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domingo, 11 de octubre de 2020

La primera tortuga "nariz de cerdo" fósil de México

Las tortugas conocidas como "nariz de cerdo" pertenecen a una familia de tortugas criptódiras  emparentadas a las tortugas de caparazón blando, denominada Carettochelyidae (carettokélide). Actualmente cuentan con una única especie: tortuga boba papuana (Carettochelys insculpta). Y, como su nombre lo sugiere, habitan en Papúa Nueva Guinea y el norte de Australia.

Tortuga nariz de cerdo actual. Fotografía (CC) Bjoertvedt.

Estas tortugas son particularmente curiosas, pues aunque son de agua dulce, son las únicas conocidas que han desarrollado aletas, de forma análoga a las que poseen las tortugas marinas. Además, ponen huevos que sólo eclosionan si el banco del río donde los depositaron se inunda (al menos en la especie moderna). Esto las hace de los quelonios más extravagantes del planeta. No por nada, las consideramos en el top 10 de tortugas raras que hicimos en el canal. 

Comercial a un video. Clic aquí para verlo.

Pero hablando en términos de fósiles, esta familia era mucho más diversa en el pasado. Su grupo surgió durante el Mesozoico, y sus primeros registros comienzan en el Cretácico de Asia. Posteriormente, un grupo radió hacia América del Norte durante el Cenozoico temprano y para el Eoceno las podíamos encontrar tanto en América del Norte, como en Europa, expandiéndose hasta alcanzar África para el Mioceno temprano. Este tipo de tortuga no llegaría a la zona donde actualmente queda su única sobreviviente sino hasta el Pleistoceno, cuando la zona formaba un continente más amplio denominado Sahul.

Hipótesis de relaciones de parentesco, calibrada con el tiempo geológico y la procedencia geográfica de las tortugas nariz de cerdo. Tomado de Carbot-Chanona et al. (2020).

Y aquí es donde entra la protagonista de esta nota, una nueva especie denominada Allaeochelys liliae, nombre que se pronuncia al-le-o-ke-lys  li-li-e y significa "tortuga extraña de Lilia Mijangos". Este honor le fue dado a Lilia Mijangos por su apoyo en la conservación de los fósiles procedentes de Simojovel y sus alrededores, pues sin esta labor, estos estarían hoy perdidos para la ciencia y no sabríamos que en el pasado existieron tortugas nariz de cerdo en el sur de México. El holotipo de la especie consta de una parte posterior del caparazón y parte del plastrón (la región ventral de la "concha").

Holotipo (MALM-401) de Allaeochelys liliae. A) Espécimen fósil, B) dibujo esquemático. Tomado de Carbot-Chanona et al. (2020).

Allaeochelys liliae es la primer especie reconocida de pan-caretoquélida para México y expande mucho el rango de distribución de este grupo de agua dulce hacia el sur del continente. Esta especie vivió durante el Mioceno temprano, específicamente durante el Aquitaniano, una edad de entre 23.03 y 20.44 millones de años, en la que Chiapas era más tropical y la zona era cercana a la costa.

Ubicación aproximada del yacimiento donde se descubrió a Allaeochelys liliae en un mapa global del aspecto que tenía la región durante el Mioceno temprano.

Esta tortuga es la primera de su linaje descubierta en América del Norte que posee un nombre específico, pues existen otros registros no tan bien documentados del género en Virginia y Texas. Así que sin duda, el estudio futuro de las calizas aledañas a Simojovel podrían revelar más sorpresas e incrementar nuestro conocimiento de este grupo de quelonios tan curiosos.

Fuente:

Carbot-Chanona, G., Rivera-Velázquez, G., Jiménez-Hidalgo, E., & Reynoso, V. H. (2020). The first Pan-Carettochelys turtle in the Neogene of the American continent and its paleobiogeographical relevance. Journal of South American Earth Sciences, 102925.


martes, 18 de agosto de 2020

Nuevo dientes de sable y el destino de los barburofélidos

Los barburofélidos son un conjunto de carnívoros (Orden Carnivora) del suborden Feliformia, es decir, forman parte de un conjunto de animales que incluye hoy a félidos, hiénidos, mangostas y otras familias menos sonadas como la Eupleridae, Viverridae, Prionodontidae y Nandiinidae. Los primeros barburofélidos fueron descritos a finales de siglo XIX, pero no fueron reconocidos como un grupo independiente hasta 1970.


Oriensmilus liupanensis, un nuevo barburofélido. Fotografía de Wang et al. (2020).


A pesar de su reconocimiento como una rama independiente del árbol de los carnívoros feliformes, el misterio más grande del grupo rondaba a su estatus como familia o subfamilia, dentro o fuera de la familia Felidae. Originalmente, fueron descritos como un tipo de félido macaerodontino (subfamilia Machairodontinae), es decir, se pensaba que eran félidos dientes de sable. Posteriormente, fueron transferidos como subfamilia de Nimravidae, un grupo de carnívoros similares a gatos, pero poco relacionados a éstos. Y en 2004 se les asignó a su propia familia, colocándoles de forma cercana a los félidos.


Filogenia de los carnívoros feliformes. Note la posición filogenética dudosa de los Barbourofelidae.
Ilustraciones de abajo hacia arriba y de izquierda a derecha: Velizar Simeonovski, Helmut Diller, Luisfer96, Mauricio Antón, Satoshi Kawasaki, Ed Stauffacher, Mitchell Beazley, Dmitry Bogdanov, Ed Stauffacher y Satoshi Kawasaki.


Este esquema de clasificación sin embargo, ha dado un giro en este 2020, pues un nuevo estudio sitúa a los barburofélidos DENTRO de la familia Nimravidae, como una subfammilia (Barbourofelinae). Esto, tras la descripción de una nueva especie: Oriensmilus liupanensis, del Mioceno Medio de China. El nombre de esta criatura significa "escalpelo oriental (o de donde surge el sol) de las Montañas Liupan".


Oriensmilus liupanensis, en vista palatal. Note lo completo del basicráneo (región visible a la izquierda). Fotografía de Wang et al. (2020).


Este es el barburofelino (nueva pronunciación debido a su estatus como subfamilia) más primitivo con caja cerebral intacta descubierto hasta la fecha. ¿Y eso qué tiene de raro? Bueno, pues gracias al basicráneo, se pueden inferir mejor las relaciones de parentesco, pues esta estructura no es moldeada tan fácilmente por el ambiente como para producir convergencias que nublen la identidad de su portador, como es el caso con los barburofelinos. 


Sistemática de los nimrávidos en relación a otros feliformes, en relación al nuevo Oriensmilus liupanensis (mal escrito como "Orientosmilus"). Modificado de Wang et al. (2020).


Por su posición filogenética, Oriensmilus sugiere que el clado de los barburofelinos Europeos y Americanos tienen un origen asiático, lo cual desde luego había sido sugerido antes, por el origen biogeográfico de Sansanosmilus palmidens y estudios previos, pero es bueno ver que estas ideas van cobrando más fuerza dada la nueva evidencia. Y ahora que los barburofelinos son considerados un tipo de nimrávido, su posición filogenética cambia, pues esta familia es considerada como la más primitiva de entre todos los feliformes. Esperemos que esta nueva posición no cambie posteriormente y los pobres vuelvan a quedar "bailando" en la filogenia.


Oriensmilus liupanensis del artista Velizar Simeonovski.


Fuente:

Wang, X., White, S. C., & Guan, J. (2020). A new genus and species of sabretooth, Oriensmilus liupanensis (Barbourofelinae, Nimravidae, Carnivora), from the middle Miocene of China suggests barbourofelines are nimravids, not felids. Journal of Systematic Palaeontology, 18(9), 783-803. https://doi.org/10.1080/14772019.2019.1691066


martes, 22 de mayo de 2018

Un gavial sudamericano

La diversidad de los crocodilianos actuales (Crocodylia) se concentra en tres grupos: la superfamilia de los cocodrilos (Crocodyloidea), la de los aligátores y caimanes (Alligatoroidea) y la de los gaviales (Gavialoidea).

Cabezas de cocodrilo (izquierda), gavial (centro) y aligátor (derecha), representantes morfológicos de sus grupos. Arte de Davide Bonadonna.

En esta última encontramos a los gaviales, representados hoy por una única especie: Gavialis gangeticus, un bicho en peligro crítico de extinción (según evaluaciones de la IUCN) que habita en Pakistán, India, Bangladesh y Birmania. Lo peculiar de esta especie es su hocico extremadamente delgado, el cual es referido como una adaptación eficiente para la captura de peces bajo el agua.

Rango y estatus de conservación del gavial (Gavialis gangeticus), tomado de la IUCN.

Los gaviales extintos (género Gavialis) se conocen desde el Mioceno, hace unos 20 millones de años. Y sus fósiles han sido desenterrados desde Francia y hasta África y Oceanía (en Indonesia). Dada esta distribución, era relativamente lógico pensar que el grupo fue exclusivo del viejo mundo. O al menos, eso es lo que casi todos teníamos entendido.

Distribución de los gaviales fósiles. Tomado de FossilWorks.

Y luego ¡Boom! Un estudio del 2007 mostró que los gaviales, o al menos, miembros de la familia habían conseguido dispersarse vía Atlántico hacia el nuevo mundo. Se describía en ese entonces a la subfamilia Gryposuchinae (y a la especie de Puerto Rico: Aktiogavialis puertoricensis), un grupo de gaviales que habitó las Américas (Sudamérica y el Caribe) desde el Oligoceno (al menos).

Distribución en las américas de los Gryposuchinae (sin contar al gavial de Puerto Rico). Tomado de FossilWorks.

La cosa es que los restos de estos gaviales del nuevo mundo eran bastante fragmentarios y algunos tenían dudas sobre si tendrían el aspecto de sus primos modernos. Y recientemente se describió a una nueva especie de gavial de Perú: Gryposuchus pachakamue, que vivió hace 13 millones de años en lo que hoy es Iquitos. El gavial de la "madre tierra" (por el epíteto específico), mostró en detalle por primera vez la forma del hocico del animal, tanto con la mandíbula como con el cráneo. Y es que antes, los otros gaviales americanos eran conocidos principalmente por la parte trasera de cráneos fragmentados.

Holotipo de Gryposuchus pachakamue. Tomado de PLoSONE.

Gryposuchus pachakamue (gri-po-su-kus  /  pa-cha-ka-mu-e) y este nuevo estudio, nos muestra que los gaviales americanos tenían el hocico bastante delgado, pero no tan largo como los gaviales modernos y que los ojos, no estaban posicionados tan altos en la cabeza. Estos animalitos vivieron del Oligoceno al Mioceno tardío y una vez que el clima comenzó a aridificar el cono sur, los gaviales se extinguieron. ¡Qué cosa más extraña sería ver a uno de esos animales vivo en América!

Y tú ¿ya sabías que hubo gaviales en este lado del charco?

Fuentes principales:
Vélez-Juarbe, J., Brochu, C. A., & Santos, H. (2007). A gharial from the Oligocene of Puerto Rico: transoceanic dispersal in the history of a non-marine reptile. Proceedings of the Royal Society of London B: Biological Sciences, 274(1615), 1245-1254.

Salas-Gismondi, R., Flynn, J. J., Baby, P., Tejada-Lara, J. V., Claude, J., & Antoine, P. O. (2016). A new 13 million year old gavialoid crocodylian from proto-Amazonian mega-wetlands reveals parallel evolutionary trends in skull shape linked to longirostry. PloS one, 11(4), e0152453.



domingo, 5 de noviembre de 2017

Paleoficha: Giraffokeryx punjabiensis

Nombre común: no tiene, su nombre castellanizado es "jirafokeryx".

Nombre científicoGiraffokeryx punjabiensis (ji-ra-fo-ke-rics   pun-ya-bi-en-sis).

Significado del nombre: Del francés giraffe ("yiraf") y este del árabe زَرَافَة (zarāfa), "jirafa" y del griego κέρας (kéras), "cuerno" y del nombre latinizado del estado de Punyab en India. Por lo que el nombre completo significa "cuernos de jirafa de Punyab".

Descrito por: El paleontólogo británico Guy Ellcock Pilgrim, en 1910*.

Grupo taxonómico: Pertenecía a la familia Giraffidae, integrada hoy por dos géneros: Giraffa (las jirafas) y Okapia (el okapi).

Cráneo fósil de Giraffokeryx punjabiensis. Fotografía de Bruce Aleksander, tomada en el Dinosaur State Park de Connecticut, EUA. Todos los derechos reservados, usada con fines educativos.

Rango temporal: Mioceno medio y probablemente hasta el Plioceno temprano, o de 13 a 5 millones de años, aproximadamente.

Encontrado en: China, India, Nepal, Pakistán y Rusia, en la región cercana al Mar Negro.

Conocido a partir de: algunos cráneos incompletos, restos postcraneales escasos y dientes, muchos dientes.

Restauración del aspecto en vida y talla de Giraffokeryx punjabiensis por Julio Francisco Garza Lorenzo (visita su página en JuliusART). La complexión está basada en la hipótesis más prevalente, que sugiere que este jiráfido es basal al linaje de jirafas gigantes como Sivatherium y Bramatherium. La talla fue estimada basándonos en las medidas del cráneo. El paleoambiente considerado es de la región de Siwalik.

Curiosidades: La posición exacta de Giraffokeryx en el árbol evolutivo de las jirafas es un tanto incierto. En su trabajo seminal de taxonomía de mamíferos, McKenna y Bell agrupan a Giraffokeryx en la subfamilia Giraffinae y en la tribu Palaeotragini, junto a géneros de jirafas relativamente esbeltas como Palaeotragus y Samotherium. Sin embargo, W. R. Hamilton en su revisión de jiráfidos y sus parientes cercanos, concluyó que Giraffokeryx era basal a la rama que contiene a las jirafas más pesadas y robustas de todas: la subfamilia Sivatherinae, con miembros como Sivatherium y Bramatherium. Posteriormente, Nikos Solounias y Solounias y Moelleken sugirieron este mismo modelo evolutivo, considerando una posible afinidad de Giraffokeryx con "Palaeotragus" primaevus. Recientemente, se publicó el hallazgo de una nueva especie de jirafa de Batallones, España y en el análisis filogenético, Giraffokeryx aparece alejado de los Sivaterinos, agrupándose con el género Injanatherium. Existe una segunda especie de jirafokeryx, G. anatoliensis, descrita en 2003. Sin embargo, no muchos reconocen la validez de esta especie y a veces se considera sinónimo de G. punjabiensis. Quizá el dato más curioso de este jiráfido del Mioceno es que sus cráneos fósiles pudieron haber inspirado las leyendas de dragones en Pakistán, de donde según los griegos, se tenían en exhibición "cráneos de dragón". Esta leyenda puede haber sido inspirada en los osiconos ("cuernos") dobles de Giraffokeryx.

*Descripción original: Pilgrim, G. E. (1910). Notices of new mammalian genera and species from the Tertiaries of India. Records of the Geological Survey of India, 40(1), 63-71.


Giraffokeryx punjabiensis comparado con su pariente actual, el okapi (Okapia johnstoni). Silueta de okapi por T. Michael Keesey.


Literatura adicional consultada:

Bhatti, Z. H., Khan, M. A., Akhtar, M., Khan, A. M., Ghaffar, A., Iqbal, M., & Ikram, T. (2012). Giraffokeryx (Artiodactyla: Mammalia) remains from the lower Siwaliks of Pakistan. Pakistan J. Zool, 44(6), 1623-1631.

Colbert, E. H., & Brown, B. (1933). A skull and mandible of Giraffokeryx punjabiensis Pilgrim. American Museum of Natural History. 632: 1-14.

Gilmore, D. D. (2012). Monsters: Evil beings, mythical beasts, and all manner of imaginary terrors. University of Pennsylvania Press.

Hamilton, W. R. (1978). Fossil giraffes from the Miocene of Africa and a revision of the phylogeny of the Giraffoidea. Philosophical Transactions of the Royal Society of London B: Biological Sciences, 283(996), 165-229.

Khan, M. A., Butt, S. S., Khan, A. M., & Akhtar, M. (2010). A new collection of Giraffokeryx punjabiensis (Giraffidae, Ruminantia, Artiodactyla) from the Lehri outcrops, Jhelum, northern Pakistan. Pakistan J. Sci, 62(2), 120-123.

McKenna, M. C. y Bell, S. K. (1997) Classification of Mammals: Above the Species Level. Columbia University Press. 640p.


Solounias, N., & Moelleken, S. M. C. (1991). Evidence for the presence of ossicones in Giraffokeryx punjabiensis (Giraffidae, Mammalia). Journal of mammalogy, 72(1), 215-217.

Solounias, N. (2007). Family Giraffidae. en: Prothero, D. R. y Foss, S. E. (eds.) The evolution of Artiodactyls. JHU Press.

jueves, 19 de octubre de 2017

¿Hay fósiles en el abismo?

Si eres un paleonerd curioso como yo, seguramente alguna vez en la vida te has preguntado si hay fósiles (macroscópicos) en las profundidades del abismo. Yo hice la pregunta a mis profesores de paleontología y me dijeron con toda honestidad que no sabían. Después de todo, ¿cómo saber si hay fósiles en el abismo o no? Y no me refiero a que algún ocioso arrojara un fósil hacia el fondo del mar, sino a que se formen ahí debajo fósiles. Suena lógico, pues el fondo oceánico tiene cuencas sedimentarias y los procesos que ocurren en zonas más superficiales también pasan en el abismo. Pero... ¿se ha encontrado alguno? ¿hay paleoabismólogos?

Localización del hallazgo de fósiles abisales que detallaré a continuación. Tomado de Ichishima et al. (2016).

Pues resulta que sí hay fósiles abisales y les traigo un ejemplo. A finales del año pasado se descubrió en aguas profundas de las costas de Brasil una nueva especie de zífido: Africanacetus gracilis. El hallazgo se produjo en sedimentos de la dorsal de Sao Paulo (Sao Paulo Ridge), a 2,864 m de profundidad, que técnicamente es la zona batial, pero con fines de comunicación me referiré a esta zona profunda por el nombre de "abismo" (no confundir entonces con la zona abisal, ubicada por encima de los 4,0000 metros bajo las olas).

Cráneo fósil de Africanacetus gracilis in situ. Tomado de Ichishima et al. (2016).

Los zifios son un grupo de cetáceos con dientes que se caracterizan por tener cuerpos largos y esbeltos, así como por los "tusks" (grandes dientes en forma de colmillo) de sus mandíbulas inferiores (que dicho sea de paso, sólo presentan algunas especies). Estos animales son algunos de los cetáceos menos estudiados, por la dificultad de observarlos directamente.

Representantes de los zífidos actuales a escala. Obra del artista Chen Yu.

El hallazgo de Africanacetus gracilis se basa en un cráneo bastante bien preservado que ha sido fechado en unos 5 millones de años, lo que lo ubica dentro del límite del Mioceno y el Plioceno. Su formación es bastante interesante, pues los autores del estudio concluyen que la ballena murió en aguas no tan profundas, fue cubierta casi de inmediato por cenizas volcánicas, se fosilizó y reapareció (por procesos de erosión submarina) hace 5 millones de años, momento cuando encontró su entierro final y el depósito de una capa externa de hierro y maganeso.

Modelo de cómo se formó el fósil del zifio en el abismo. Tomado de Ichishima et al. (2016).

Esta forma de fosilizar no sólo es bastante curiosa, sino que además supone que los hallazgos de fósiles de profundidad deben ser más comunes de lo que sospechábamos, el lío es obtener los recursos para obtener la indumentaria necesaria para excavar a dichas profundidades, recordemos que ahí abajo, la presión es tal que aplastaría a un ser humano y por ende, necesitamos máquinas que hagan el trabajo por nosotros. Africanacetus gracilis fue un zifio de talla pequeña (para un miembro de su familia), de entre 5.5 y 6 metros de longitud que seguramente se comportaba como sus parientes, descendiendo a la zona batial para alimentarse por succión de calamares, peces y algunos invertebrados.

Ficha gráfica de Africanacetus gracilis y su talla estimada. Silueta de Chris Huh (tomada de phylopic.org), cráneo de el Museo de Nueva Zelanda.

El hallazgo de este zifio sacia la curiosidad de muchos y responde a la pregunta: ¿hay fósiles en el abismo? Sí, si hay y este es un campo que recién estamos estudiando.

Fuente principal:
Ichishima, H., Augustin, A. H., Toyofuku, T., & Kitazato, H. (2016). A new species of Africanacetus (Odontoceti: Ziphiidae) found on the deep ocean floor off the coast of Brazil. Deep Sea Research Part II: Topical Studies in Oceanography.

martes, 3 de octubre de 2017

ADN antiguo de pecarí

Desde que era niño me contaban historias de "jabalíes" en ciertas partes de México. Yo estaba impresionado cuando pensaba que los grandes cerdos de Rusia también rondaban los bosques de mi país. Oh la decepción cuando en la carrera supe que no hay jabalíes en México (al menos no de forma natural, ya que en el norte del país existen algunas poblaciones ferales). También aprendí que aquello a lo que la gente llamaba jabalí, era en realidad otro grupo de mamíferos "cerdoides" cuyo nombre correcto era pecarí. Tras aprender sobre la biología y evolución de estos mamíferos me quedó claro que cometí un error en subestimarlos cuando supe que no eran cerdos. ¡Los pecaríes son igual o hasta más interesantes que los cerdos!

Reconstrucción artística de un pecarí prehistórico (Platygonus sp.). Tomado de este sitio.

Resulta que los pecaríes tienen familia propia: Tayassuidae (ta-ya-su-i-de) y aunque son parientes de los cerdos verdaderos (de la familia Suidae) estas familias se separaron hace aproximadamente 45 millones de años. Yo suelo molestar a un amigo amante de los pecaríes diciéndolo que son "sólo cerdos", pero fuera de la broma la realidad es muy distinta. Para empezar, los pecaríes son exclusivamente americanos, mientras que los suidos son del viejo mundo. Osteológicamente los pecaríes tienen diferencias con los cerdos, poseen fusionados los huesos del antebrazo (radioulna), los huesos de la palma de sus patas se fusionan en la parte cercana al tobillo y muñeca, el oído pasa por un canal óseo oculto entre los huesos del arco cigomático y sus caninos son rectos y en la maxila tienen un surco especial para guardar el canino inferior, nada de esto está presente en los cerdos. Hoy en día, sólo quedan 3 especies (en tres géneros) de pecarí vivientes, pero en el pasado eran más diversos.

Algunas características de los pecaríes. Fotografías de Klaus Rassinger, Harry Pristis y Museum Victoria.

El registro fósil de los pecaríes incluye al menos 17 géneros diferentes, de los cuales, Platygonus (el pecarí de cabeza plana) fue uno de los más exitosos, abarcando un rango temporal de al menos 7 millones de años. Existen varios trabajos de sistemática de pecaríes, pero en los grupos más derivados (que incluyen a las especies modernas y al pecarí de cabeza plana) existen resultados contradictorios que no colocan a Platygonus en una sede más o menos fija. Necesitábamos ADN lo suficientemente completo para terminar aquello que la morfología no pudo completar. Y en este año, se publicó el primer estudio de sistemática filogenética con ADN mitocondrial (ese que se hereda vía materna) que incluía al pecarí de cabeza plana Platygonus compressus.

Rangos de distribución de pecaríes modernos, sitios con pseudofósiles de pecarí de cabeza plana (puntos) y sitio del que proceden los restos de los cuales se obtuvo ADN antiguo de pecarí (marcado con una x). Modificado de Perry et al. (2017).

El estudio apunta varias cosas interesantes. Por ejemplo, el tiempo de divergencia entre el linaje de los pecaríes modernos y del pecarí de cabeza plana es más antiguo de lo previamente sospechado, pues data del Mioceno temprano, hace unos 22 millones de años. Además, si los pecaríes modernos tienen un origen sudamericano (como sugieren diversos estudios), entonces estos pequeñines invadieron América del Norte muchísimo antes de que existiera el Istmo de Panamá, hace unos 17 millones de años ¡vaya nadadores que resultaron! Y finalmente, el tiempo de divergencia entre pecaríes de collar de Norte y Sudamérica también es bastante alto, pues compartieron un ancestro común hace unos 5.5 millones de años. Habría que reconsiderar eso de que son una única especie.

Cladograma de relaciones de parentesco entre varios artiodáctilos (sí, las ballenas son artiodáctilos) según lo descubierto con ADN mitocondrial. Hipopótamo, orca y facóquero por Satoshi Kawasaki. Jabalí barbudo por Coenraad Jacob Temminck. Pecarí de collar y de labios blancos de Michigan Science Art. Pecarí del Chaco por Fiona Reid. Pecarí de cabeza plana del Museo George C. Page. Figura modificada de Perry et al. (2017).

Ahora la duda me consume... ¿Que pasaría si se extrae y analiza ADN mitocondrial antiguo de Mylohyus (otro de mis pecaríes favoritos)? ¿Qué cosas nuevas aprenderemos esta vez? Espero que como este, en el futuro aparezcan más y más estudios sobre pecaríes extintos y podamos entender más de la evolución de estos "no cerdos" americanos.

Fuente:
Perry, T., van Loenen, A. L., Heiniger, H., Lee, C., Gongora, J., Cooper, A., & Mitchell, K. J. (2017). Ancient DNA analysis of the extinct North American flat-headed peccary (Platygonus compressus). Molecular Phylogenetics and Evolution, 112, 258-267.

*NOTA*
Los pecaríes como familia (Tayassuidae) son de origen americano, específicamente de América del Norte. El pecarí seguro más viejo conocido es Perchoerus minor, de hace 37 millones de años.
Lo que este artículo y el estudio del ADN antiguo sugieren, es que los pecaríes modernos (que comprenden los géneros Catagonus, Pecari y Tayassu) pueden ser de origen sudamericano. A primera vista parece contradictorio, pero no es así, les explico.
Los pecaríes surgen en América del Norte hace 45-37 Ma, se dispersan antes de que se cree el istmo de Panamá hacia Sudamérica hace poco más de 17 Ma... Ahí surgen los ancestros de las formas modernas (CatagonusPecari Tayassu) y justamente, antes del cierre del istmo de Panamá, re-invaden Norte América, hace 17 millones de años... Los pecaríes Norteamericanos como Platygonus y Mylohyus del Pleistoceno tardío se extinguen y los nuevos pecaríes toman su lugar (aunque técnicamente tienen nichos distintos).

jueves, 28 de septiembre de 2017

¿Qué mató al megalodón?

El megalodón (Meg para los cuates, megalodonte para los viejitos) fue el tiburón más grande que haya existido. Este bicho genera mucha controversia, desde su nombre científico válido (Carcharodon megalodon,Carcharocles megalodon e incluso Otodus megalodon), hasta su tamaño (12 a 24 metros de largo)... Pero algo es seguro: se extinguió a finales del Plioceno, aproximadamente hace 2.6 millones de años, aunque a los criptozoólogos no les guste esto.

Posible apariencia (hasta eso se debate de este animal) y talla de megalodón por el artista Chen Yu.

Su extinción es un misterio... O mejor dicho, era. Las hipótesis eran muy diversas e incluían desde catástrofes severas, a un cambio súbito en la composición de sus presas habituales. Sin embargo, un estudio reciente revela pistas sobre su desaparición. Tras estudiar detenidamente los patrones de distribución de la especie, junto con su temporalidad y la idoneidad de hábitat (medida en términos de temperatura del agua), un equipo de investigación concluyó que la extinción de megalodón empezó antes de lo sospechado, desde el Mioceno tardío, hace aproximadamente 6 millones de años (3.4 millones de años antes de lo pensado).

Distribución por edad de megalodón. En el Mioceno temprano surgió este depredador, continuó proliferando hasta el Mioceno tardío, donde comenzó su declive y para el Plioceno ya estaba en vías de extinción. Tomado y modificado de Pimiento et al. (2016).

Esta disminución guarda relación con las temperaturas oceánicas, pero también hay un patrón curioso. Para el fin de sus tiempos, megalodón habitaba en zonas poco óptimas para la especie. Aunque en los medios es frecuente ver megalodones cazando ballenas, la relación presa-depredador es hipotética, es decir, no estamos 100% seguros que megalodón cazara, pero es altamente probable. Además, el declive de megalodón a finales del Mioceno coincide con una baja súbita en la pérdida de diversidad de ballenas, tanto misticetas (con barbas) como odontocetas (con dientes). Dado esto, podemos aseverar que la falta de recursos alimenticios (ya fueran obtenidos carroñeando o cazando), más el cambio climático, fueron los principales factores en la desaparición de este gigante.

En sus últimos días, megalodón vivía en zonas poco adecuadas para la especie. Estas eran su último refugio. Tomado de Pimiento et al. (2016).

Este estudio es el primero en presentar evidencias de distribución, cronología e idoneidad de hábitat para Carcharocles megalodon, esperemos que abra la puerta a nuevos estudios que confirmen o refuten las hipótesis que surgieron de este estudio.

Reconstrucción artística de megalodón cazando ballenas barbadas antiguas. Arte por Jaime Chirinos.

Fuente:
Pimiento, C., MacFadden, B. J., Clements, C. F., Varela, S., Jaramillo, C., Velez‐Juarbe, J., & Silliman, B. R. (2016). Geographical distribution patterns of Carcharocles megalodon over time reveal clues about extinction mechanisms. Journal of Biogeography, 43(8), 1645-1655.

martes, 26 de septiembre de 2017

Paleoficha: Crash bandicoot

Nombre común: Crash Bandicut

Nombre científico: Crash bandicoot.

Significado del nombre: en honor a la serie de videojuegos creada por Andy Gavin y Jason Rubin titulada Crash Bandicoot, la cual es protagonizada por un Bandicut.

Descrito por: Kenny Travouillon y colaboradores, en 2014*.

Grupo taxonómico: Son marsupiales del superorden Australidelphia (marsupiales de origen australiano), pertenece al orden Peramelemorphia (que incluye bandicuts y bilbis) y a la familia Peramelidae (bandicuts).

Holotipo de Crash bandicoot, se trata de un fragmento de maxilar derecho con tres molares en su lugar. Tomado de Travouillon et al. (2014).

Rango temporal: Mioceno medio (15-11 Ma).

Encontrado en: Riversleigh World Heritage Area, Noroeste de Queensland, Australia.

Conocido a partir de: Maxila derecha parcial, contiene las piezas dentales M1 a M3 y el alveolo del M4.

Reconstrucción de Crash bandicoot basada en sus parientes más cercanos, del género Perameles. Las dimensiones fueron estimadas a partir de la serie dental conservada. Ilustración por Joaquín Eng Ponce, arreglo por Roberto Díaz Sibaja.

Curiosidades: Los bandicuts son marsupiales omnívoros de pequeño (15-17 cm) a mediano tamaño (39-56 cm). La mayoría tienen una cola casi desprovista de pelo, patas traseras sindactilas (dedo 2 y 3 están fusionados y presentan 1 sola garra), poseen orejas tubulares y un hocico muy puntiagudo. Se pueden encontrar en la mayoría de los hábitats de Australia y Nueva Guinea. El nombre común de bandicut deriva de la palabra pandikokku del idioma tégulu, que es hablado en las costas del este de India y se traduciría como “rata-puerco”. Curiosamente no era usado para referirse a estos marsupiales de la familia Peramelidae, en realidad se usa y usaba para nombrar a unos roedores asiáticos de la familia Muridae (ratas y ratones) el más conocido sería Bandicota bengalensis (Rata bandicut menor). Crash bandicoot representa el registro más antiguo hasta la fecha de este particular grupo de marsupiales, en propias palabras del Paleontólogo Kenny Travouillon y colaboradores, el hallazgo de este grupo pertenecientes al Mioceno medio representa el inicio de una nueva radiación de bandicuts modernos que “se estrellaron (en referencia al género Crash)” y dominaron los jóvenes ecosistemas secos de Australia.

*Descripción original: Travouillon, K. J., Hand, S. J., Archer, M., & Black, K. H. (2014). Earliest Modern Bandicoot and Bilby (Marsupialia, Peramelidae, and Thylacomyidae) from the Miocene of the Riversleigh World Heritage Area, Northwestern Queensland, Australia. Journal of Vertebrate Paleontology, 34(2), 375-382.

Paleoficha escrita por Joaquín Eng Ponce.


viernes, 13 de junio de 2014

Noticias sexosas

Hola, hola. En esta ocasión les traigo un compendio de noticias de sexo. Espero sean de su agrado.

Se publicó un estudio en la revista "National Science Review" (Revisión Nacional de Ciencias) donde se aborda la evolución del sistema reproductivo de las aves. En el artículo hay varias cosas interesantes, pues se plantea que la diferencia que hay entre el sistema reproductivo de cocodrilos y aves (los únicos arcosaurios vivos) se produjo en los terópodos avianos. Por si no lo saben, las aves sólo tienen un folículo ovárico que produce óvulos maduros muy rápido y que cuenta con un oviducto único, en cambio, los cocodrilos tienen dos folículos que se toman su tiempo en producir óvulos y desembocan en dos oviductos. Al analizar los restos de dinosaurio y aves del Cretácico y Jurásico con oviductos y folículos preservados, los autores señalan y sugieren que la transición hacia un sólo folículo/oviducto se dio en las aves tempranas, para ahorrar peso en las hembras de ave primitiva, que seguramente eran malas voladoras. Peeeeero, también nos indican que en realidad estas primeras aves tenían metabolismos más bajos que las aves modernas y que en realidad tenían una maduración ovárica lenta, como en cocodrilos y se basan en la osteología y en la forma y arreglo de los folículos.

Árbol filogenético resumido y evolución de los folículos ováricos. En naranja, los folículos transicionales hacia las aves. Tomado de O'Connor et al. (2014).

Ok, con el anterior hice un poco de trampa, pues se trata de una revisión. Pero el segundo es una investigación original. Se trata de la descripción de un nuevo pterosaurio del Cretácico (ca. 120 Ma) de China, se trata de Hamipterus tianshanensis, quien cuenta con más de 40 especímenes, pero eso no es lo interesante, sino que se descubrieron ¡nidos y huevos! ¿Y eso qué? Oh, bueno, es que no se conocían nidos bien preservados de estos reptiles voladores y su descubrimiento supuso una segunda sorpresa, que los huevos de esta especie no eran de cáscara dura, sino de cáscaras similares a las de los huevos de serpientes y lagartijas modernas: de cáscaras blandas. Oh y en esta nueva especie se detectó dimorfismo sexual claro. Esto supone un cambio radical en la forma en la que vemos los huevos pterosaurianos, esperemos que nuevos hallazgos nos ayuden a entender mejor la biología reproductiva del grupo.

Izquierda, reconstrucción de Hamipterus tianshanensis (el macho es el colorido), arte por Chuang Zhao. En medio, huevo fósil de Hamipterus. Derecha, huevo de la serpiente Elaphe sp. para comparación. Barra de escala a 2 cm. Imagen de los huevos tomada de Wang et al. (2014).

Finalmente y para completar la tercia, les traigo la noticia más curiosa de esta entrega. Se descubrió algo impresionante en una cueva del Mioceno (ca. 16 Ma) de Australia: ¡espermatozoides gigantes fósiles! Resultan pertenecer a dos especies de ostrácodos: Heterocypris collaris Newnhamia mckenziana. ¿Qué rayos es un ostrácodo? Calma, calma... son un grupo de crustáceos pequeñitos que están protegidos por un par de placas que forman un caparazón (para más información visite este link). Resulta que esto chiquitines tienen espermatozoides gigantes que no presentan flagelo, pero poco se sabía de su evolución y se asumía que los ostrácodos fósiles tenían esta adaptación... los científicos pueden regocijarse, pues ahora sabemos que hace 15 Ma habían ostrácodos con espermatozoides similares a los de hoy. Estos restos se suman a la lista de ejemplos excepcionales de fósiles reproductivos del registro fósil.

Espermas fósiles gigantes, imagen compuesta de individuos de H. collaris y N. mckenziana, modificado de Matzke-Karasz et al. (2014). Para entender la disminución en la escala, siga las flechas. En gris una microfotografía de microscopio electrónico. En naranja, tomografías computarizadas, donde "seminal receptacles" significa "receptáculos seminales". En medio, izquierda, imagen CT con modelos 3D de los receptáculos. En medio, izquierda, en naranja el receptáculo, en amarillo los canales en espiral que poseen los espermatozoides maduros. Abajo, derecha, sección CT de un canal con los espermatozoides en amarillo. Abajo, izquierda, modelo 3D de un fragmento de espermatozoide, donde se indican los órganos celulares más importantes.

Bueno, eso es todo por hoy, espero que les haya parecido interesante el tema.

FUENTES:

O'Connor, J. K., Zheng, X., Wang, X., Wang, Y., & Zhou, Z. (2014). Ovarian follicles shed new light on dinosaur reproduction during the transition towards birds. National Science Review, 1(1), 15-17.

Wang, X., Kellner, A. W., Jiang, S., Wang, Q., Ma, Y., Paidoula, Y., ... & Zhou, Z. (2014). Sexually Dimorphic Tridimensionally Preserved Pterosaurs and Their Eggs from China. Current Biology.

Matzke-Karasz, R., Neil, J. V., Smith, R. J., Symonová, R., Mořkovský, L., Archer, M., ... & Tafforeau, P. (2014). Subcellular preservation in giant ostracod sperm from an early Miocene cave deposit in Australia. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 281(1786), 20140394.

lunes, 2 de junio de 2014

El mono y el cocodrilo

Esta es de aquellas entradas que colapsan varias noticias en una. En esta ocasión, se trata de dos estudios nuevos sobre especies conocidas.

Al primero es sobre el famoso Proconsul, que vivió durante el Mioceno (23-5 Ma) en lo que hoy es Kenya. Este era una especie temprana de hominoideo (simio) y está relacionado con el origen de nuestro linaje particular de "monitos de suelo". Digo, ya sabíamos que nuestros ancestro pre-hominoideos eran arborícolas y que el regreso a los árboles de algunos de nuestros primos (orangutanes por ejemplo), fue una adaptación reinventada. Lo que no sabíamos era cómo era el ambiente de uno de los primeros hominoideos terrestres. Un nuevo estudio nos arroja una luz en el camino y nos informa que el ambiente de Proconsul era una selva con una alto dosel (la copa de los árboles), que tenía un clima estacional poco marcado y muy húmedo, lo que se correlaciona con una alta diversidad vegetal en el suelo del bosque y por lo tanto, una mayor abundancia de elementos comestibles. Lo que el estudio sugiere seductoramente es que nuestros ancestros bajaron a tierra para poder comer más. Algo sin duda, interesante.

El ambiente reconstruido de Proconsul (abajo) y su primo Dendropithecus (arriba en los árboles). Arte por Jason Brougham.

El otro estudio es sobre un cocodrilo llamado Maroccosuchus zennaroi y sus relaciones filogenéticas (de parentesco evolutivo). Este animalito vivió durante el Eoceno temprano, en lo que hoy es Marruecos y pertenece a una subfamilia de crocodílidos de hocicos delgados, conocidos como tomistominos. Estas criaturas se conocen como "falsos gaviales" y sólo sobrevive una única especie (Tomistoma schlegelii). Los análisis moleculares habían sugerido que los tomistominos eran parientes cercanos de gaviales durante el Eoceno-Oligoceno, pero este robusto estudio nos muestra que nop, evolucionaron de ancestros crocodilianos (como otros análisis de ADN habían sugerido) en algún punto del Paleoceno-Oligoceno y que este grupo tiene su origen en el norte de África y Europa. Además, este estudio ayuda a entender mejor la biogeografía de los tomistominos y apunta a una historia pasada muy rica y distante del rango de distribución actual del falso gavial.

Izquierda, filogenia calibrada con el tiempo de los tomistominos estudiados por Jouve et al. (2014). Derecha, cráneo de Maroccosuchus zennaroi. En rojo, el falso gavial actual. Imagen modificada de Jouve et al. (2014).

Bueno, espero que estas noticias les resulten agradables, nos leemos pronto.

FUENTES:
Michel, L. A., Peppe, D. J., Lutz, J. A., Driese, S. G., Dunsworth, H. M., Harcourt-Smith, W. E., ... & McNulty, K. P. (2014). Remnants of an ancient forest provide ecological context for Early Miocene fossil apes. Nature communications, 5.

Jouve, S., Bouya, B., Amaghzaz, M., & Meslouh, S. (2014). Maroccosuchus zennaroi (Crocodylia: Tomistominae) from the Eocene of Morocco: phylogenetic and palaeobiogeographical implications of the basalmost tomistomine. Journal of Systematic Palaeontology, (ahead-of-print), 1-25.

lunes, 26 de mayo de 2014

Kiwis, balrog y Súper Mario

No, no es una banda rara de nada, es el anuncio de tres descubrimientos recientes que pudieran resultar interesantes para algunos. Les cuento...

El primero de ellos es un estudio publicado en la revista "Science" (ciencia) y trata sobre la filogenia (relaciones de parentesco) y la biogeografía de las aves ratitas (Ratitae), con especial énfasis en Kiwis y los extintos Pájaros elefante de Madagascar. ¿Qué es una ratita? Es un grupo de aves que incluyen entre sus miembros a las aves gigantes no voladoras clásicas de ayer y hoy. El grupo contiene avestruces, ñandúes, casuarios, emúes, kiwis, pájaros elefante, tinamúes (los únicos voladores del grupo) y moas. En este estudio se utilizó ADN moderno y antiguo de distintos miembros de las ratitas y se llevó a cabo una filogenia. El resultado fue inesperado, pues los pájaros elefante de Madagascar (Aepyornithidae), que son las aves más grandes que ha visto el planeta resultaron ser parientes cercanos de los kiwis (Apterygidae). Esto no sólo cambiará la nomenclatura de los órdenes dentro de Ratitae, sino que además sugiere que los ancestros de todas estas aves eran voladoras. Esto porque según la evidencia molecular, su origen está entre hace 100 y 70 Ma, tiempo en el cual los continentes donde viven hoy estas aves, ya no estaban en contacto.

Izquierda, comparativa de tamaños entre un pájaro elefante (ilustración por Carl Buell) y un kiwi (ilustración de autor desconocido). En medio, análisis filogenético donde se aprecia en rojo el parentesco de los pájaros elefantes y los kiwis (modificado de Mitchell et al. 2014). Derecha, evolución continental y biogeografía de ratitas; en rojo el clado de los kiwis (tomado de de Mitchell et al. 2014).

El otro artículo se publicó en la revista "Historical Biology" (biología histórica) y trata sobre la descripción de un nuevo crocodilomorfo dirosáurido (Dyrosauridae) de Colombia. Los dirosáuridos fueron crocodilomorfos que sobrevivieron como grupo a la extinción de finales del Cretácico y que perecieron hasta el Eoceno tardío. El recién llegado se denomina Anthracosuchus balrogus, que significa "Cocodrilo-carbón Balrog" en honor a la bestia mitológica de Tolkien y al hecho que se descubrió justo por debajo de un estrato de carbón (que es explotado por una mina cercana). El "chatito" data del Paleoceno (58 a 60 Ma) y ocupa un lugar relativamente primitivo en su árbol familiar.

Izquierda, cráneo de Anthracosuchus balrogus (tomado de Hastings et al. 2014). Derecha, balrog tolkeniano (por el artista Rodney Buchemi).

Finalmente, pero no menos importante, se describió una nueva especie de felino. Se trata de un gato que vivió durante el Mioceno tardío en lo que hoy es que procede de Karaslari, en la región de Veles, República de Macedonia. El gato se caracteriza por tener una talla entre un lince y un chita y por poseer un hocico corto y una cabeza ancha, similar a las proporciones de un gato doméstico. Este felino fue llamado Yoshi garevskii, el epiteto específico es en honor al paleontólogo Risto Garevski, quien contribuyera al descubrimiento del gato; mientras que el nombre genérico es por el gato favorito de uno de los autores... aunque todos sabemos que Yoshi es el nombre de otra criatura (¬_¬). Otro de los aportes del trabajo es que reclasifica a "Metailurus" minor a  Yoshi minor (Yoshi menor, jeje).

Izquierda, cráneo de Yoshi garevskii (modificado de Spassov y Geraads,2014), barra de escala a 5 cm. Derecha, reconstrucción de Yoshi garevskii por Roman Uchytel.

Sin duda, estos descubrimientos son interesantes y poseen cualidades nomenclaturales algo inusuales. Espero que el tema les haya agradado, les deseo un buen día.

FUENTES:
Mitchell, K. J., et al. (2014). "Ancient DNA reveals elephant birds and kiwi are sister taxa and clarifies ratite bird evolution." Science 344(6186): 898-900.

Hastings, A.K., J.I. Bloch y C.A. Jaramillo. 2014. A new blunt-snouted dyrosaurid, Anthracosuchus balrogusgen. et sp. nov. (Crocodylomorpha, Mesoeucrocodylia), from the Palaeocene of Colombia. Historical Biology. DOI: 10.1080/08912963.2014.918968

Spassov, N., & Geraads, D. (2014). A New Felid from the Late Miocene of the Balkans and the Contents of the Genus Metailurus Zdansky, 1924 (Carnivora, Felidae). Journal of Mammalian Evolution, 1-12.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Panthera blytheae y el origen de los panterinos

Los gatos, vivos y extintos pertenecen a la familia Felidae. Este grupo se originó en Eurasia hace unos 25 millones de años, durante el Oligoceno tardío e incluye cuatro subfamilias: los proailurinos (posibles ancestros de todos los gatos), los macairodontinos (donde se sitúan los dientes de sable), los panterinos (donde se encuentran los grandes gatos) y los felinos (que contiene a los gatos, linces, pumas, chitas, entre otros). Hoy en día, los panterinos son los superdepredadores de sus ecosistemas y fungen un rol muy importante en ellos.

Relaciones evolutivas de los gatos. Los tiempos de divergencia son estimados a partir de información molecular. *Fe de erratas: en la imagen, la divergencia entre panterinos y felinos no tiene tiempos distintos, ambos se originaron hace aproximadamente 10.8 Ma. 

Sin embargo, poco sabemos sobre los primeros panterinos. Los miembros fósiles más antiguos proceden de África, pero los análisis moleculares indican que su génesis tuvo lugar en alguna parte de Asia. Esta aparente paradoja tuvo resolución el mes pasado con la descripción de un nuevo gran gato, su nombre es Panthera blytheae y representa al panterino más viejo conocido. Sus restos se hallaron en 2010 en una expedición a la cuenca Zanda, en el Tíbet y datan del Mioceno tardío-Plioceno temprano, con una edad estimada entre hace 4.1 y 5.95 millones de años.

Reconstrucción de Panthera blytheae por Mauricio Antón. A la derecha el cráneo original hallado en el Tíbet.

Una de las cosas importantes es clarificar que aunque es el más antiguo conocido, no es el más primitivo, lo que nos indica que aún nos falta mucho por descubrir sobre los antiguos grandes gatos de Asia. Panthera blytheae pertenece a un género relativamente nuevo de panterinos (Panthera) y existe al menos otro género más primitivo, Neofelis que contiene dos especies N. nebulosa y N. diardi. El estudio de P. blytheae revela que era morfológicamente similar al actual leopardo de las nieves (Panthera uncia o Uncia uncia), aunque presentaba características tanto avanzadas como primitivas.

Filogenia de los félidos con la inclusión de Panthera blytheae (cráneo en negro). Los colores en los extremos y en los círculos en los nodos representan el rango geográfico ancestral del grupo. Modificado de Tseng et al. (2013).

Finalmente, el estudio filogenético arroja que al rededor del 75% de los procesos de divergencia de especies de panterinos ocurrió tan temprano como hace 7 millones de años, durante el Mioceno. Los autores de su descripción creen que el levantamiento de la meseta del Tíbet pudo haber influenciado fuertemente el origen y diversificación de los grandes gatos.

FUENTE PRINCIPAL:
Tseng, Z. J., Wang, X., Slater, G. J., Takeuchi, G. T., Li, Q., Liu, J., & Xie, G. (2014). Himalayan fossils of the oldest known pantherine establish ancient origin of big cats. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 281(1774), 20132686.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Ornitorrincodzilla

Los ornitorrincos forman parte de un curioso grupo de mamíferos conocidos como monotremas. Estos bizarros mamíferos sólo tienen cinco representantes vivos, de los cuales sólo uno es un ornitorrinco y los restantes son equidnas. La característica más peculiar de los monotremas es que ellos son los únicos mamíferos en la tierra que ponen huevos. Pero el ser ovíparos no es la única sorpresa en su saco, en realidad poseen muchas características primitivas que hacen de ellos el único vínculo entre los mamíferos y nuestros ancestros los reptiles.

Algunos monotremas vivientes. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, el ornitorrinco (Ornithorhynchus anatinus), el equidna de hocico corto (Tachyglossus aculeatus), el equidna de hocico largo del este (Zaglossus bartoni) y el equidna de hocico largo del oeste (Zaglossus bruijni).

Según el análisis del ADN, los monotremas aparecieron desde el Jurásico temprano, hace unos 210 millones de años. Sin embargo, el fósil más antiguo de este grupo de mamíferos (Teinolophos trusleri) data del Cretácico temprano, de entre hace 125.45 a 122.46 millones de años y es un ornitorrinco en forma. A pesar de su antigüedad, los fósiles de ornitorrinco (y otros monotremas) son muy escasos y el grupo apenas está representado en el registro fósil. Tal como es el caso con muchos mamíferos, los fósiles conocidos comprenden únicamente dientes, pero gracias a que estas estructuras son muy informativas, se puede saber mucho a partir de unos cuantos e incluso describir especies nuevas asignándolas a grupos conocidos.

Holotipo de la nueva especie Obdurodon tharalkooschild en diferentes vistas. El diente pequeño junto a la escala representa un molar de la especie Obdurodon insignis del Oligoceno.

Tal es el caso del recién descubierto Obdurodon tharalkooschild que fuera encontrado en sedimentos del Mioceno (ca. 13 Ma) de Riversleigh, al noroeste de Queensland y que está representado por un único molar primero inferior. Los ornitorrincos actuales no poseen dientes, pero sus parientes antiguos si, lo cual es útil para tratar de inferir la talla completa del animal a partir de otros parientes. Según las dimensiones de su molar, O. tharalkooschild era mayor que el más grande de los ornitorrincos conocidos, Monotrematum sudamericanum del Paleoceno (ca. 62.5 Ma) de Argentina, que medía unos 70 cm de largo, superando con creces al ornitorrinco actual (Ornithorhynchus anatinus) con sus 45 cm de longitud máxima.

Representación de O. tharalkooschild alimentándose de una tortuga. Ilustración de Peter Schouten.

El diente de este nuevo ornitorrinco cuya dimensión es mayor a 70 cm, indica que a diferencia de sus parientes, se alimentaba aplastando presas y no cortándolas, lo cual lo convertiría en un durófago (animal que consume presas duras), una dieta un tanto rara en un ornitorrinco.

FUENTE PRINCIPAL:
Pian, R., Archer, M., & Hand, S. J. (2013). A new, giant platypus, Obdurodon tharalkooschild, sp. nov.(Monotremata, Ornithorhynchidae), from the Riversleigh World Heritage Area, Australia. Journal of Vertebrate Paleontology. 33(6): 1255-1259pp.