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domingo, 29 de agosto de 2021

¿Realmente cambian el diseño de Spínosaurus?

 Este tema se desprende de un par de líneas escritas por uno de nuestros lectores y me pareció muy importante retomarlas, pues estaba en lo cierto COMPLETAMENTE. Verán. Cuando se describió a Spinosaurus aegyptiacus (desde ahora sólo Spinosaurus), en 1915, a nadie le importó mucho que digamos. Parte de eso tiene que ver con lo incompleto de los restos fósiles originales de la bestia, que aunque tremendamente inusuales, poco llamaron la atención de la emergente dinosaurología que estaba descubriendo saurios en otros lados.

Holotipo de Spinosaurus presentado por Stromer en 1915.

Luego del infame bombardeo de 1944 en el que los restos se perdieran para siempre, poco interés adicional generó este animal. Luego del renacimiento de los dinosaurios, cementada de la mano de Robert T. Bakker y su obra "The Dinosaur Heresies" (Las herejías de los dinosaurios), se comenzó a gestar un pequeño interés por dinosaurios poco conocidos. Y Spinosaurus aparecía a veces por aquí a veces por allá en uno que otro libro, siempre representado de forma... Curiosa.

Representación caduca de Spinosaurus. Arte de John Sibbick.

Pasa el tiempo y Paul C. Sereno et al. descubren y publican a Suchomimus tenerensis en 1998. Y sólo entonces Spinosaurus vuelve al ojo paleontológico; aunque debió volver con Baryonyx walkeri descrito en 1986. Y hablando de Baryonyx, este dinosaurio fue el responsable indirecto de hacer "famoso" a Spinosaurus.

Esqueleto de Baryonyx. Fotografía de (CC) Kumiko.

Resulta que para cuando se estaba escribiendo el guion para Parque Jurásico 3, no quedaba claro cuál sería el antagonista. Después de todo, no quedaban muchos dinosaurios que fueran tan grandes como un T. rex. Y hay que tener en cuenta que por alguna razón se ignoró a Giganotosaurus carolinii, que fue publicado en 1995 como más grande que un T. rex. Quizá se deba a un anglocentrismo desmedido o fuera pura casualidad.

Esqueleto de Giganotosaurus. Foto de (CC) Jonathan Chen.

La cosa es que, al final, la versión preliminar del guion consideró a Baryonyx como el antagonista. Pero era más pequeño que un T. rex. ¿Cómo iba a ser el antagonista? Pues con la magia de la genética lo iban a lograr. Incluso, los primeros promocionales y logo de la película tenían a este género de dinosaurio como  el principal. Luego, alguien de producción fue informado que ya existía un tipo de Baryonyx más grande en la realidad y además ¡Tenía vela! Y fue entonces que el Spinosaurus real se iría al carajo y surgiría la bestia mitológica del cine.

Logo original de JP3 donde aparece el Baryonyx gigante que sería el antagonista.

La cosa es que luego de la película de 2001, la imagen cimentada en el imaginario popular era la del monstruo del cine. Esos improntados que gustan desdeñar la ciencia cada que esta "atenta" contra lo que perciben como "aterrador y genial", son precisamente los que dicen "a cada rato cambian el diseño de espinosaurus" y suelen añadir "lo echan a perder, ya no da miedo". Y prestemos atención a la afirmación en negritas...


Spinosaurus de JP3.

¿Realmente es cierto eso que dicen? Pues simplemente, no. Los dinosaurios, a diferencia de Superman o Ironman, no son personajes ficticios y no tienen un diseño. Por ende, no existe un diseño qué cambiar. Y esto que claman del cambio de diseño, revela lo que realmente piensan de los dinosaurios. Pues los ven como héroes de su infancia y no, como animales reales que alguna vez existieron.

Esto NO es un diseño, es una hipótesis de reconstrucción del aspecto en vida de S. aegyptiacus. Arte de (CC) Mario Lanzas.

Precisamente esta idea nociva hace que se rechace la nueva información que aporta la paleontología al aspecto reconstruido de los dinosaurios. Note la importancia de ASPECTO RECONSTRUIDO, pues este es una hipótesis CIENTÍFICA generada con horquillado filogenético, que es una metodología de reconstrucción de criaturas extintas. O sea: la ciencia no es Marvel, DC o Universal Studios para andar haciendo "diseños de personaje". La ciencia postula hipótesis de reconstrucción, que se ven sustituidas y mejoradas a partir de nueva información y NO, de los gustos de la gente.

Estos sí son diseños de personaje.

Es por ello que, cuando leo el clásico comentario de "a cada rato cambian el diseño de espinosaurus" (aderezado con el chiste ultragastado de Freezer), lo ignoro, pues revela que quien lo escribe, no ve a los dinosaurios como animales, sino como héroes. Y casi siempre, a estos entes no les interesa la ciencia que no haga a los dinosaurios más sanguinarios y "cool" en su cabeza. Y es EXTREMADAMENTE RARO encontrarse con alguien que sabe diferenciar a los dinosaurios reales (los animales que vivieron y que estudia la paleontología) de los monstruos del cine o videojuegos, pero de que existen estos rara avis, existen. A estos últimos, todo mi respeto, hacen algo que muy pocos pueden: separar realidad de ficción.

Estas imágenes no sólo están erradas, sino que son terriblemente engañosas. Equiparan un diseño de cine con una hipótesis de reconstrucción científica. Mucho ojo con estas imágenes falaces. Imagen de © air87art.

Así que ahora lo sabe estimado lector. No, la ciencia no cambia el diseño de nada, pues no se trata de personajes, sino de criaturas pretéritas reales. Lo que la ciencia hace es proponer nuevas hipótesis de reconstrucción del aspecto en vida. Diseños, ni que ocho cuartos...


viernes, 25 de junio de 2021

¿Está sobrevalorado el T. rex?

Uf, tiempo sin escribir. Pero ya me harté de estar revisando bibliotecas de efectos, así que decidí escribir algunas líneas. Bueno, hoy por la mañana, mientras mi friki ser se disponía a ver Pokémon, me llegó un mensaje. Este estaba acompañado de capturas de pantalla de un rant infantil sobre dinosaurios y ataques personales sosos. Pero eso me llevó al post original para "investigar" ¿Qué había causado todo? Ah, pues resultaba que se discutía acaloradamente de si Tyrannosaurus rex estaba "sobrevalorado" o no.


En lo que restó del día me hice la pregunta en la cabeza y me puse a pensar sobre las razones para decir eso. Y luego de meditar mucho he llegado a una conclusión... Rara conclusión, a decir verdad. La respuesta corta es: NO. Pero procedo a explicarme.

Cuando mi yo científico que estudió por 12 años para ejercer de forma profesional la paleontología escucha "sobrevalorado", se me funde algo en el cerebro. ¿Cómo podía una especie fósil estar sobrevalorada? Porque, para que algo esté SOBREvalorado, primero tiene que estar valorado. Pero ¿de dónde viene este valor? Científicamente hablando, Tyrannosaurus rex es una especie extinta cuyo valor radica en fungir como modelo para entender diferentes aspectos de la paleobiología de los dinosaurios, desde histología a biomecánica. Pero fuera de eso, no es algo muy excepcional que digamos. No responde grandes misterios fósiles que son más importantes, como la razón de la explosión cámbrica o el origen de nuestro linaje... Pero si es así ¿por qué hay tantos artículos de esta criatura?

Escena cámbrica por John Sibbick.

La respuesta tiene dos factores. Por un lado, hay MUCHOS ejemplares de T. rex, si los comparamos contra ejemplares conocidos de otros grandes terópodos, como Spinosaurus aegyptiacus o Giganotosaurus carolinii. El que existan tantos ejemplares permite hacer MUCHOS más estudios y aprender más de esta especie. Por otro lado, este saurio funge como una especie carismática.

Pequeña muestra de los ejemplares conocidos de T. rex. Orba de Asuma17.

Este concepto surgió originalmente dentro de la biología de la conservación para resaltar a aquellas especies que por sus características, tienden a resultarnos atractivas. Ejemplos de especies carismáticas las encontramos en los elefantes o los tigres. Unos por enormes, inteligentes y sociales, los otros por su misticismo y nuestro miedo/respeto por los depredadores. Como sea, T. rex es uno de estos bichos, pero en paleo. Es carismático. Nos atrae. Y como los científicos son humanos, les atrae mucho publicar un paper de cualquier aspecto de T. rex, como el más reciente de su estratificación ecológica y ontogenética (si quieres escucharme explicar en detalle este estudio, te recomiendo suscribirte al Patreon).

Ontogenia de T. rex resumida. Tomado de Carr (2020) y de este post.

El "problema" de que una especie sea carismática es que se tiende a desvirtuar su naturaleza. En el caso de esta especie, es común leer y escuchar sobre "EL tiranosaurio"... Desde ya, eso me causa algo de gracia, pues no había UN tiranosaurio, era una especie con miles o millones de individuos de los que sólo unos cuantos han llegado a nosotros como fósiles. Y me causa gracia porque eso de "EL" revela la mitificación de la que es sujeto la especie. Ipso facto, se ha convertido en UNO. Y esta condición no es diferente de la que tenemos por figuras religiosas o mitológicas. Y es que, no hay un Zeus, hubo muchos. No hay un Spiderman, hay muchos. Y no hablo de Peter, Miles o los demás del multiverso arácnido, sino que me refiero a que cada escritor da vida a un spiderman distinto.


Y eso hemos hecho con T. rex. Hemos transformado una especie animal extinta en una celebridad. Pero ¿tiene eso algo de malo? Si se sabe distinguir fantasía de realidad, no. Pero he ahí el problema. Muchos NO LO HACEN. Y en este grupo están los que dicen "El T-Rex está sobrevalorado". Cuando uno lee sus argumentos, éstos giran en torno a tres cosas:

1. Su capacidad de vencer a terópodos u otros animales con los que no coexistió o con los que no tenemos ninguna evidencia de que haya "luchado".
2. Su dieta. Si se le considera un cazador, está automáticamente "sobrevalorado".
3. Su presencia mediática.

Vayamos por puntos. En el punto 1 DEBO decir lo evidente. Eso es simplemente absurdo. Y me sumo a Stan Lee para decir que: "ganará el que el ESCRITOR de la ficción desee que gane". No hay otra respuesta. Y es que, la razón es simple: la gladiadorización de las especies extintas NO es una hipótesis científica, pues no es falsable. Culpo directamente a Discovery Channel y su show "Animal Face-Off" (duelo animal) y a JP3 por implantar esta soberana... Idea. En la mente de miles. Los animales no eran gladiadores, eran eso, animales. Unos agresivos, otros no tanto, pero desconocemos mucho de cómo o por qué llegarían a antagonizarse. Con T. rex, existe evidencia (no libre de debate) de que estos animales consumían a otros de su especie (y a otras especies). Pero esto no es raro entre depredadores.

Por cochinadas como esta, dejamos de tener documentales bonitos y se comenzaron a enfocar en fantasías (cof cof sirenas coooof).

En el punto 2, bueno... Para empezar, la idea de Horner de que T. rex era enteramente carroñero, no es, ni ha sido puesta a prueba. Por ello es que, apenas y se la puede considerar una hipótesis científica. Ya que, si no se puede poner a prueba (falsar), no es ciencia. Y es que, Horner suele afirmar cosas sin respaldarlas con evidencias fuertes y también suele prometer dinopollos que nunca llegarán. Pero ¿por qué hace esto? Simple: son ardides publicitarios para atraer inversión. Y es que, su museo es privado y no vive de los comentarios de los niños rata, sino de inversores. Y un inversor no va a inyectar dinero a un proyecto o ideas mainstream, no. Quieren "más dientes"... La realidad es que, existe evidencia de que T. rex atacó presas vivas. O sea: que era un depredador. Y ojo aquí, TODOS los depredadores, dadas las circunstancias adecuadas (como estar pasando hambre y toparse un cadáver) consumirán carroña. De nuevo, no es nada nuevo, ni revolucionario. Y esa falsa dicotomía de cazador vs carroñero, es simplemente eso, una falacia. Pero ¿significa que entonces ya por ser cazador está sobrevalorado? No, es simplemente una deducción de los hábitos de la especie. Eso es algo que hacemos los paleontólogos, tratar de indagar qué comían las especies... Ahora resulta que por haber inferido la dieta del bisonte antiguo, ya lo hice sobrevalorado... Pfff, ridículo.

T. rex comiendo, modelo del Museo Americano de Historia Natural.

Y finalmente, el punto 3. Si el T. rex está sobrerepresentado en los medios es por varias razones. Primero, se conoce desde 1905, mientras que otros terópodos como el giganotosaurio, apenas y se conoce desde 1995. Nada más que 90 años de diferencia. La otra razón es porque la mayoría de los medios que le representan son (como dicen con desprecio los ratasaurios dolidos) "yankis" (y entran al saco los canadienses). ¿Jurassic Park? Gringo. ¿Dinotren? Gringo. ¿Pie pequeño? Gringo. ¿Beast wars, transformers? Gringo. ¿Dinoriders? Gringo. ¿Barney? Gringo. ¿Fantasía? Gringo. ¿Ya se va entendiendo? Y acaso un productor o creador artístico ¿va a arriesgarse con otra especie que no sea el anciano sin derechos de autor ese que TODO el condenado planeta conoce? Difícilmente (pero sí pasa, como con Dinosaurio de Disney). La apuesta segura es y seguirá siendo usar a Tyrannosaurus rex. Y es por esto que en este rubro SÍ ESTÁ SOBREVALORADO. O sobreexplotado diría yo.

FUCK yeah!

Pero de esto último ¿Tienen culpa los paleontólogos? Desde luego que no. Los paleontólogos hacemos papers, escarbamos huesos, hurgamos en microscopios, trabajamos con programas estadísticos o de sistemática... Hacemos todo, MENOS obligar a los productores yankis a usar a SU especie más emblemática. Y a los paleontólogos en general, nos importa un bledo quién gane qué en qué ficción, eso es simplemente ridículo. A nosotros nos preocupa que nos rechacen el paper, que los revisores pidan imposibles o que se acabe el financiamiento. Claro que existe uno que otro paleontólogo que tiene en su interior un niño rata que gusta sacarse la playera y hondear fajos de billetes a su gladiador favorito mientras grita enérgico, pero son los menos. Y en el interior de este paleontólogo, lo único que hay es un niño ratamón que espera a ver cómo Ash pierde y pierde ligas hasta llegar a Hawa... Alola.

Reitero y reiteraré siempre mi aversión hacia los VS. Al final, todos sabemos que gana Bison latifrons.

Como dije ayer en el conversatorio con los creadores de GeoXplora y La mordida del Anomalocaris: "mi dinosaurio favorito es Tyrannosaurus rex". Y lo sostengo. Pero debo aclarar que es mi favorito porque sabemos un montón de la especie a nivel científico, no por ficciones. De hecho, desprecio bastantito la representación que se le da a esta especie en los medios. Simplemente no me gusta su constante representación como gladiador sanguinario. Yo quiero ver al animal como fue hace 66 millones de años, no cómo lo ejecutan productores ansiosos por hacer sus bolsillos más grandes. 

Este es el tirano lagartijo rey que me interesa y no el gladiador seco, calvo y con manos rotas. Arte de Zubin Erik Dutta.

Y bueno. Antes de que me salga un terapeuta de interné, tranquilo señor. Disfruté un montón escribir algo luego de eones de inactividad blogera. Estoy tratando de re-pensar cómo funcionará este espacio, pues con los dos podcasts que tengo, me basta y sobra el trabajo como para aventarme encima más... En fin, suscribíos al canal chavales y no olvideís apoyar a este mendigo en Patreon. Hasta la próxima.


lunes, 26 de octubre de 2020

Cambios a Scelidosaurus harrisoni

Scelidosaurus harrisonii es un dinosaurio tireóforo (del grupo de los dinosaurios armados que incluye a los estegosaurios y los anquilosaurios) que vivió durante el Jurásico Temprano, entre hace 196.5 y 183 millones de años, aproximadamente. Este dinosaurio se ha sostenido por mucho tiempo como un tireóforo basal, es decir, un miembro primitivo del grupo, pero no incluido ni en Stegosauria, ni en Anquilosauria, que son los clados más diversos e importantes de estos dinosaurios.

Scelidosaurus harrisonii por el artista Jack Mayer Wood.

Sin embargo, este año se publicaron un par de estudios que cambian la forma tradicional de ver a este dinosaurio. Ambos fueron escritos por el Dr. David Norman, paleontólogo del Reino Unido experto en estas criaturas. Estos estudios se centran en el ejemplar mejor conocido de la especie, el NHMUK R1111.

Ejemplar NHMUK R1111, tomado de Norman (2020b).

Las conclusiones de estos trabajos son muy amplias, pero trataré de sintetizarlas lo más posible. Tenemos por principio de cuentas, una revisión de su anatomía esquelética que sugiere cambios en la forma de ver el esqueleto del animal. Estos cambios son sutiles pero importantes. El cráneo cambió bastante, es más alto y robusto de lo que inicialmente se había pensado (detallaremos más de éste en un momento más), el cuello no parece haber sido tan largo, la caja torácica era más amplia y sus costillas portaban algunas placas cartilaginosas, como las de algunos dinosaurios elasmarios. Y finalmente, su pelvis era más robusta y con el proceso púbico y el isquion  orientados más hacia abajo.

Comparativa del esqueleto interpretado en 2020 por el Dr. David Norman y abajo la reconstrucción (ahora desactualizada) de Scott Hartman.

El Dr. Norman concluye además que aunque este dinosaurio era principalmente cuadrúpedo, el bipedalismo facultativo no está fuera de las posibilidades, aunque no sería el medio principal de locomoción. Esto se apoya por hallazgos previos de huellas atribuidas a dinosaurios similares. Además, el Dr. Norman sugiere que los juveniles pudieron haber sido bípedos. Lo que hace que Mussaurus ya no sea el único dinosaurio conocido con este cambio de locomoción. Aunque claro, quedaría encontrar juveniles muy tempranos, pues por ahora, esta conclusión reposa bajo el peso de lo estudiado con ejemplares subadultos y adultos.

Reconstrucción del aspecto en vida de Scelidosaurus por el artista John Sibbick.

Vayamos ahora al cráneo. Como dije, éste era más robusto de lo que se pensaba. Poseía un predentario muy reducido (apenas presente) y un rostro corto. En el techo del cráneo se presentaban engrosamientos importantes de los huesos craneales y pasando las órbitas tendríamos un cráneo con una región temporal y occipital anchas y robustas, que albergaban una musculatura nada desdeñable. También destaca bastante la presencia de un par de cuernos occipitales (osteodermos) que eran bastante largos.

Restauración del cráneo de Scelidosaurus. Note los "cuernos" occipitales. Tomado de Norman (2020a).

Y lo más interesante del cráneo es que conserva en su superficie las marcas de dónde se anclaban las escamas de queratina, con lo que se puede reconstruir de forma bastante fiel el cómo lucían estas. Sin incluir su grosor, pues este, es desconocido. Y eso afecta bastante a los osteodermos occipitales. Pero, si se emplea lo conocido en Borealopelta, que es el dinosaurio acorazado mejor conocido y con fundas de queratina de los osteodermos, se puede reconstruir de forma bastante mesurada qué tanto pudieron haberse extendido estos "cuernos".

Reconstrucción del aspecto en vida de las escamas que cubrían la cabeza y osteodermos occipitales de Scelidosaurus. Tomado de Norman (2020a).

Y aunque es tentativo colocarle cuernos de cabra, como el mismo Norman sugiere (pero descarta) en el texto del artículo, la realidad es que la evidencia no apoya esta idea (de nuevo, sugiero visitar el artículo de la descripción de la cobertura queratinosa en los osteodermos de Borealopelta). Eso sí, es divertido imaginar, pero de ahí a que estos cuernos de cabra sean ahora el estándar para los dinosaurios, es otra cosa. Hay que tener cuidado con esas sugerencias que sólo buscan generar impacto para un negocio. Eso, queridos lectores, no es ciencia.

Reconstrucción hipotética de Scelidosaurus por Joschua Knüppe. Note el largo y textura de los "cuernos" así como la glándula(?) en frente del ojo, justo en la zona donde Norman no encontró evidencia clara de una cobertura por escama queratinosa.

Pero volvamos a Scelidosaurus, pues nos espera una última sorpresa importante: su posición filogenética. Dije al inicio de este artículo que era un tireóforo basal. Y eso es porque hasta antes de estas publicaciones, eso es lo que se pensaba. Pero ahora, con un conocimiento más completo de la anatomía de este taxón, se puede volver a probar esta hipótesis. Y eso fue lo que se hizo. ¿Qué sucedió? Pues que después de diferentes análisis, todo apunta a que en realidad, Scelidosaurus harrisonii NO es un tireóforo basal, sino un ¡ANQUILOSAURIO BASAL!

Nuevo esquema de clasificación de los tireóforos con especial énfasis en los anquilosauromorfos, grupo al que posiblemente pertenece Scelidosaurus. Ilustraciones de Satoshi Kawasaki.

En estos trabajos se crea además, el clado "Ankylosauromorpha", definido como aquel que contiene a los dinosaurios más cercanamente relacionados a Euoplocephalus y Edmontonia que a Stegosaurus. En este grupo, Scelidosaurus resulta más avanzado que Scutellosaurus y Emausaurus, ambos también anquilosauromorfos.

Sin duda, todos estos nuevos descubrimiento sacan a Scelidosaurus harrisonii de las "sombras" del olvido y lo colocan en un nuevo punto donde debemos replantearnos su importancia y qué nos dice sobre la diversificación de los tireóforos.


Fuentes:

Norman, D. B. (2020b). Scelidosaurus harrisonii from the Early Jurassic of Dorset, England: postcranial skeleton. Zoological Journal of the Linnean Society, 189(1), 47-157.

jueves, 10 de septiembre de 2020

God of War... Pero en dinosaurio

¿No les dije en el post previo que estamos en la era dorada de la investigación de los dinosaurios? Mencioné además que se describen nuevas especies muy a menudo. Y ¿qué creen? Pues que de eso va este post, de un nuevo dinosaurio descrito.

Cráneo de Beg tse. Tomado de Yu et al. (2020).

Este nuevo dinosaurio fue nombrado Ba Sing Se Beg tse y su nombre deriva del dios de la guerra mongol Beg-tse. Fue descubierto a 14 kilómetros de la ciudad de Tsogt-Ovoo en las "camas rojas" descubiertas por primera vez por las famosas expediciones Mongol-Soviéticas que tuvieron lugar entre 1946 y 1949. Dichos lechos fosilíferos corresponden a la Formación geológica Ulaanoosh, que tiene una edad de entre 94 y 113 millones de años, por lo que Beg tse data del límite entre el Cretácico Temprano y el Tardío. El holotipo de la especie (IGM 100/3652) consiste de un ejemplar con cráneo y partes del esqueleto.

Imagen de google earth de la Formación Ulaanoosh.

Este nuevo dinosaurio pertenece al grupo de los Ceratopsia, el mismo donde encontramos formas como Psittacosaurus y Triceratops. Pero se incluye en el grupo más avanzado, el de los Neoceratopsia, donde encontramos formas como Aquilops, Protoceratops y desde luego a la corona familiar: los Ceratopsidae. La importancia de Beg radica en que es el neoceratopsio más basal conocido a la fecha y además es el más antiguo encontrado en Asia. Esto sugeriría que la historia evolutiva temprana del grupo es más compleja de lo que se pensaba. Sobre todo porque su morfología es aún más primitiva que la de los miembros más basales previos, conocidos del Aptiano de China y América del Norte. Lo cual apunta a un origen asiático del grupo.


Análisis filogenético de los Ceratopsia incluyendo a Beg tse (en verde). Modificado de de Yu et al. (2020).

Descubrimientos como este, van llenando poco a poco nuestro hueco de conocimiento sobre el origen de algunos grupos de dinosaurios más diversos y mejor conocidos que aparecieron posteriormente. Esperemos que se descubran más y más neoceratopsios basales para saber cuál es la cuna geográfica de este grupo de dinosaurios cornudos.

Fuente:
Yu, C., Prieto-Marquez, A., Chinzorig, T. et al. A neoceratopsian dinosaur from the early Cretaceous of Mongolia and the early evolution of ceratopsia. Commun Biol 3, 499 (2020). https://doi.org/10.1038/s42003-020-01222-7

martes, 8 de septiembre de 2020

Nuevo "dragón dormido", una nueva especie de ornitópodo basal

Hoy estamos viviendo en la era dorada del estudio de los dinosaurios, cada poco tiempo se descubren nuevas especies y hace poco, llegó una nueva especie que difiere del panorama general de estos nuevos taxones descritos en que se trata de ejemplares completos.

Holotipo de Changmiania liaoningensis. Tomado de Yang et al. (2020).

La nueva especie recibió el nombre: Changmiania liaoningensis. Su nombre significa "el del sueño eterno de Liaoning". El holotipo (PMOL AD00114) es un esqueleto completo y articulado. Y además, se le refiere un segundo ejemplar (PMOL LFV022) igualmente completo. Éstos datan del Cretácico temprano, de hace unos 125-129 millones de años y proceden de la famosa Formación Yixian. Y fueron recuperados de las proximidades de la ciudad de Beipiao.

Ejemplar PMOL LFV022. Tomado de Yang et al. (2020).

Además de que obviamente son ejemplares completos y articulados, estos fósiles poseen algo interesante señalado en rojo en las fotografías previas: poseen gastrolitos preservados. Estos elementos son rocas tragadas por los dinosaurios para auxiliar en la trituración de los alimentos en su aparato digestivo.

Gastrolitos preservados de Changmiania liaoningensis. Tomado de Yang et al. (2020).

Y por si aún no estabas impresionado, los autores del estudio señalan que la posición de los esqueletos así como la composición de la roca en la que se encuentran fosilizados corresponde con una madriguera. Y tras analizar la anatomía de estas criaturas, se concluyó que como Oryctodromeus cubicularisChangmiania liaoningensis también era una especie que excavaba madrigueras. La anatomía de este dinosaurio cuadra con ello, pues posee un cuello corto y robusto, miembros delanteros fuertes, rematados en escápulas alargadas, que hacían de sus patas delanteras aptas para los movimientos propios de la excavación, lo mismo que con las patas traseras.

Reconstrucción del aspecto en vida de Changmiania. Obra de Carine Ciselet.

Los análisis filogenéticos sugieren que Changmiania era un ornitópodo basal, es decir, uno de los miembros más primitivos del grupo Ornithopoda. Pero además, el análisis filogenético muestra un cambio para Kulindadromeus (especie en la que se basa el patrón de plumaje artístico colocado a Changmiania), que corresponde con su traslocación de ornitópodo basal a un miembro basal del linaje de los marginocéfalos (paquicefalosaurios + ceratopsios). Y en este análisis se rechaza la noción propuesta previamente de que los heterodontosaurios eran en realidad paquicefalosaurios basales (clic aquí para saber de esa noticia).

Análisis filogenético con el nuevo Changmiania (en rojo). En verde, la posición filogenética de Kulindadromeus y en morado, la de los heterodontosaurios. Tomado de Yang et al. (2020).

Este nuevo dinosaurio trae consigo más de lo que uno suele esperar con las nuevas especies de dinosaurios publicadas y sin duda, aporta más datos para conocer mejor el origen del grupo de herbívoros más importante del Cretácico, de los Ornitópodos.

Fuente:
Yang Y, Wu W, Dieudonné P, Godefroit P. 2020. A new basal ornithopod dinosaur from the Lower Cretaceous of China. PeerJ 8:e9832 https://doi.org/10.7717/peerj.9832

lunes, 7 de septiembre de 2020

Curiosa cría de Titanosaurio

Cuando Jack Horner comenzó la tendencia de indicar que las crías y juveniles de algunos dinosaurios podrían no verse en lo absoluto como los adultos de sus especies,  muchos se burlaron. Otros cuantos creyeron que se trataba de un ardid publicitario de su Museo, pero el tiempo le dio la razón (no totalmente, pero sí que tenía razón en varias de sus afirmaciones). Y no es por nada, ya que Horner fue de los primeros científicos de la época del Renacimiento de los dinosaurios en estudiar crías de dinosaurio.

Fotografías del fósil (A) y cráneo (B) del embrión. En C se aprecia un dibujo técnico del mismo y en D y E modelos tridimensionales generados con tomografías. Los colores indican diferentes huesos. Tomado de Kundrát et al. (2020).

Y recientemente se ha publicado lo que quizá sea el cambio ontogenético más radical descubierto en cualquier dinosaurio. Al menos hasta la fecha. Se trata de un embrión fósil de titanosaurio indeterminado que muestra un cráneo con características más que peculiares. Para empezar, presenta una especie de "punta" en el hocico que se conforma de prolongaciones del premaxilar. En esta parte se hipotetiza que existió un recubrimiento córneo (un cuerno, vaya) llamado cuerno premaxilar.

Reconstrucción del aspecto en vida del embrión de titanosaurio. Tomado de Kundrát et al. (2020). La flecha roja apunta al cuerno premaxilar y la azul al diente de huevo.

Pero ¿Qué tiene de raro? Después de todo, hay vertebrados modernos con dicho cuerno, denominado "diente de huevo". Bueno, pues aunque se había descubierto en titanosaurios (y quizá hasta de la misma especie) en Auca Mahuevo, este ejemplar sugiere que el "cuerno premaxilar" no es lo mismo que el "diente de huevo" (véase la imagen previa) y que en realidad dicho diente, que se cae al poco tiempo luego de eclosionar, estaría situado más arriba en el rostro del animal.

Dientes de huevo en diversos saurópsidos. Créditos: Grupo Ornitológico Alcedo, Crocodilian Biology Database, Dwigth Kuhn y Tila.

Y esto sí que sería novedoso, pues ningún vertebrado conocido posee esta peculiar anatomía. Los autores del estudio no especulan sobre la posible utilidad de cuerno premaxilar. Pero indican que éste, estaría presente durante un tiempo después. Su función es desconocida hasta ahora.

Reconstrucción de titanosaurios recién eclosionados. Obra de Christopher Lenin Chávez. Noten la presencia tanto del diente de huevo como del cuerno premaxilar.

Pero ahí no acaban las rarezas, pues al estudiar de forma tridimensional el embrión emergió una cara bastante peculiar. Primero que nada, el techo del cráneo no se osificaba hasta más tarde en su desarrollo, pero el resto de huesos de la cara ya estarían osificados. Además, las narinas serán confluentes (es decir unidas) desde temprano en su desarrollo, pero en vez de estar situadas en la parte alta de la cabeza, se localizaban frente a los ojos. Y eso no es todo, lo más raro es la posición de los ojos, pues éstos indican una visión estereoscópica, al estar orientados hacia el frente. Este saurópodo tenía ojos de primate que, al crecer, se irían orientando a los lados de la cabeza poco a poco.

Reconstrucción de la anatomía craneal del embrión. Note la posición de las narinas entre los ojos y la posición de éstos, viendo directo en nuestra alma. Tomado de Kundrát et al. (2020).

Se desconoce aún la razón de estos peculiares rasgos anatómicos, pero ponen de manifiesto a una cría que no se parece casi nada (al menos en el rostro) a un adulto. Lo cual guiará sin duda la reconstrucción paleoartística futura de este tipo de criaturas. Esperemos que el tiempo, nuevos fósiles y estudios nos puedan dar respuesta de esta curiosa anatomía o expongan nuevas y peculiares rasgos en otros horriblemente hermosos bebés de dinosaurio.

Fuente:
Kundrát, M., Coria, R. A., Manning, T. W., Snitting, D., Chiappe, L. M., Nudds, J., & Ahlberg, P. E. (2020). Specialized Craniofacial Anatomy of a Titanosaurian Embryo from Argentina. Current Biology.

viernes, 28 de agosto de 2020

Spinosaurus: más acuático que nunca

Spinosaurus aegyptiacus, descrito por el paleontólogo Ernst Stromer en 1915 a partir de restos muy fragmentarios, ha ido ganando notoriedad en los últimos años gracias a nuevos hallazgos que demostraron que era completamente distinto del arquetipo corporal de otros terópodos e incluso de miembros de su misma familia. A pesar del disgusto de los fans de películas, en el mundo científico cada nuevo paper de Spinosaurus, desde su "cambio de look" radical de 2014 (ver entrada al respecto) hasta su recién añadida "cola de tritón" ha sido bien recibido. Y esto se debe a que realmente esos cambios han estado bien fundamentados y la evidencia al respecto ha sido clara. Y nosotros hicimos dos videos al respecto.

En el primer video repasamos la historia de este dinosaurio y sus reconstrucciones científicas. Clic aquí para ver.

En el segundo video añadimos la nueva información de la cola de este dinosaurio, que cambia su estilo de vida propuesto de vadeador a un animal casi enteramente acuático. Clic aquí para ver.

Y como dije antes, en la comunidad científica no hay realmente problemas con los cambios, pues eso es lo que se espera de la ciencia y más cuando describes algo a inicios de siglo XX con materiales fragmentarios. Y con la nueva cola quedó más claro que el animal era casi enteramente acuático. Sin embargo, habían dudas genuinas sobre esto. Pero esas dudas quedan disipadas por un nuevo trabajo de investigación.

El título del artículo es "Evidencia tafonómica apoya un estilo de vida acuático para Spinosaurus".

En dicho trabajo, se analiza la tafonomía de Spinosaurus y en concreto, las asociaciones fosilíferas y la litología de las zonas donde se le encuentra. Los autores descubrieron que Spinosaurus ocurre en sedimentos finos, lo que refleja una preferencia por aguas someras. Pero además, sus restos aparecen con regularidad en asociación a fósiles de animales acuáticos y casi ninguno terrestre (menos de 1%). Y uno podría decir "ah bueno es que el río arrastraba sus restos" y esto sería cierto si entre estos restos encontráramos más vertebrados terrestres o más elementos óseos, pero lo que abunda son dientes y éstos muestran evidencia de haber sido mudados. Y eso indica claramente que la especie vivía en esas aguas.

Modo de vida de Spinosaurus aegyptiacus. Arte de Davide Bonadonna.

Esto no es un gran cambio como seguramente los amos de la comedia dirán, sino más bien la confirmación empírica de una hipótesis dada por la curiosa morfología del animal. Ahora ¿significa esto que se demuestra que no podía caminar en dos patas? No. Lo que demuestra es que Spinosaurus pasaba casi toda la vida en el agua. El model cuadrúpedo no se corroborará hasta encontrarse un buen par de brazos del animal y demostrar que éstos eran capaces de soportar su peso (pero apostaría a que no será el caso, pues ningún terópodo mostró jamás ese tipo de adaptación, aunque nunca digas nunca). Esperemos a ver qué cosas nuevas nos traerá la paleontología sobre este dinosaurio.


Fuente:

Beevor, T. et al. (2020). Taphonomic evidence supports an aquatic lifestyle for Spinosaurus. Cretaceous Research.

https://doi.org/10.1016/j.cretres.2020.104627

jueves, 27 de agosto de 2020

Los silesáuridos ¿Dinosaurios?

A pesar de que podemos pensar que la clasificación de los dinosaurios en sus niveles mayores es más que estable, esto no es así y eso lo podemos ver con la hipótesis Ornithoscelida publicada en 2017 (y comentada por un servidor en este post del blog). Nuevos datos, más especies y nuevos métodos de recuperación de topologías (formas del "árbol") pueden cambiar nuestro entendimiento de la evolución de los dinosaurios -y otras criaturas-. Y justamente eso acaba de pasar hace muy poco, un nuevo estudio plantea cambios importantes y profundos.

Nueva propuesta filogenética de Temp Müller y Silva Garcia (2020).

Por principio de cuentas el estudio recupera a los herrerasáuridos (Herrerasauridae) no como terópodos (que es la visión tradicional), sino como saurisquios basales. Y lo mismo le pasó a algunos taxones que eran considerados como terópodos, pero que en este estudio, no lo son. La lista incluye a Daemonosaurus chauliodusChindesaurus bryansmalli (también clasificado como herrerasáurido), Tawa hallae Eodromaeus murphi. En este mismo caso está el otrora dinosauriforme basal, ahora ascendido a dinosaurio: Saltopus elginensis.

Reconstrucción de Herrerasaurus ischigualastensis de Jeff Martz.

Pero lo más importante es que, los silesáuridos (familia Silesauridae), que eran considerados como Dinosauriformes FUERA de Dinosauria, ahora no sólo son dinosaurios sino que, además ¡SON ORNITISQUIOS! Y es que estas criaturas comparten un rasgo único con los ornitisquios y es el famoso hueso predentario. Sin embargo, los predentarios de los silesáuridos son distintos, pues aparentemente están divididos, mientras que los de los ornitisquios clásicos forman una entidad única. Aunque no sería mucho problema, ya que la fusión de elementos separados es algo común en la génesis de grupos más avanzados (por ejemplo tenemos las placas esternales de los paravianos tempranos dando origen al esternón de las aves).

Silesaurus opolensis, la especie tipo de la familia. Reconstrucción de Jeff Martz.

En la figura 1 de este texto puse "Silesauridae" en referencia a que en el estudio de Temp Müller y Silva Garcia (2020) esta familia no se recuperó como monofilética, sino como un grado. Esto quiere decir que en vez de agruparse todos, ramificando a partir de un ancestro común único, van surgiendo como una morfología compartida basal en Ornithischia. Pero para aligerar estos golpes a la convención sistemática, viene un rescate: el famoso Pisanosaurus merti, que fue considerado en 2017 y 2018 como un silesáurido y no como un dinosaurio, regresa ahora como un dinosaurio ornitisquio en esta nueva propuesta.

Pisanosaurus mertii del artista Gabriel Lio.

Y esto de que los silesáuridos pudieran ser dinosaurios ornitisquios no es nuevo, pues se había propuesto en 2007, pero desafortunadamente no se le dio tanta importancia. ¿Será que este nuevo estudio sea sólo la "punta del iceberg" y que en un futuro estos misteriosos organismos encuentren sede permanente en Ornithiscia? Estudios como este, que sacude las bases del árbol filogenético de los dinosaurios son muy interesantes y aunque sus conclusiones pueden cambiar, siempre es importante mantener la mente abierta a que lo que damos por hecho, no es más que una hipótesis filogenética y que con nuevos datos, puede cambiar.


Fuente:
Temp Müller, R. y Silva Garcia, M. (2020). A paraphyletic ‘Silesauridae' as an alternative hypothesis for the initial radiation of ornithischian dinosaurs. Biology Letters. 
https://doi.org/10.1098/rsbl.2020.0417

martes, 11 de agosto de 2020

Los huevos de dinosaurio más pequeños del Mesozoico

 Los huevos de dinosaurio vienen en diferentes formas y tamaños, desde los enormes huevos del pájaro elefante (Aepyornis maximus) hasta los pequeñísimos huevos del colibrí zumbadorcito (Mellisuga minima). Estos huevos sin embargo, son los más avanzados de todos, pues sus cáscaras son extremadamente eficientes para evitar romperse, al mismo tiempo que maximizan el intercambio de gases del embrión (sí, los embriones dentro de los huevos intercambian gases con el exterior).


Huevos de zumbadorcito. Crédito: Science Source Images.


Huevo de Aepyornis maximus comparado con el huevo de una gallina. Crédito: Science Photo Library.

Sin embargo, los dinosaurios del Mesozoico eran bastante conservadores en cuanto al tamaño de sus huevos, pues estos no eran tan variables. Los mayores eran del tamaño de pequeñas pelotas, pero los menores apenas y eran más pequeños que un huevo de gallina. Algunos de los huevos más pequeños registrados hasta 2020 medían 4.5 x 3.5 centímetros y corresponden a la ooespecie Tantumoolithus lenis de Río Negro, Argentina. Y casi con seguridad, representan huevos de aves. Y en el caso de los dinosaurios no avianos, los más pequeños registrados son los de Sinosauropteryx prima, que medían 3.6 x 2.6 centímetros, sin embargo, estos huevos estaban aún en la cavidad abdominal del dinosaurio por lo que seguramente, ese no era su tamaño final.

Algunos huevos de dinosaurio a escala, incluye el huevo del pájaro elefante de Madagascar,un huevo de avestruz y uno de gallina a la derecha. Original de Gregory S. Paul.

Sin embargo, este año, se descubrieron los huevos de dinosaurio no aviano más pequeños del Mesozoico. En concreto, proceden de la Ciudad de Tamba, en la prefectura de Hyogo, Japón. Y provienen de la Formación geológica Ohyamashimo, que data del Cretácico Temprano, de hace aproximadamente 105 millones de años de antigüedad. Estos huevos recibieron nuevos nombres de oogéneros y ooespecies (especies dadas a los huevos) y son: Himeoolithus murakamii Subtiliolithus hyogoensis. Sus nombres significan "pequeño huevo-roca del Sr. Shigeru Murakami" y "huevos diminutos de Hyogo". El nuevo Himeoolithus murakamii se posiciona como el huevo más pequeño de dinosaurio no aviano al medir 4.5 x 2 cm.

Holotipo de Himeoolithus murakamii. Tomado de Tanaka et al. (2020).

Tras analizar los huevos, se concluyó que Subtiliolithus hyogoensis corresponde casi con seguridad a huevos de aves (probablemente enantiornitas). Pero, por el contrario, los huevos de Himeoolithus murakamii, pertenecían a un dinosaurio terópodo no aviano y quizá correspondan a un oviraptórido pequeño. Recordemos que existieron especies tan pequeñitas como Yulong mini del Cretácico temprano de China que eran casi del tamaño de un pollo.

El pequeño oviraptórido Yulong mini. Arte de ¿Zhao Chuang?

Estos pequeñitos huevos forman parte de la fauna de huevos más grande descubierta en el mundo durante el Cretácico temprano para Asia, con 18 taxones registrados, muchos más de los conocidos por restos óseos en la zona. Esto demuestra que la diversidad de dinosaurios no sólo se puede apreciar con huesos y dientes, sino también por otros fósiles, como los huevos.


Fuente:

Tanaka, K., Zelenitsky, D. K., Therrien, F., Ikeda, T., Kubota, K., Saegusa, H., ... & Ikuno, K. (2020). Exceptionally small theropod eggs from the Lower Cretaceous Ohyamashimo Formation of Tamba, Hyogo Prefecture, Japan. Cretaceous Research, 104519.