martes, 3 de diciembre de 2013

Entendiendo mal la evolución

En esta ocasión hablaré un poco sobre el tema "tarde para comer" que exponía que las adaptaciones mandibulares de los animales terrestres llegaron de 40 a 80 millones de años luego de que sus ancestros salieran del agua.

Lo primero que debemos tomar en cuenta cuando hablamos de evolución es que es tanto un hecho demostrado, como una teoría científica (OJO, que no es lo mismo que 'teoría' en el sentido común de la palabra, usada en este contexto común, teoría es un supuesto, una hipótesis). La parte de la teoría científica de la evolución busca explicar los mecanismos que hacen que las especies evolucionen. La evolución como toda teoría científica tiene un trasfondo filosófico generalmente mal entendido o ni siquiera considerado en clases y libros. Es muy común pensar en las estructuras orgánicas como cosas que evolucionaron "para" cierta función. Un ejemplo común es cuando decimos que las plumas evolucionaron para el vuelo o los ojos para ver.

El oído es un complejo de órganos que presuntamente aparecieron para oír. En realidad parten de diferentes adaptaciones que incluyen respirar y masticar. Arte de Jacopin/BSIP.

La realidad es que la evolución carece de teleología (una dirección preestablecida). Es decir, las especies no generan estructuras para ser usadas luego de millones de años de refinamiento en alguna función particular. Estamos confundiendo causa y efecto, atribuyendo como causa al vuelo y como efecto la aparición de plumas. Lo tenemos al revés, la causa son las plumas y el efecto es el vuelo; en otras palabras, las aves volaron porque sus ancestros tenían plumas que sucede eran aptas para facilitar el vuelo. En el caso de las plumas, éstas aparecieron como un medio para mantener el calor interno. Sus usos posteriores son nuevas adaptaciones y eso incluye el despliegue sexual, el camuflaje, la generación de sonidos e incluso el vuelo.

Varios dinosaurios carnívoros tenían plumas y no volaban, pues la función original de las plumas o era el vuelo. Arte de José Antonio Peñas.

Muchas veces, solemos dotar de esta dirección de sentido evolutivo a lo que observamos en la naturaleza moderna y en la plasmada en el registro fósil. Esta confusión hace que los teólogos (principalmente los Católicos) hagan de la evolución el mecanismo natural por el cual Dios dirige la creación. Lo cierto es que esta dirección no existe y esto orilla a que los detractores de la evolución digan que todo sucede por accidente. Hoy sabemos que la evolución está profundamente influenciada por la selección natural y ésta no ocurre indiscriminadamente, sino que extingue o favorece grupos de organismos en función de sus adaptaciones, su plasticidad. Esto no es aleatorio pues si lo fuera, durante las extinciones masivas veríamos que los sobrevivientes son completamente aleatorios y no es así, siempre hay selectividad en cuanto a qué grupos sobreviven.

Esquema que ilustra la selección natural. Considere que el ejemplo es sobre resistencia a un factor X (antibióticos, depredadores, clima, etc.).

Más adelante tocaré estos temas a profundidad. Espero que el tema les haya gustado. Hasta la próxima.


6 comentarios:

  1. Espera, los ojos no aparecieron para ver?, entonces cual era su función en un principio?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es. Los primeros "ojos" no eran como los ojos de hoy, compuestos o complejos con lentes, sino que eran simples grupos de células que permitían saber dónde había luz y dónde no. Los primeros ojos eran simples medios de orientación, pero el animal no veía nada con ellos, no distinguía formas ni colores y mucho menos captaba las cosas en tiempo real. Eran una suerte de páneles celulares fotosensibles.

      Entrecomillo ojos al principio porque eso no es un ojo per se, pero es el origen del ojo y su función original no era ver, sino distinguir luz y obscuridad, algo que otros órganos son capaces de hacer como el "ojo parietal" de los reptiles que en realidad no es un ojo (no tiene lentes), pero ayuda a regular los ciclos circadianos.

      SALUDOS :D

      Eliminar
    2. Aaa, claro, tiene logica.
      Gracias por la respuesta

      Un saludo

      Eliminar
  2. Hola Roberto,
    Es un placer leerte. Cabe añadir que existen Exaptaciones (tratando de ser divulgativo) "añadidos" a las adaptaciones, nuevos usos de un órgano (ya evolucionado que cumple una función) que pasa a realizar una función adicional (¡Los organismos se adaptan con lo que tienen, no con lo que mejor podrían!). Tradicionalmente se cita como ejemplo de exaptación las alas de los insectos,que, aunque sirven para volar también cumplen la función de refrigeración del organismo. En este caso la aparición del "uso" del vuelo es posterior al uso de refrigeración. A nivel molecular la exaptación también existe. Moléculas sintetizadas por las plantas y que cumplen una función defensiva, también son sintetizadas en nuestro cerebro y cumplen una función de neurotransmisores. Como tú muy acertadamente indicas es muy difícil precisar cuál es la función exacta. Por ejemplo, las capsaicinas de los pimientos (responsables del picante). Asumimos una utilidad ecológica (defensa) pero se sospecha que cumplen una función MUY importante en la planta (ya que de hecho la planta emplea varias rutas moleculares para sintetizarla) pero realmente desconocemos cuál es la función exacta que esta molécula realiza (o facilita) en el metabolismo de la planta. Espero que mi pequeño añadido sea de utilidad.
    Un abrazo.
    Fco. Javier Mateos
    Pdta. Tus fans (entre los que me incluyo) queremos saber sobre Paleodyction

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por el complemento, es en realidad muy útil.

      Pormeto escribir pronto sobre ese misterio (Paleodyction).

      SALUDOS :D

      Eliminar

Hola, ¡gracias por comentar!
*Los comentarios ofensivos, que intenten trollear o provocar serán borrados sin excepción alguna.
*Ya no podrán comentar los anónimos, te recomendamos dar de alta o usar una cuenta de Google, LiveJournal, WordPress, TypePad, AIM u OpenID. Gracias por tu comprensión.