martes, 21 de julio de 2020

Nuevo "dientes de sable" (pero no es lo que crees)

Los "dientes de sable" son ubicados casi por todos como los gatos de la subfamilia Machairodontinae y específicamente ligados al género Smilodon. Sin embargo, un buen paleofriki sabe que la evolución hace de las suyas y que existen varios tipos convergentes con los dientes de sable (los macairodontinos). Entre ellos tenemos al famoso "dientes de sable marsupial", del género Thylacosmilus.

Smilodon fatalis, el dientes de sable típico de América del Norte (y el más conocido). Reconstrucción de Sergio de la Rosa.

Y recientemente se ha descrito una nueva especie emparentada a este último. Sin embargo, dos aclaraciones: la convergencia dental no implica una convergencia en el uso o en los hábitos de la criatura. Por ejemplo, sabemos que los Smilodon eran depredadores, pero el buen Hydropotes, otro mamífero "dientes de sable" es un vegetariano. Además, nueva información de Thylacosmilus parece descartar que fuera un superdepredador, pero de eso hablaré más adelante.

Hydropotes inermis, un "dientes de sable", que es en realidad una especie de cérvido. Fotografía de David Stang.

Y la otra aclaración es que, aunque se les llama "dientes de sable marsupiales", los Thylacosmilinae no eran marsupiales, propiamente dichos. O sea, que no pertenecían al grupo llamado Marsupialia, cuyos representantes modernos incluyen tlacuaches (Didelphidae), canguros (Macropodiformes), koalas, wombats (Vombatiformes) y más.

Ejemplos de marsupiales modernos. Composición de LittleJerry.

No, los típicamente llamados "marsupiales gigantes sudamericanos" eran en realidad miembros de un grupo llamado Sparassodonta, que vivió del Paleoceno al Plioceno.

Reconstrucción de Thylacosmilus atrox, el esparasodonto más carismático. Arte de Velizar Simeonovski.

Y es a este grupo al que pertenece el recientemente descrito: Eomakhaira molossus. El nombre de esta criatura significa "Cuchillos del amanecer, con rostro chato". Lo de los cuchillos es, como se imaginan, por su rasgo más peculiar, un par de caninos gigantes que, curiosamente, no están tan hipertrofiados como los de Thylacosmilus y además, tampoco son tan delgados, pues poseían una forma muy robusta.

Cráneo holotípico de Eomakhaira molossus (SGOPV 3490). Tomado de Engelman et al. (2020).

Este esparasodonto fue descubierto en una localidad llamada "Cachapoal", en la Región Libertador General Bernardo O’Higgins, de Chile. La edad exacta del sitio está aún bajo estudio, pero por la asociación de fósiles, se le estima una edad de 31 millones de años, lo que coloca a Eomakhaira en el Oligoceno temprano. Con esta edad, Eomakhaira es anterior a otros Thylacosmilinae, lo que lo coloca como un candidato a ser un vínculo entre estos animales dientes de sable y los Proborhyaenidae más convencionales, que es la familia a la que pertenecen. Y bueno ¿Qué tan grande era? Bien, pues los paleontólogos estimaron su masa corporal en unos 9.9 kg y tendría unas dimensiones modestas, de unos 90 cm a un metro de largo y con una altura a la cruz de unos 30 cm.

Eomakhaira molossus comparado con otros esparasodontos. Tomado de Engelman et al. (2020).

Descubrimientos como este, van llenando poco a poco nuestro conocimiento de estos intrigantes animales. Eomakhaira molossus es un ejemplo claro de la necesidad de seguir investigando sobre mamíferos, aún si estos no son del todo llamativos para el público general, este pequeño mini dientes de sable chatito, guarda un lugar importante en la evolución de los esparasodontos tilacosmilinos y desde luego, en el conocimiento de la paleofauna que tanto atesoramos los paleofrikis.

Eomakhaira molossus, reconstrucción de Velizar Simeonovski.

Referencia:

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