rojo, mientras que una bacteria pequeña "estándar" mide casi lo mismo que la longitud de onda de la luz violeta. Actinomarina minuta por su parte mide lo casi mismo que el virus Megavirus chilensis (el segundo más grande conocido) y se sitúa cercana al rango máximo de poder de observación de un microscopio óptico. Se trata sin duda de una de las bacterias más interesantes del mundo.

Escala de Actinomarina minuta comparada a otros objetos y dimensiones. Modificado del trabajo original de Cary Huang

FUENTE PRINCIPAL:
Ghai, R., Mizuno, C. M., Picazo, A., Camacho, A., & Rodriguez-Valera, F. (2013). Metagenomics uncovers a new group of low GC and ultra-small marine Actinobacteria. Scientific reports, 3.

Nota:
En algunos sitios se dice que el nombre de la bacteria es "Candidatus Actinomarina minuta" y en realidad, el prefijo Candidatus indica que esta bacteria no es cultivable y que su descubrimiento y estudio toma lugar de muestras ambientales y no de cultivos de laboratorio.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Notas cortas: La aparición de los pastizales en Norteamérica

Esta es otra entrada de "quiero saber más", gracias a quienes hicieron clic en el botón. Este tema guarda relación con el tema anterior "Los pastizales no son tan antiguos".

Los pastizales son biomas dominados por plantas de la familia Poaceae, una familia que incluye desde pastos que adornan nuestros jardines, hasta gramíneas de gran importancia comercial y alimenticia. Sabemos que los primeros pastos aparecieron durante el Cretácico pero no fueron dominantes hasta muchos millones de años después del fin de la era de los dinosaurios.

Los pastizales son parte fundamental de los ecosistemas modernos.

La importancia de los pastizales es enorme. Hoy, conforman cerca una octava parte de la superficie de la tierra y han moldeado la evolución de muchos grupos biológicos. Entre ellos, los mamíferos vegetarianos han sido los más profundamente afectados por la aparición de los pastizales. En el caso de Norteamérica, produjeron la evolución de grandes proboscídeos pacedores, diversos grupos de artiodáctilos y de forma más notoria, la aparición de los caballos esbeltos de un dedo que relacionamos a las formas modernas.

Área de la tierra cubierta por pastizales. Tomado de National Geographic.

Por su abundancia, los caballos han sido el grupo norteamericano más estudiado para explicar la aparición de los pastizales. El cambio de bosques a sabanas y praderas produjo en ellos el aumento de la talla corporal y la estilización generalizada de sus cuerpos y patas. Otro cambio importante que produjo el pasto es la aparición de denticiones más resistentes, adaptadas a lidiar con lo abrasivo que es el consumo de poáceas. A estos dientes de coronas altas se les denomina hipsodontos y en el caso de los caballos, estos dientes aparecieron poco después de que los pastizales se hicieran uno de los tipos de biomas dominantes.

Relación entre la hipsodoncia de caballos norteamericanos y el tiempo. La flecha verde indica la aparición de los pastizales. El área verde del gráfico es donde se sitúan los hipsodontos y en la parte naranja se sitúan los 'mesodontos'. Modificado de Stirton (1947).

Los pastizales norteamericanos aparecieron durante el Mioceno medio, hace unos 15 millones de años. Con ellos, no sólo cambió la configuración del paisaje, sino también las especies que lo habitaban y nos legó el mundo que hoy conocemos en esta parte del mundo.

FUENTES PRINCIPALES:
Jiménez-Hidalgo, E., Ferrusquía-Villafranca, I., & Bravo-Cuevas, V. M. (2002). El registro mastofaunístico miocénico de México y sus implicaciones paleobiológicas. Avances en los estudios paleomastozoológicos: México, DF, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 47-58.

Stirton, R. A. (1947). Observations on evolutionary rates in hypsodonty. Evolution, 1(1/2), 32-41.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Notas cortas: ¿Desde cuándo salta esa pulga en tu petate?

Este es un tema de "quiero saber más", este tema está relacionado a "Lobos, perros y ladridos" siguiendo la temática de los refranes populares. Gracias a todos los que hicieron clic en el botón.

Hay un dicho en México y Centroamérica que reza "De esas pulgas no saltan en mi petate". Esta curiosa frase es una forma despectiva de rechazar una relación de amistad o amorosa. Pero ¿desde cuándo saltan las pulgas en los petates? o mejor dicho: ¿desde cuándo saltan en los huéspedes que poseen?

El mítico lugar donde saltan las pulgas: el petate.

Antes que nada, cabe aclarar que las pulgas son insectos que pertenecen a un grupo propio: el orden Siphonaptera, que significa "tubos sin alas", haciendo referencia a sus características probóscides que usan para picar y chupar sangre y a que a diferencia de muchos insectos, estos no poseen alas. Existen unas 1,900 especies y están especializadas a succionar la sangre de aves y mamíferos (ambos, grupos de animales de sangre caliente).

Esquema generalizado de una pulga y sus partes.

Al ser parásitos, la posibilidad de que se fosilicen es muy reducida. Sin embargo, existen pulgas fósiles. Un grupo primitivo de súper proto pulgas que no podían saltar vivió durante el Jurásico tardío (165 Ma) y Cretácico temprano (125 Ma) en China. Otras pulgas fósiles proceden del Cretácico (122.46 a 112.03 Ma) de Australia pertenecen a la especie Tarwinia australis, que ya era saltarina. El problema con estas pulgas es que los estudios no las encuentran como pulgas verdaderas, sino como proto pulgas.

Pulgas mesozoicas, de izquierda a derecha: la pulga jurásica Pseudopulex jurassicus, la pulga cretácia Pseudopulex magus y la pulga cretácica saltarina Tarwinia australis.

Las pulgas del Cenozoico incluyen a: Palaeopsylla klebsiana y P. baltica encontradas en ámbar de Rusia, Palaeopsylla dissimilis de ámbar alemán, todas del Eoceno temprano (48.6 a 40.4 Ma). Otras pulgas conocidas son Pulex larimeriusRhopalopsyllus sp. de ámbar de República Dominicana que data del Mioceno (30 a 35 Ma).

Paleopsylla, un género de pulgas del Eoceno.

Por todo esto, sabemos que aunque las pulgas existen desde hace al menos 165 millones de años, andan brincando en sus huéspedes desde hace 122 millones de años y en los petates humanos desde hace muy poco.

FUENTES PRINCIPALES:
Whiting, M. F., Whiting, A. S., Hastriter, M. W., & Dittmar, K. (2008). A molecular phylogeny of fleas (Insecta: Siphonaptera): origins and host associations. Cladistics, 24(5), 677-707.

Krasnov, B. R. (2008). Functional and evolutionary ecology of fleas. Cambridge: Cambridge University Press.

Huang, D., Engel, M. S., Cai, C., Wu, H., & Nel, A. (2012). Diverse transitional giant fleas from the Mesozoic era of China. Nature, 483(7388), 201-204.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Notas cortas: Nariz de párroco y la evolución de las aves

Las aves son el grupo de tetrápodos (vertebrados terrestres con cuatro patas) con mayor número de especies (más de 10,000). Su origen evolutivo se remonta al Jurásico tardío, hace unos 150 millones de años. Sus ancestros fueron dinosaurios terópodos (carnívoros bípedos) de un grupo llamado coelurosauria (que incluye entre otros tiranosaurios, raptores y otras formas semejantes).

"Ascensión de las aves" por el artista Matt Mart. Una versión simplificada que ilustra la evolución de las aves. Note que la evolución no es un proceso lineal, pero estas representaciones sirven para fines ilustrativos.

En los primeros millones de años de su evolución, las aves no eran tan diversas y sus formas corporales eran muy similares. En lo que respecta al vuelo, estas aves primitivas funcionaban como los planeadores y biplanos y no como los actuales aviones autopropulsados. Según un nuevo estudio, la clave de este cambio se presentó entre hace 100 millones de años.

Aurornis xui, una de las aves más antiguas conocidas. Reconstrucción por el artista Masato Hattori.

La evidencia sugiere que la clave de esta nueva radiación adaptativa de aves se produjo por la innovación de la parte trasera de sus cuerpos. Las aves tempranas poseían cola y piernas similares a las de sus ancestros terópodos, pero durante el Cretácico temprano las aves innovaron sus colas, fusionando y reduciendo el número de vértebras caudales. Esto generó el famoso pigostilo que sostiene la rabadilla o nariz del párroco de las aves modernas. La aparición de estas mini colas produjo que las piernas de las aves cambiaran con respecto a las de sus ancestros, abriendo nuevos nichos ecológicos. 

Dos especímenes del ave primitiva Confuciusornis sanctus. Note la ausencia de cola larga.

Ya para entre hace 76 y 73 millones de años, las aves serían un grupo muy diverso y capaz de soportar los crudos cambios que trajeron la muerte a sus vecinos mesozoicos para así sobrevivir hasta nuestros días.

FUENTE:
Benson, R. B., & Choiniere, J. N. (2013). Rates of dinosaur limb evolution provide evidence for exceptional radiation in Mesozoic birds. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 280(1768).

jueves, 5 de septiembre de 2013

Notas cortas: Ámbar cretácico mexicano

Desde su aparición como medio de conservación de ADN de dinosaurio en la película Parque Jurásico, adaptación de la novela homónima de Michael Crichton, el ámbar se popularizó como nunca antes. Este tipo particular de fósil se forma cuando la resina vegetal se litifica (se transforma en piedra). Su valor tiene dos enfoques: el científico y el ornamental. Además de ser usado en la joyería fina, el ámbar es importante para la ciencia, pues en su interior puede contener restos de antiguas criaturas congeladas en el tiempo. Algunos ejemplos notables incluyen anfibios, reptiles, arañas atrapando a su presa, ácaros copulando, etc.

Izquierda, ámbar de República Dominicana usado para elaboración de joyas. Derecha, hormiga atrapada en ámbar Báltico.

En México, los depósitos más conocidos de ámbar se encuentran en el estado sureño de Chiapas, donde su uso en los ámbitos joyero y científico es bien conocido. No todo el ámbar es de la época de los dinosaurios de hecho, el de esta antigüedad es extremadamente raro y el de Chiapas no es de la edad de los reptiles, sino que data del Oligoceno-Mioceno, de hace unos 23 millones de años y fue producido por dos especies de leguminosas (plantas como los tamarindos) extintas. Hoy se acaba de dar la noticia de un nuevo yacimiento de ámbar en México, pero esta vez en el norte.

Ámbar de Chiapas. Fotografía del Museo del Ámbar.

El nuevo descubrimiento tuvo lugar en varias minas de carbón al norte del estado, en la localidad de Palaú. El ámbar fue hallado en sedimentos de la Formación Olmos, que datan del Campaniano superior al Maastrichtiano Inferior de Coahuila y tienen una antigüedad de entre hace unos 75 a 70 millones de años. Los investigadores habían tenido problemas para identificar estos fósiles, pues su apariencia en bruto es muy distinta a la típica forma cristalina que se obtiene una vez que la roca es pulida. Según comenta Héctor Porras, director del Museo Histórico de Múzquiz, los mineros llevaban años extrayendo el ámbar sin saber que se trataba de este tipo de fósil y quemándolo en invierno para proporcionar calor.

Ámbar sin pulir.

El material fósil fue analizado con ayuda de poderosos instrumentos que incluyen al acelerador de iones Pelletron del Instituto de Física de la UNAM y el acelerador de partículas del National Synchrotron Light Source, del laboratorio Brookhaven, en Nueva York. Los resultados indican que este ámbar no fue producido por leguminosas como el de Chiapas (plantas que por cierto aún no evolucionaban), sino por coníferas de un pretérito bosque paratropical.

Bosque de coníferas entre San Isidro Llano Grande y San Miguel Cajonos, en la Sierra Madre de Oaxaca, México.

El ámbar de Coahuila no contiene ningún animal en él, pero futuros descubrimientos podrían revelar importantes prisioneros del tiempo.

FUENTE:

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Notas cortas: ¿Qué sucede luego de una extinción en masa?

Las extinciones son un fenómeno natural por el cual las especies desaparecen al transformarse en otras o bien, cuando el número de individuos de una especie no alcanza para sostener la población general y esta desaparece sin dejar legado alguno.

Izquierda, Bison antiquus de Carl Buell, una especie que se extinguió y generó al bisonte moderno Bison bison. Derecha, Raphus cucullatus de Frederick William Frohawk, una especie que se extinguió sin dejar descendientes.

Las extinciones masivas son un tipo especial de extinción en el que desaparece no sólo una especie, sino conjuntos de ellas. Aquí la importancia evolutiva se centra en grupos de especies emparentadas. El estudio de los patrones de diversificación posterior al evento de extinción es de suma importancia para entender cómo responden los grupos biológicos a estas catástrofes.

El impacto del asteroide que exterminó a los dinosaurios. Ilustración de Donald E. Davis.

La teoría macroevolutiva sostiene que luego de un evento de extinción, algunos grupos diversifican en nuevas especies para "llenar los vacíos" dejados por las desaparecidas (diversificación taxonómica). Esto no ha sido cuestionado, pues queda claro que en muchos grupos, se produce este fenómeno y así lo muestra el registro fósil. Pero ¿qué tanto se modifica la variación morfológica (diversidad morfológica)? ¿Surge más o disminuye? Un nuevo estudio sanja esta cuestión con un grupo especial de reptiles semejantes a mamíferos, los anomodontos. Los investigadores analizaron la variación morfológica y la compararon con la diversidad de especies, llegando a la conclusión de que la diversidad de especies no necesariamente está relacionada a la diversidad morfológica y que este patrón es característico de extinciones en masa, pero no de radiaciones por aparición de nuevos caracteres.

Diversidad de especies vs diversidad morfológica de reptiles anomodontos antes y después del evento de extinción de finales del Pérmico. A la derecha, reconstrucción de Lystrosaurus, un género que vivió antes, durante y después de la extinción. Modificado de Ruta et al. (2013).

Después de todo, si un grupo de especies empieza de nuevo con un acervo genético disminuido no tendrá los planos necesarios para generar disparidad de formas. En el caso de estos reptiles, aunque se nota un aumento de especies, su diversidad de formas decayó drásticamente.

FUENTE:
Ruta, M., Angielczyk, K. D., Fröbisch, J., & Benton, M. J. (2013). Decoupling of morphological disparity and taxic diversity during the adaptive radiation of anomodont therapsids. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 280(1768).